Reseña del noveno y décimo tomo de la Colección Batman y Superman publicada por la Editorial Salvat – El contraataque del Caballero Oscuro por Frank Miller.
Allá por 1986 Frank Miller se destacaba por su trabajo en Dark Knight Returns (El regreso del Caballero Oscuro), una obra no canónica de Batman que nos mostraba otra faceta del encapotado de Gotham City. En 2002, por su parte, Miller volvió a apelar a este universo que había creado para traernos la secuela (y segunda parte de tres) de esta obra titulada El contraataque del Caballero Oscuro.
A tres años de fingir su muerte en DKR, Bruce Wayne se considera preparado para regresar y llevar a cabo su cruzada apuntando de una vez por todas a destruir el sistema que los gobierna a todos y tiene adormilada a la población muy al estilo de Un Mundo Feliz (Orwell).
En esta historia, Miller va a presentarnos una trama un tanto más simplista que su predecesora. Si bien el concepto es muy similar, un mundo en caos y la gente que no reacciona ante este, en esta ocasión predomina la acción por sobre los diálogos, ya solo la primera parte de la historia tiene casi la misma cantidad de viñetas de combate que todo DKR, sin embargo, no por esto el tomo tiene que ser menospreciado.
En esta nueva historia, que puede leerse como secuela o incluso, aunque no tan recomendable, como una historia separada, Miller profundiza mucho sobre las biografías, sentimientos e ideales de los personajes. Es tal vez este el único punto que logre destacarse por sobre su predecesora. Obviamente, muchos piensan que hay que analizar esta obra como un todo, pero realmente resulta muy difícil por el peso que conlleva la historia estrenada en 1986.
Frank Miller se dedicó por completo en esta novela gráfica a marcar una reflexión muy interesante: el papel de los superhéroes con respecto a la política. Si algo es casi moneda común en la mayoría de los cómics, es ver como los poderes políticos y la gente aplauden normalmente a los superhéroes, al menos en el lado más mainstream. Aquí, se plantea el hecho de para quién trabajan y por qué, con el rol de Superman como estandarte, el creador de 300 se planta firme bajo esta bandera de la utilización política de los héroes como constructores de imágenes sociales.
Con respecto al arte, estamos ante probablemente el apartado más polémico. El trazo de Miller tiene algo indiscutible sin duda alguna: o lo amas o lo odias. No hay puntos medios. Es sucio, desprolijo, se pasa de los bordes, pero sin embargo, los amantes hardcore de estas aventuras se encargan de reivindicarlo con fuerza.
En resumen, El Contraataque del Caballero Oscuro es una aceptable secuela de una obra magnífica como lo es El Regreso del Caballero Oscuro. Si bien no es tan profunda y literaria como la primera entrega, es un trabajo más que aceptable por parte de uno de los grande autores del siglo XX.