Almer Integral presenta una serie de aventuras medievales que nos demuestran que el cómic argentino aún tiene mucho para dar.
A mediados del año pasado, el sello independiente Atmósfera puso a la venta el primer tomo impreso de Almer, un cómic creado por el dibujante quilmeño Manuel Loza (conocido en el ambiente como Capitán Manu) que recopila las aventuras de un personaje que hasta ahora solo nos había sido presentado a través de webcomics o recopilatorios como las revistas de Panxarama.
El libro nos cuenta algunas de las aventuras de Almer, un caballero novel que está al servicio del Rey Arturo y que debe salir en búsqueda de diferentes aventuras lejos de su reino para intentar probar su valía. Esto, sin embargo, no es más que una excusa a través de la cual el autor nos introduce en un mundo medieval en donde podemos ver reflejados muchos de los valores y defectos que encontramos con frecuencia en el ser humano: valentía, amistad, traición, confianza, miedos, inseguridades e incluso depresión forman parte de un cóctel a través del cual iremos conociendo en profundidad a Almer, Nyneve, Gawain y un sinfín de entrañables personajes. Quizás, en el viaje, terminemos incluso por conocernos un poco más a nosotros mismos.
El Dibujo
Sin duda uno de los puntos fuertes del tomo. La calidad del dibujo es muy buena y cada personaje cuenta con rasgos únicos y muy distintivos que pueden apreciarse en cada viñeta, independientemente de la situación en la que se encuentre inmerso el personaje. Otra de las cosas que más se aprecia en los dibujos del Capitán Manu son las expresiones faciales de sus personajes, algo que siempre es de agradecer y más aún cuando el tipo de historia lo amerita. Claro ejemplo de esta situación es el capítulo titulado “El miedo”, uno de los puntos de quiebre más relevantes de la saga y sobre el cual entraremos en profundidad más adelante.
En cuanto a los entintados, el tomo es de lo más armónico. En ningún momento se siente esa incomodidad o incongruencia que a veces suele presentarse debido a las diferencias de impresión que existen entre las diferentes revistas recopilatorias. Entre los entintados más logrados, podemos mencionar a los capítulos “Ellos” y “El hambre”.
Las historias
Almer Integral cuenta con un total de 10 historias autoconclusivas y de extensión más bien breve. La mayor parte de ellas lo tienen a Almer como el principal protagonista. Sin embargo, también tendremos historias en donde podremos apreciar un poco más de cerca la profundidad del personaje de Sir Gawain y hasta nos daremos el lujo de presenciar un crossover con el personaje de Érika, otro caballero creado por el artista El Santa, quien también supo pasar por la revistas de la Editorial Panxa.
Las historias de Almer Integral atrapan. Apenas uno comienza a leer “El Barquero” (historia que da inicio al tomo), ya se siente inmerso en el maravilloso mundo el medioevo. No hace falta que nadie nos explique dónde estamos ni qué estamos viendo, ya que el artista solo utiliza una viñeta para contarnos quién es Almer, por qué está donde está y hacia dónde están orientadas sus aventuras. Para quienes no estén acostumbrados a la literatura del medioevo, cada historia supone un desafío; para quienes sí lo están, cada historia supone un reencuentro con una buena cantidad de referencias y homenajes a la mitología medieval clásica, principalmente a la que rodea al legendario Rey Arturo.

Si nos proponemos explorar un poco más en profundidad cada una de las historias, nos encontramos con algo que hacen de este un tomo muy particular: sus reflexiones; y es que cada uno de los 10 capítulos que hacen al tomo, no solo trae como componente la aventura, sino también el crecimiento. Así, a medida a que vayamos recorriendo las páginas, veremos cómo Almer no solo enfrenta a monstruos y dragones, sino también a sus propias debilidades. Del mismo modo, veremos que su espada y su armadura no son las únicas armas con las que cuenta, ya que el personaje irá haciendo aprendizajes y adquiriendo fortalezas que lo ayudarán a sobrevivir y salir airoso en cada una de sus aventuras.
Las dos historias más recomendadas del tomo son “Ellos” y “El Miedo”. En la primera, presenciamos una impecable alegoría acerca de las relaciones de poder y el concepto de pueblo. Como termina rezando al final el protagonista, “A veces creo que [los habitantes del pueblo] desconocen su verdadero poder. Y a veces creo que si existimos es solo porque ellos nos lo permiten”.
En la segunda, vemos como el poder, la gloria y el prestigio pueden no significar nada cuando la depresión se apodera de nuestras vidas. En esta historia, veremos a Almer lidiando con uno de los desafíos más duros: la batalla contra sí mismo.
Conclusión

Almer Integral es un tomo que nadie debe perderse y que puede conseguirse en la gran mayoría de las comiquerías del país y a un precio económico. Es un cómic para chicos y para grandes, destinado a todas aquellas personas que estén dispuestas a sumergirse en el mundo del cómic nacional e independiente.
Si me lo preguntan a mí, el viaje sí valió la pena.