Reseña del número veintidós de la Colección Salvat de DC Comics: Lex Luthor – Hombre de Acero.
El tomo 22 de la Colección de Novelas de DC Comics, Lex Luthor – Hombre de Acero, es una de las más importantes historias dedicadas al gran enemigo de Superman. Bajo la siempre confiable mano de Brian Azzarello y los increíbles diseños de Lee Bermejo, este número explica un poco más sobre quién es realmente Lex.
Para comenzar, es bueno conocer al autor de la obra. Brian Azzarello ha sido premiado con un Eisner por su trabajo en 100 Bullets con el argentino Eduardo Risso. Otra obra que ha realizado para Vértigo ha sido Hellblazer, que narra las aventuras de John Constantine, y actualmente Loveless, mientras que para Marvel las miniseries Banner o Cage. Luego de estos trabajos, Azzarello fichó en exclusiva por DC Comics, su trabajo más comercial junto a la presente miniserie es la etapa de 12 números que comparte con Jim Lee en la cabecera central de Superman.
Por parte de los dibujos de la obra, el encargado de poner el lápiz fue el siempre destacado Lee Bermejo. A tes de esta obra y Joker, Bermejo destaca su técnica solo en portadas y alguna que otra página. Lex Luthor: Hombre de Acero fue el primer trabajo integro donde el artista expone sus trazos ultrarealistas que destilan talento por cual margen se mire.
En Lex Luthor: Hombre de Acero, la obra que nos compete en este momento, Brian nos presenta un Luthor distinto al de siempre, casi simpático podría decirse. De hecho el autor hace una autopsia detallada de su personalidad con el afán de entender y explicar sus motivaciones y mecanismos internos, mostrándonos como para su visión, él mismo es nada menos que un héroe, mientras que su enemigo, el bicho Kryptoniano, se lo muestra como a un pérfidos extraño que poco recuerda al Superman de toda la vida.
Esta historia nos trata muy bien la filosofía del genio que maneja Lexcorp, como para él ya no es cuestión solamente de que el extraterrestre pasee a su gusto por la ciudad de Metrópolis como si de un dios se tratara, para Lex hay que tener en cuenta cómo su intervención en la vida del hombre, aún suponiendo que esta es siempre para mejor, repercute negativamente en el avance de la especie.
A lo largo de sus páginas, Azzarello y Bermejo logran hacernos tomar una posición anti-Superman llegando a empatizar con el Lex Luthor que se nos presenta ya que como reza Bruce Wayne en Injustice 2 “Todo villano es el héroe de su propia historia“.