En el treceavo libro de la colección de Nippur de Lagash, continúa la exploración de los años formativos del héroe.
El treceavo tomo de Nippur de Lagash de Planeta DeAgostini contiene seis capítulos en total. Los primeros tres de ellos fueron editados originalmente en Nippur de Lagash-Todo Color en abril, mayo y junio de 1973. Los otros tres aparecieron en la revista D’Artagnan en mayo y junio del mismo año. Al igual que en el libro anterior, la labor gráfica se reparte a cuatro manos entre Ricardo Villagrán, encargado de los episodios a color y Sergio Mulko, quien dibuja aquellos en blanco y negro, siempre con Robin Wood en guiones.
Como habíamos anticipado en la reseña del libro anterior, el allí publicado “Las flores de las montañas” abrió las puertas a la exploración de los años formativos de Nippur, narrando su niñez y primera aventura como un jovencito lampiño. Dos capítulos incluidos en este tomo, “Hipólita” y “La Doncella”, prueban que este no fue un esfuerzo aislado, y que Wood nos está invitando a una suerte de saga del pasado, en la cual el autor relata el origen de las habilidades y valores del héroe.
Luego de una aventura autoconclusiva en “La mujer de Hafiah”, “Hipólita” y “La Doncella” funcionan casi como una sola historia, y ponen a Nippur a relatar en primera persona eventos de su juventud, cuando navegaba en compañía de sus amigos del alma, Teseo y Ur-El, el gigante elamita.
Torciendo el brazo de piratas que intentaron asaltar su barco, Nippur y compañía encuentran un escudo dorado que los pone en la pista de la isla de las mitológicas amazonas. Allí Teseo se enamora de Hipólita, tienen un hijo y enfrentan el final más trágico.
Lejos de la continuidad y mundo ficcional interconectado al que aspiran las historietas hoy, en imagen y semejanza del inmensamente exitoso Universo Cinemático de Marvel, estos capítulos contradicen directamente lo que sabíamos hasta ahora sobre Nippur de Lagash. En el primer libro de la colección podemos encontrar “Historia para Lagash”, donde se relata el encuentro entre el héroe y Ur-El, ya adultos ambos. Lo mismo pasa en “Las lanzas y la arena”, donde el sumerio y el elamita conocen a Teseo por primera vez.
Esta trilogía de capítulos también deja entender esta saga de flashbacks solo se desarrollará en Nippur de Lagash-Todo, por lo que el diseño del joven sumerio quedó exclusivamente en manos de Ricardo Villagrán
En los capítulos en blanco y negro dibujados por Sergio Mulko, continúan las aventuras en el presente del Errante. Como se ve en la imagen reproducida aquí, ante la falta de color Mulko profundiza su exploración de texturas y otros recursos para traer variedad visual a las páginas de D’Artagnan.
En “Los Rivales”, Nippur interviene en un asunto familiar y amoroso en una aldea a las orillas del mar. En “La casi muerte de Janos”, el protagonismo lo asume el guerrero del título, en huelga de hambre para llamar la atención de la hija del rey al que sirve, Haupas. Aquí Wood vuelve al paso de comedia que había introducido en los últimos tiempos con Olivera en lápices pero que había dejado de frecuentar. Por último, en “El Jinete del Sol”, el Errante queda enredado en una profecía que le trae problemas con un rey supersticioso.