Bienvenidos a su dosis semanal de Manga Plus en Geeky. Una semana sin grandes novedades, pero (casi) sin hiatus y con un índice completo de todo eso que nos gusta de la Jump.
Este domingo 14 de marzo trae al app y sitio web de Manga Plus los capítulos correspondiente al número 16 del año 2020 de la revista Weekly Shōnen Jump, así como una selección de lo editado en Japón en la app Shōnen Jump+. Continuando la seguidilla de portadas conmemorativas, esta vez le toca a Haikyuu!! de Haruichi Furudate, que festeja su octavo aniversario en las páginas de la revista. Esto la hace una de las series más longevas de la actual Jump, siendo solo superada por la incombustible One Piece y por Hunter X Hunter. Quizás no haya mejor medida del estado del manga de Togashi que la siguiente comparación: con sus 386 capítulos, Haikyuu!! está a semanas de alcanzar los 390 de Hunter X Hunter, cuando el primero empezó en 2012 y el segundo casi 15 años antes, en 1998. Su inminente final también es signo de cuan “jóvenes” son las series que colman el índice de la WSJ. Parece que la moda de los shōnen kilométricos de circa 70 tomos fue, afortunadamente, solo eso. Una moda.
Si bien la emergencia sanitaria del coronavirus continúa avanzando en el mundo, siendo declarada oficialmente por la OMS una pandemia (y llegándonos a afectar a nosotros en América Latina y Argentina), la recomendada cuarentena no es nada que afecte demasiado a los queridos mangakas de la Jump. Es más, se podría decir que se han venido preparando toda su vida profesional para ello. Lo que quizás sea consecuencia de la alarma sea que, por segunda vez consecutiva, tenemos un ejemplar con el índice completo y ninguna serie regular en hiatus.
Por lo demás, el número 16 del 2020 no ha traído consigo grandes noticias: Algunos lanzamientos conmemorativos para Haikyuu!! como artbooks y guidebooks, el anuncio de un juego de Aniplex para PlayStation 4 basado en Kimetsu no Yaiba con lanzamiento tentativo en 2021, y la “novedad” de que habrá novedades sobre un nuevo “proyecto” relacionado con Bleach en el próximo número.
Mashle: Magic and Muscles #6: “Mash Vandead y las normas de la escuela”
Si pudiera votar para decidir el destino de la cohorte 2020 de la WSJ, mi voto sin duda iría para Mashle, del novicio Hajime Komoto. Si bien usualmente poder capturar el concepto central de una serie con una sola frase es síntoma de lo trillado, en el caso de Mashle es tan descabellado que funciona: ¿Qué pasaría si Saitama de One-Punch Man fuera a Hogwarts?
Mash, nuestro protagonista, tuvo la mala suerte de nacer sin magia en un mundo mágico. Por esta razón fue abandonado y criado por Regro Vandead, quien consciente de la enorme desventaja con la que el niño debería enfrentar el mundo, lo incentivo a que entrenara su cuerpo hasta el extremo. Su fuerza, como la de Saitama es excesiva al punto de lo igualmente épico y cómico. La historia comienza cuando, descubierta su condición de ser no mágico, Mash es extorsionado con la salud de su padre adoptivo a asistir a la escuela de magia y alcanzar una posición encumbrada en el mundo mágico.
Las comparaciones con el trabajo de ONE son inevitables desde este punto de partida y tono general del manga, y no creo que Komoto se ofendería de ello, ya que hace poco para ocultarlo. Al igual que el autor de Mob Psycho 100, el mangaka hace del humor el principal ingrediente de su relato. Una comedia que nace de ese mismo lugar absurdo y disparatado, donde el protagonista permanece impávido ante la locura que desata a su alrededor. Este es sin duda el fuerte de la serie, provocándome las mayores carcajadas que he encontrado en la Jump desde Assassination Classroom. Las risas están a su vez condimentadas con acción, que si bien dibujada de manera simple, complementan de manera correcta al manga. Dependiendo de la recepción que tenga la historieta entre los lectores japoneses, este componente de peleas podría crecer en sus páginas, como suele ser el caso en la JUMP. Pero al igual que las obras del mencionado ONE, Komoto sabe que ni los chistes ni las piñas funcionan si no están ancladas en personajes carismáticos, creíbles. En este caso se encuentran más cerca de lo primero que lo segundo, siendo pintados con pincelazos de trazo grueso, exagerados e histriónicos, pero (por lo menos hasta ahora) no cruzando el límite de lo soportable. Además, las personalidades explosivas alimentan el contraste con el ánimo lacónico de Mash, y la comedia que nace de allí.
Esta vez el capítulo se llama “Mash Vandead y las normas de la escuela”, en una fórmula que claramente busca, semana a semana, parodiar a los libros del mago británico (Debe aclararse que la serialización en español viene dos capítulos atrás a la de idioma inglés, que ya alcanza el capítulo japonés). La entrega es importante porque, aun temprano en la serialización, establece un hecho que será importante al futuro: Mash tiene un aliado en el director de la escuela, un claro clon de Dumbledore, quien apuesta que el corazón puro del protagonista lo guiará a renovar un mundo mágico corrompido por la influencia y el nepotismo. Esta revelación es necesaria para mantener la cohesión interna de la trama (¿Cómo se explica, sino que Mash vaya rompiendo caras sin ser expulsada?), y también establece un objetivo a largo plazo que se superpone y complejiza el establecido en el primer capítulo. Solo esperemos que los lectores japoneses se sientan igual que yo, y posibiliten que las aventuras de Mash superen los meses que se vienen.
Guardian of the Witch #7: “Conclusión”
Del otro lado del clisé encontramos a Majo no Moribito o Guardian of the Witch, de Asahi Sakano. El autor ya había publicado un one-shot con el mismo nombre en la Jump GIGA allá por 2016, como suele ser la costumbre en Shueshia. Muchas veces las ediciones en tomo de los mangas, incluso aquellas internacionales, recuperan estos ensayos iniciales. La distancia en el tiempo que separa ese boceto original y la serialización en la WSJ puede tomarse como síntoma de los problemas que tuvo el autor para su desarrollo. Pero no necesariamente sea el caso. Muchas veces periodos de gestación complejos producen grandes series. Sin ir más lejos, el ahora controversial Nobuhiro Watsuki necesitó dos one-shot diferentes hasta llegar a lo que eventualmente sería Rurouni Kenshin.
En el caso de Guardian of the Witch, sin embargo, nada en estos primeros capítulos parece indicar que nos encontramos ante un shōnen de ese calibre. Más bien parece ser uno bien hecho, pero poco original. A primera vista, tanto en estilo como en desarrollo, recuerda al trabajo de Hiro Mashima (Lo cual puede ser un elogio o un calificativo peyorativo dependiendo de a quien le preguntes). Nada en la historia hasta el momento, que enfrenta a la bruja Manasfa y su caballero Fafner contra un mal mágico género en un mundo de fantasía épica genérico, parece señalar una búsqueda de algo nuevo. Pero al contrario de Mashle, que tiene a su favor el tono paródico a través del cual se filtran las influcencias, aquí todo esta contado con la más estrecha seriedad.
No extraña que tratándose de un shōnen, el fuerte de la serie este en la acción. Justamente en este capítulo 7, titulado de manera engañosa “Conclusión”, vemos el desenlace de la primera batalla del manga, que enfrentó a los protagonistas con otra dupla de bruja y caballero. Que las peleas sean en dupla le suma un condimento extra, aunque también recuerda a mangas pasados (Soul Eater, por ejemplo, o hasta cierto punto, el mismo Samurai 8 que se puede leer en la app). El final del capítulo, extra grande con sus 23 páginas, amaga a ampliar el mundo y ofrecer un poco de misterio. Guardian of the Witch necesitara de ambas cosas si pretende sobrevivir a la contienda sin cuartel que es el índice de la WSJ. Por lo pronto, mi atención ya la perdió hace un rato.
Ahora, el “ranking”. El 1-2 de la cima continúa siendo, como de costumbre para Kimetsu no Yaiba y One Piece. En tercer lugar, encontramos a Bokutachi wa Benkyou ga Dekinai (We Never Learn), cuyo salto al podio prueba que la noticia de los finales o “rutas” alternativos para la historia fue bien recibido por los lectores nipones. En el medio, después de las establecidas My Hero Academia y The Promised Neverland, encontramos que las series nuevas se van asentando. Con un muy buen puesto, y alcanzando el capítulo 28 de su serialización, Yozakura-san Chi no Daisakusen (Mission: Yozakura Family) parece estar acomodándose para quedarse un buen rato. La Jump suele tener entre su índice una comedia de acción (pienso en Assassination Classroom) y el manga de Hitsuji Gondaira ocupa ese rol con soltura. Tanto Undead Unluck de Yoshifumi Tozuka y Mashle de Hajime Kōmoto, otras dos series que podrían competir por ese mismo lugar en la revista, parecen estar empezando su serialización con el pie derecho, “rankeando” de manera recurrente por encima de títulos más viejos como Jujutsu Kaisen o Act-Age. Como ya he escrito antes en esta columna, esta es una época particularmente fértil para lanzar un nuevo manga y que quede en la revista, ya que la finalización reciente de muchos shōnen (y el inminente final de varios más) dejó como salgo muchas páginas por llenar.
En el fondo, se repite el podio de la vergüenza: Agravity Boys, Mitama Secu-Ri-ty, ZIPMAN!!! y Samurai 8. Con las series lanzadas a fin del año pasado relativamente seguras, ya que tanto Mitama Secu-Ri-ty y Mission: Yozakura Family han entrado en lo que sería la serialización de lo que sería su cuarto tomo, y Samurai 8 protegido por el nombre de Kishimoto, todo parece apuntar a que serán Agravity Boys y Zipman!! las próximas víctimas de la guillotina del editor. De todos modos, vale reiterar que pronto habrá páginas libres en la revista (Haikyuu!!, The Promised Neverland y We Never Learn deberían terminar este año o el próximo como mucho), lo que podría dotar de mayor paciencia a los mandamases de Shueshia.
La semana que viene, el número 17 del año 2020 de la WSJ nos traerá portada The Promised Neverland y continua la racha de asistencia perfecta. Todas las series tendrán capítulo nuevo, con la obvia excepción de siempre ¡Nos leemos entonces!