Reseña del tomo número treinta y tres de la Colección Salvat de DC Comics – Green Arrow: El arco del cazador.
Si bien el personaje de Oliver Queen nació allá por 1941, no fue hasta las décadas del 70/80 donde el personaje tuvo su gran auge y en ambos períodos hay un factor común a destacar: Mike Grell. Green Arrow: El arco del cazador es tal vez una de las historias más oscuras del arquero de DC Comics y una de las que marca el cambio que el personaje estaba sufriendo.
El personaje que nació originalmente como una versión verde de Batman, fue adquiriendo con el correr de los años sus rasgos más similares a Robin Hood. Pero no fue hasta la incursión de Dennis O’Neal y Neal Adams dónde el personaje realmente creció durante el evento Green Lantern/Green Arrow. Esta evolución del personaje fue continuada por Mike Grell llegando a su punto máximo en El arco del cazador (Longbow Hunter).
Grell, nacido en Chicago allá por 1947, ha sido parte principalmente de DC Comics habiendo destacado en sus trabajo realizados para Action Comics, Green Lantern, Flash, Superboy y Legion of Superheroes; aunque también tuvo un paso por Marvel donde dio vida a Iron Man y X-Men Forever.
El arco del cazador nos acerca una sino la historia más oscura del personaje hasta el momento que se publicó. Cambiando a los supervillanos y rouges corrientes por criminales de la calle y problemáticas sociales – algo que Oliver viene enfrentando desde los ’70 -, Grell nos inunda de la oscuridad que golpea los callejones de la ciudad con problemas reales.
Sin duda alguna, la situación que el autor lleva a pasar a Black Canary, la icónica pareja de Oliver y superheroína, marca la tonalidad de la historia en la que estamos navegando demostrando una vez más que los cómics no son dibujitos para infantes sino que nos permiten ahondar en temas sumamente sensibles como los los abusos y torturas.
Todo el arco conocido originalmente como The Longbow Hunter es narrado con un dibujo del propio Grell muy logrado. Su trazo alejado del cartoon, presenta pinceladas muy realistas, las cuales resultan atractivas a la vista, lo que desemboca en un apartado gráfico verdaderamente destacable. El uso del color es también de lo mejor de la colección porque se funde con los lápices con naturalidad, incrementando el buen aspecto de las páginas.
Sin duda alguna estamos ante una de las mejores historias por las que Green Arrow ha pasado la cual logra mantenerse vigente por más que más de dos décadas hayan pasado.