Review del cuarto tomo de la saga Clásicos de la Colección de Salvat Marvel: Fantastic Four La llegada de Galactus.
En un nuevo número de la colección definitiva de novelas gráficas de Salvat, se presenta Cuatro Fantásticos: La llegada de Galactus, el tomo clásico IV y el 66 de toda la colección de tapa negra que recopila Fantastic Four Vol. 1 #44-51 y Annual #3. Estamos, sin precedentes, a un número único y especial referido a toda la colección como también a un evento muy relevante en la historia de Marvel: la presentación de Galactus con todo su poderío.
Los Fantastic Fours, el primer grupo superhumano que catapultó a Stan Lee y sirvió como caballo de batalla para la editorial en sus comienzos, presenta una serie de números que, cómic a cómic, va creciendo en emoción como también en sorpresas. Desde un primer momento, La llegada de Galactus empieza con mucha acción y la presentación de personajes relevantes como también inesperados: ni más ni menos que Black Bolt y los Inhumanos hacen su debut en las viñetas ante la incógnita de Reed Richards y todo el grupo por saber quiénes son, de donde vienen o porqué están en la tierra.
Siguiendo la línea de Lee de crear héroes más cercanos al público y terrenales, los Fantastic Fours deberán enfrentar temerosos villanos como el Hombre Dragón como también así resolver los problemas internos del equipo: la inestabilidad matrimonial de Susan Storm con Mr Fantastic debido a su obsesión con el trabajo y el poco tiempo hacía su mujer; Johnny Storm y su accionar impulsivo y adolescente y Ben Grimm y los traumas en cuanto a sus relaciones a consecuencia de su aspecto físico. Si ya la vara estaba demasiado alta con Blackbolt, tanto Stan como Jack Kirby todavía no habían jugado su carta más audaz: Galactus se imponía en las viñetas ante una presentación que dejaba helado a los héroes de Marvel.
Como si esto fuera poco, Silver Surfer también decía presente para jugar un papel determinante en la historia y su resolución. Además de las constantes dudas que aquejan a los grupo del edificio Baxter, el heraldo de Galactus también comienza a replantearse su origen y propósito: como en las típicas historias de Lee, será el humano común y corriente -y tal vez el más débil- quien les enseñe a Surfer ciertas emociones que creía desconocer.
En cuanto a su narrativa, Lee presume de su astucia y estilo para dejar fluir la historia con diálogos atrapantes, reflexivos y dinámicos, haciendo muy activa su lectura y desarrollo para los lectores. Si se nombra a Jack Kirby son palabras mayores: característico, contundente y esencial en la comprensión de cómo se imaginaba en la época de los ’60 a los movimientos, reacciones y destrezas de los personajes, sin perder nunca la calidad ni sus dimensiones. Viajes entre galaxias, golpes y puñetazos por doquier, personajes de otros mundos y más dudas que certezas son algunos de los atenuantes que presume la colección de Fantastic Four Vol. 1 #44-51 y que dejará al lector con ganas de saber qué pasó después de tales proezas. Para finalizar, un Annual que reproduce el intento de luna de miel de una familia tan disfuncional como cualquier otra, salvo que los Fantastic Fours deberán hacerle frente al devorador de mundos otra vez.
Desde el vamos, La llegada de Galactus es un tomo indispensable para la biblioteca de cualquier lector, con las primeras apariciones de personajes muy influyentes, además de contar con una narrativa y visual de la época de oro de Marvel, donde las grandes historias empezaban a florecer y marcar el camino a grandes rasgos de lo que hoy son los personajes y su mitología.