Esta semana en Manga Plus en Geeky, termina el spokon de la década, ¿quién será el sucesor de Shoyo Hinata?
Este domingo es de ejemplar combinado, correspondiendo la actualización en la app y sitio web de Manga Plus al número doble 33-34 del 2020 de la revista Weekly Shōnen Jump. En la portada está Luffy, que conmemora con una pluma gigante los 23 años ininterrumpidos de serialización ¡23 años! Más que la vida entera de muchos lectores de manga en nuestro país. No voy a brindar por 23 años más, pero si porque Oda-sensei termine la serie en sus propios términos y nos regale un final a la altura de esa aventura descomunal ¡Kanpai!
Esta semana Shueisha informó que Spy X Family superó la barrera de 100 millones de vistas en la app Jump+ (la cual, recordemos, ofrece su servicio en Japón). La noticia, además de ponerle una joya más en la corona de Tatsuya Endo, nos ayuda a dimensionar tanto lo colosal que es la plataforma en el país del Sol Naciente, como lo avanzada que se encuentra la transición a lo digital en ese mercado.
Según el listado que acompaña la noticia, la serie que acumula más vistas en la app es Jigokuraku de Yuji Kaku, publicada simultáneamente en nuestro Manga Plus, con más de 175 millones de vistas de su alrededor de 100 capítulos. Su éxito en digital, sin embargo, no parece traducirse tan directamente al papel, como si lo hace el de Spy X Family.
Muy de cerca le sigue Nekoda Biyori (173.355.829 de vistas), que explica en parte su caudal de visualizaciones con su cadencia de publicación diaria. Ni esta ni ninguna otra de los 3 mangas en el top 5, que incluye World’s End Harem, es publicada por Manga Plus.
Y hablando de eso, esta semana que pasó vio el debut del que probablemente sea el manga de mayor perfil en debutar en las pantallas de nuestros celulares y tablets en lo que va de la joven vida de Manga Plus: Ghost Reaper Girl de Akihisa Ikeda. Autor mejor conocido en Occidente por su magnus opus hasta el momento, Rosario+Vampire, que acumuló 24 tomos a lo largo de su sacralización en el mensuario de la Jump entre 2004 y 2014, siendo llevado también al anime. Como suele ser la regla ya, la serie apareció primero en inglés, pendiente de una futura traducción al español (que por suerte suele llegar).
Sin profundizar en la reseña, solo diré que Ghost Reaper Girl se suma a la larga cola de shōnens protagonizado por cazadores de demonios y fantasmas, que parecen salir de hasta debajo de las piedras después del éxito arrollador de Kimetsu no Yaiba.
A lo largo de un primer capítulo extra largo podemos ver que al guiso sobrenatural le echaron de todo, con un caza demonios del más allá que parece una mezcla de Light de Death Note y Kurapica de Hunter X Hunter, pero quién posee a la protagonista femenina para transformarse en su arma a lo Soul Eater.
No puede negarse que el plumín de Ikeda es muy buena y, de hecho, mucho mejor de lo que pensaba si lo comparo con algunas de las imágenes sueltas que vi de Rosario+Vampire. Si bien la comparación con Obata-sensei quizás quede algo holgada, no está del todo fuera de lugar.
Lo que sí distingue al manga son dos decisiones formales de publicación. Primero, las viñetas y los globos de diálogo se encuentran en sentido occidental. Segundo, la visualización, tanto en la app como la página, es únicamente vertical. Más allá que cueste acostumbrarse a lo primero, lo segundo es un punto criticable. Por un lado, se entiende querer replicar el modelo webtoon en un manga hecho expresamente para leer de manera digital, pero por otro, nadie parece haberle avisado al autor, que mete varias páginas dobles que inevitablemente quedan partidas.
Quizás la otra cosa notoria del manga sea demostrar cierto grado de sensibilidad social, al incluir una secuencia de potencial abuso que mediante una frase resalta la importancia del consentimiento.
¿Habrá llegado por fin cierto grado de reconocimiento de la industria del manga a los cambios que vienen transformando nuestro mundo desde ya hace unos años a esta parte? Quizás no…
Ahora sí, vamos con la lectura del capítulo de la semana, que como ya veníamos palpitando desde hace un par de semanas, consta de la despedida de Hinata y Kageyama de las canchas, y las páginas de la Jump también.
Haikyuu!! #402: “Challengers”
Y así, luego de ocho años de serialización, 45 tomos, 402 capítulos, Furudate-sensei cierra Haikyuu!! en las páginas de la Jump.
Como el capítulo de la semana pasada había adelantado, en tono y desarrollo, esta última entrega se preocupa más por darle un desenlace al hilo emotivo que recorre la serie, en lugar de intentar responder todas las preguntas y atar todos los cabos sueltos referidos al inmenso elenco de personajes.
De hecho, como ya hemos escrito aquí, todo este último arco, que comenzó en el capítulo 370 funcionó como un epilogo de la serie (lo que hace de estos últimos dos capítulos el epilogo del epilogo). Un vistazo detrás de la cortina para que sepamos que el amor por el deporte y la competencia de los jugares que acompañamos durante años no termina acá, sino que se proyecta al futuro, al infinito.
Del final del duelo entre los Black Jackals y los Schweiden Adlers, decidido en favor del combinado en el cual Hinata comparte casaca con Bokuto y Atsumu Miya, este capítulo salta primero al 2021, a los unos postergados Juegos Olímpicos de Tokio. Allí podemos ver a la generación de oro local jugar contra nada menos que la selección argentina. Luego, un segundo salto temporal nos arroja, para los últimos paneles, en el 2022, cuando se desarrolla la final del mundial de clubes en Italia, en la cual se enfrenta el ASAS San Pablo de Hinata contra el Ali Roma de Kageyama.
En el medio, como viene regalándonos el mangaka a lo largo de este arco final, pequeñas viñetas nos invitan a ver que fue de la vida de algunos de los personajes secundarios. Lev Haiba es modelo en Rusia junto a su hermana, Satori Tendo es un chocolatero de renombre mundial que vive en París, y Oikawa es ¿¡argentino!? Cosas más raras han pasado.
Jugando del mismo lado u opuesto de la red, estos son eternos rivales, nos está diciendo Furudate, y es esa rivalidad que los empuja a ser mejores. En lugar de ese abstracto amor por el balón al corazón de la historia de Tsubasa Ozora (Oliver Atom para los amigos), acá ese empuje que caracteriza al deporte y los deportistas se encarna en una relación humana.
De las muchas comparaciones que pueden hacerse con el mejor spokon de todos los tiempos, y claro modelo dentro de la Jump, Slam Dunk de Takehiko Inoue, desde el protagonista pelirrojo en adelante, este punto es donde mejor se ve que Furudate aprendió del maestro. Porque la relación entre Hinata y Kageyama, claramente modelada en homenaje a la rivalidad entre Hanamichi Sakuragi y Kaede Rukawa, se siente en algunos respectos como una superación de la misma. Al hacer del segundo un personaje más accesible que el ace de hielo del Shohoku, el manga gana en dimensión humana y calidez. Kageyama no es solo un pilar contra el cual contrastar el crecimiento de Hinata, sino que los une una amistad de gran profundidad, con sus altos y sus bajos.
Estos últimos capítulos justamente sirven como un moño, y a la vez, un final abierto, que proyecta esa rivalidad por los años venideros. Desnudando que sí, esta es un manga sobre vóley, pero también lo es sobre esa relación entre dos frenemies y como ese lazo los hizo empujarse a cada uno más y más lejos.
En lo que es un detalle interesante, el final de Haikyuu!! no solo deja a Manga Plus sin un serie de temática deportiva, sino que representa la primera vez en sus más de 50 años de historia que la Weekly Shōnen Jump no tiene un spokon entre sus páginas. (Aunque si lo pensamos de una manera creativa, Act-Age, podría suplir ese lugar, cambiando partidos por enfrentamientos sobre las tablas) ¿Cuál será el próximo manga deportivo que capture nuestra imaginación? ¿Sobre qué deporte se basará?
El “ranking” de esta semana vuelve todo a la “normalidad”. Con One Piece en tapa, el podio le queda a Dr. Stone, My Hero Academia y Jujutsu Kaisen, Chainsaw-man que asoma apenas debajo y quiere arrebatar el bronce. Undead Unluck también continua su buena racha, ya probando sobradamente que llegó para quedarse. Si bien están un poco más abajo, lo mismo podríamos decir Mashle. Mitama Security, por su parte, tuvo una buena semana y escaló del fondo a la mitad de la tabla.
Hablando del fondo, esta semana tiene la peculiaridad de que allí encontramos tres series que comenzaron a publicarse en la misma cohorte. Para Moriking, la mala performance es una anomalía, acostumbrada ya a la cumbre del índice.
Para Time Paradox Ghostwriter, lamentablemente parece ser la dura realidad que comienza a ser certera. De hecho, los grandes (y algo abruptos) saltos temporales que estamos viendo en la historia podrían interpretarse como volantazos correctivos pegados por sugerencia del editor. O incluso una aceleración del ritmo narrativo para darle un final a una serialización truncada. El tiempo dirá, pero espero que se quede con nosotros, por lo menos, lo suficiente para darle un cierre satisfactorio y orgánico a la historia.
Por último, debajo de Agravity Boys, encontramos al perene rezagado Bone Collection, otra de la catarata de series sobre cazadores de demonios que menciene al principio de la columna, y que de momento tiene todos los números para la rifa de la cancelación.
La próxima actualización grande en Manga Plus tendremos las novedades de la Jump número doble 35 del 2020 que, si las matemáticas no me fallan, aparecerá recién el primer domingo de agosto. Lo que significa que la semana que viene tenemos receso. En esa ocasión, la tapa será para Midoriya y compañía, en celebración de su sexto año en serialización. Nos leemos entonces.