Esta semana en Manga Plus en Geeky, volvemos a un favorito de la Jump+.
Luego del adelanto sorpresivo de la semana pasada, una vez regresamos al ritual de cada domingo al mediodía. Lo que leemos en la app y el sitio web de Manga Plus son los capítulos correspondientes al número 47 de la Weekly Shōnen Jump para el año 2020, a prácticamente un mes de terminar lo que será el primer año integro de la Jump que leemos en vivo y directo. La tapa corresponde a Jujutsu Kaisen, que continua dando la vuelta olímpica luego del estreno de su anime, que nobleza obliga, está muy bien animado por la gente de MAPPA.
En una semana flojita de novedades, la noticia más importante es la inminente finalización de Moon Land de Sai Yamagishi, que se ha venido publicando de callado y solo en inglés en Manga Plus. Según trascendió, el tomo 9, con fecha para diciembre, será el último de la serie, por lo que la serialización digital en Jump+ y su primo internacional finalizará en las próximas semanas.
En lo que quizás es una nota más editorial que noticiosa, me llamó la atención el dialogo en redes sociales en torno a la última entrega de Dragon Ball Super. Más precisamente, el capítulo 65 de la serie dibujada por Toyotaro (bajo la supervisión de papá Toriyama) y que se disfruta por estos pagos day-and-date con Japón gracias a Manga Plus.
Si bien debo admitir que la serie no es de mi interés (aunque si reseño la colección Dragon Ball Color de La Nación e Ivrea, como les recuerdo siempre), me resulta interesante como el último giro en la saga, que actualmente se encuentra en el climax de la saga de Moro, parece haber quebrantado la fe de hasta los seguidores más férreos.
El tono general de la discusión oscila entre la decepción y el enojo, ante una serie que vuelve a caer en los mismos clisés de siempre (clisés, que es cierto, contribuyó a crear gracias al éxito devastador del manga original en los 80s y los 90s). Sin meterme en spoilers, más que nada porque no podría al no ser un lector, parece que una vez más el amague de un “cambio de antorcha” terminó siendo justamente eso, una amague, mientras que Goku se comporta más Goku que nunca.
De todos modos, dudo que esta disconformidad entre los fans llegue a mayores y afecte el curso de la serie, siendo que Dragon Ball continúa siendo la gallina de los huevos de oro, y lo es más que nunca gracias a que el público norteamericano lo descubrió una década después que nosotros.
Como siempre, recuerden que el TierList que armé con todas las series presentes en Manga Plus está disponible si lo quieren usar, búsquenlo en Twitter con el #TierListMangaPlus.
Summer Time Rendering #129: “Chapter 129”
Cualquiera que haya jugado un J-RPG, algún Final Fantasy por ejemplo, sabrá que llegado el último tirón del videojuego, la cosa se empieza a alargar. Saben de lo que hablo cuando refiero a esta “rampa de salida” cada vez más empinada, que puede tomar la forma de una mazmorra larga sin punto para grabar nuestro progreso, o un enemigo final con una serie aparentemente infinita de reencarnaciones y barras de HP.
El jugador más cínico, y cansado después de cientos de hora de juego, puede interpretar esta última prueba como un innecesario gesto de sadismo. Uno más competitivo puede leerlo como una última prueba, un desafío final a superar para probarse digno de llamarse alguien que “se dio vuelta el juego”.
Pero, quizás, esta renuencia a terminar puede leerse como la incapacidad del juego, de sus arquitectos, de soltar. De dejarnos ir. Si la historia ya está contada ¿Qué se gana estirando la resolución final? Es cierto, apilar tensión puede, de hacerse de manera experta, amplificar la catarsis. Pero si, por el contrario, se hace sin tacto, alargando por alargar, se corre el riesgo de perder la atención de la persona del otro lado de la pantalla. De tensar tanto el hilo que se termina por cortar.
¿A qué viene esta larga analogía? A que esto es lo que siento me pasa como lector de Summer Time Rendering, el manga de suspenso sobrenatural que Yasuki Tanaka viene serialización desde hace 3 años en Jump+.
Uno de los primeros títulos con los que me enganché en Manga Plus, devoré sus primeros 60 y pico de capítulos, cautivado por su misterio central y la lógica obsesiva con que se construía a lo Death Note. Como suele ser usual en estos casos, especialmente en mangas de suspenso, el paso a la lectura semanal se sintió. Aunque la expectativa por ver cómo se iba a desenredar su compleja telaraña de loops temporales y sus carismáticos personajes me mantuvieron en vilo.
Sin embargo, desde ya hace un par de meses que siento que la tensión del hilo de mi atención está cada vez más cerca de romperse. Sí, es claro que la serie está en su recta final, y que tan pronto como unos meses estaremos leyendo su conclusión. Pero es especialmente en estos momentos de climax donde pareciese ser común que los mangakas o sus editores se pongan avaros e intenten sacarle 1 o 2 tomos más al manga.
En el caso específico de Summer Time Rendering, el enfrentamiento en el gimnasio, la revelación de la verdadera naturaleza de Shide, el retorno de Ushio y la muerte de Hizuru elevaron la apuesta de la serie, llevándola a un momento de clímax y tensión. Por eso el viaje a la cueva de Haine se sintió cómo la batalla final, y hasta diría que llegando un poco tarde. Que ahora se agregue una capa más a este enfrentamiento, enviando a los personajes a una cuarta dimensión, además del descubrimiento de que Haine es en realidad dos, se siente como ya un poco demasiado.
Por supuesto, todos estos son problemas que uno tiende a ver con más indulgencia cuando lee la serie entera, pero en el momento de la serialización semanal se sienten particularmente molesto. Porque, además, Tanaka suele saltarse una que otra semana de publicación (aunque en este punto no puede culpárselo, siendo de público conocimiento el ritmo de trabajo demencial que siguen los mangakas).
Dicho esto, no quiero que se lea mis argumentos como una imputación descalificadora del manga. Todo lo contrario, si lo digo es porque es una de mis series favoritas en Manga Plus, y una de un género que pocas veces tiene chance de florecer en la Jump. Esperemos que el final tenga los suficientes fuegos artificiales para limar los bordes toscos de este último tramo, y todavía más, que alguna editorial decida publicarlo en papel en nuestro país para darle una releída como dios manda.
En el podio del “ranking” de esta semana hay un par de sorpresas. Primero que nada, Dr. Stone le roba el número 1 a One Piece, pero quizás más impresionante es la performance de Mission: Yozakura Family, que continua su redención copando el bronce ¿Quién hubiera dicho que esta serie que coqueteaba con los últimos puestos hace solo unos meses, ahora estaría en el tercer lugar?
Highschool Family debuta a mitad de tabla, apenas encima de su coetánea Phantom Seer, aunque sabemos lo rápido que se aburre el público japonés de los gag mangas. Veremos cómo aguanta la semana que viene, que traerá también debut en el ranking de la última serie estrenada en la Jump.
El fondo es muy parecido al de la semana pasada, con un Shakunetsu no Nirakanai que no levanta cabeza, esta vez emparedado entre Moriking y Agravity Boys. El que no aparece es Ayakashi Triangle, que gracias a sus páginas a color se sale de la competencia esta semana. De todos modos, las muy buenas ventas de su primer volumen, que duplican las de Mashle y muerden los talones de las de We Never Learn, vaticinan que la nueva serie de Kentaro Yabuki llegó para quedarse. Por ende, poniéndole presión a las otras series nuevas y aquellas que, como las tres del podio negativo, frecuentan el fondo del índice.
El próximo domingo en Manga Plus traerá consigo las novedades del número 48 del 2020 de la Jump, incluyendo el retorno de Hero Academia. La tapa será para Dr. Stone, y debuta el cuarto competidor por la Golden Future Cup, aunque lamentablemente estos one-shots no están siendo traducidos en Manga Plus. Nos leemos entonces.