Reseña del tomo número treinta y ocho de la Colección Salvat de DC Comics – Young Justice: Una liga propia.
Antes de ser una serie animada de las más exitosas que ha estrenado DC Comics – la cual regresará este año en la plataforma de streaming creada por Warner Bros. – Young Justice fue un cómic noventoso que reunió a algunos de los jóvenes sidekicks como Superboy, Bart Allen y Robin – Tim Drake – entre otros en un grupo aparte de los Jóvenes Titanes.
Padre no solo de la serie animada, Peter David fue el guionista del cómic de Young Justice poniendo toda su impronta humorística a un grupo de jóvenes héroes que además de combatir el crimen, están transitando la adolescencia como cualquier hijo de vecino. Además de su paso por esta serie, David destacó en trabajos como Action Comics, Aquaman, Doctor Who y The Incredible Hulk.
El arte de este tomo se le atribuye a Cabin Boy, un ilustrador cuyo trabajo más destacado ha sido el tomo que nos compete en esta reseña además de Titans, por lo que su foco principal de trabajo parece estar ceñido a los jóvenes héroes.
Este Young Justice es distinto a la serie animada. Para empezar, hay que tener en cuenta que Wally West, el Kid Flash de la serie, durante los ’90 estuvo ocupando el manto de Flash, por lo que aquí se nos presenta directamente a Impulse, aka. Bart Allen, quién tiene una peculiar amistad con Robin y Superboy, todo esto bajo la estricta supervisión de Red Tornado.
A lo largo de las aventuras que vemos en este volúmen de la Colección de Novelas Gráficas de DC Comics, nos encontramos con viñetas cargadas de humor, tal vez un tanto infantil que dista bastante del tono de The New Teen Titans, que era la serie que agrupaba a los sidekicks hasta ese momento. Sin embargo, esto no es una crítica ya que el estilo que Peter David le impone hace que nos sintamos dentro de una de las series animadas, algo a lo que llegamos también por los vivos colores e ilustraciones que nos deja Boy.
Lo esencial de este tomo es no tomar a Young Justice como una secuela de Teen Titans. Son dos grupos distintos, con miembros distintos y problemas distintos, sin mencionar que plantea un tono mucho más ligero que el que instaló Wolfman allá por los ’80 con historias de la magnitud de The Judas Contract.
En este compendio vemos además el debut de Wonder Girl (Cassandra Sandsmark) en un equipo, algo que posteriormente desembocará en una relación con Superboy cuando Geoff Johns tome las riendas de Teen Titans previo a The New 52. De hecho, este cómic comienza a sentar algunas de las bases para lo que será el posterior trabajo de Johns a cargo del grupo de jóvenes héroes.