Reseña del tomo número treinta y cuatro de la Colección Salvat de DC Comics – Wonder Woman: Dioses y mortales.
Muchos encontrarán similitudes entre este nuevo volúmen de La colección DC Comics de novelas gráficas y la película dirigida por Patty Jenkins, Wonder Woman, que se estrenó este 2017. Es que es notoria la inspiración por parte de la productora en la obra de George Pérez y Len Wein, convirtiéndose así, Dioses y mortales, en la base de la cinta estelarizada por Gal Gadot.
Una joven Diana, nueva al mundo de los hombres, debe enfrentar una de sus más grandes batallas, puesto que antes que se le presente la oportunidad de asimilarse por completo en su nuevo hogar, Wonder Woman deberá hacer frente al dios griego Ares, ya que planea encauzar la Tercera Guerra Mundial.
A cargo de esta historia, que sirvió para volver a narrar los orígenes de esta emblemática heroína en el mundo post Crisis de DC, contamos con la presencia de una leyenda de la casa: George Pérez. El escritor yankee de ascendencia puertorriqueña fue un ícono de la década de los ’80 en el mundo comiquero y ha sido parte de varias de las grandes historias de aquellos tiempos. Hulk: Imperfect Future, Crisis on infinite earths, Infinite Crisis, The New Teen Titans y muchos más han sido algunos de los grandes títulos en los que Pérez ha dejado su impronta a lo largo del tiempo.
Por otra parte, también contamos con la presencia de Len Wein, fallecido recientemente. Wein fue el co-creador de The Swamp Thing y se destacó mucho el paso del escritor por las filas de La Casa de las Ideas, sobre todo cuando dejó su sello personal en los trabajos de X-Men.
Volviendo a la historia, este renacer de Wonder Woman de la mano de Pérez, nos cuenta los orígenes de Diana de la Isla de Themyscira, un paraíso alejado – y escondido – de la humanidad donde una joven guerrera ha sido concebida por gracia de Zeus a partir de una arcilla mágica con el objetivo de que crezca bajo la tutela de la Reina Hipólita y sea entrenada por el cuerpo de Amazonas que habitan dicho paraíso.
Una historia que habla de la irrupción de una mujer poderosa en el mundo controlado por los hombres, una historia de lucha de género mucho antes que fuera el trending topic que es ahora y todo de la mano de un gran artista.
La mitología además que se emplea a lo largo y ancho de las páginas de Dioses y mortales, los antiguos – y griegos – Dioses y sus acciones, como ellas repercuten en la humanidad y como una guerrera de un paraíso oculto es la única salvación si la humanidad quiere evitar que Ares desate todos sus terrores en el mundo son algunas de las cosas con las que uno se topa cuando encara esta lectura casi obligatoria de Wonder Woman.
Si bien por momentos a los dibujos parece que el tiempo les ha pasado, no ha hecho estragos en ellos, uno aún puede disfrutar del arte y el estilo que predominaba en la década dónde esta historia fue concebida sin que se haga tediosa para los ojos del lector promedio.
Wonder Woman: Dioses y mortales es una lectura obligatoria, más aún que se ha estrenado la película y esta novela gráfica ha pasado a ser fuente de consulta para aquellos que hayan quedado con alguna duda del universo de Diana de la Isla Paraíso.