Review del décimo y onceavo número de la Colección de Salvat DC Comics – JLA: Año Uno parte I & II.
Al igual que como sucedió en los primeros dos números de la colección (Batman: Silencio), Salvat, debido a la longitud de esta historia (12 Issues) decidió separar JLA: Año Uno en dos tomos, para facilitar la comprensión de los mismos, nosotros decidimos volver a unificarlos y armar una reseña completa del mismo.
En este arco volvemos a encontrarnos con un guionista conocido de la casa: Mark Waid. Para aquellos que piensen de donde les suena el nombre, Waid fue el autor de otro de los tomos que ya salió en esta colección: Torre de Babel y además ha trabajado en grandes historias como Kingdom Come y Age of Apocalypse para Marvel antes de firmar la exclusividad con DC Comics.
Brian Augustyn también fue partícipe de esta historia. En colaboración con Mark Waid, Brian tiene a sus espaldas una enorme trayectoria en el terreno de la edición, actividad que ha compaginado con proyectos esporádicos como guionista. Cabe destacar que no es la primera vez que Augustyn trabaja con Waid ya que previamente lo hicieron en los ’90 en la serie regular de The Flash.
Con lo que al arte de esta historia respecta, el encargado de prestar los lápices fue Barry Kitson quién se inició en la subsidiaria de Marvel en UK y posteriormente desembarcó en los Estados Unidos trabajando en historias como Judge Dredd, L.E.G.I.O.N., Batgirl, The Titans, o Legión de Superhéroes.
Waid encaró este ambicioso proyecto de 12 números con el objetivo de limpiar un poco las incongruencias históricas que se producen por el pasamanos de autores en cada linea. En base a esto, el guionista de Kingdom Come se enfocó en aquel equipo formado en 1960 narrando así los primeros días de vida de este popular equipo de héroes.
No sólo decidió centrarse en sus primeras batallas, sino que hizo un interesante hincapié en el proceso de acoplamiento que surgió en base a su condición de debutantes y a las consecuencias en la vida privada de cada uno de los protagonistas.
La prepotencia y vanidad de Hal Jordan, la discreción y perfil bajo de Barry Allen, el sentimiento de exclusión social que comparten tanto Aquaman como J’onn J’onzz, y la rebeldía de Dinah Lance reflejan el lado más humano de quienes se esconden tras las máscaras que conocemos e idolatramos.
Podemos ver el clásico estilo de Waid (un poco ausente este punto en Kingdom Come) que tiene los destellos justos de comicidad, casi imperceptible pero que logra arrancarnos una dibujada sonrisa de nuestras caras. La trama a medida que avanza va atrapandonos dándonos la cuota justa de información en cada página logrando mantener el suspenso hasta el final de la historia y no tirando todo a rabietas.
Para terminar de entender esta aventura, JLA: Año Uno es una de esas aventuras ideales para quienes quieran sumergirse en el mundo comiquero. Ávida de acción e interesante trama logra captar tanto a los lectores asiduos de cómics como a aquellos debutantes en una espectacular vorágine de eventos.