El mítico editor de Marvel, Stan Lee, fue internado de urgencia, pero ya se recupera sin sobresaltos en su hogar.
El sitio de chimentos TMZ reportó que el nonagenario Stan Lee había sido llevado al hospital Cedars-Sinai en Los Angeles la noche del miercoles pasado tras sufrir un episodio de problemas respiratorios y arritmia.
Via The Hollywood Reporter, Lee informó que ya hoy viernes se encuentra recuperándose sin complicaciones en su hogar.”Solo quiero decir que me siento muy bien”, dijo Lee al ser entrevistado en el noticiero ABC 7Thursday. Si bien primeros informes arrojaban que el guionista debería pasar algunos días en el hospital haciéndose diferentes análisis y chequeos, finalmente fue dado de alta por los especialistas.
Stan Lee, que ya suma 95 años, mantiene un ritmo envidiable para alguien de su edad. El rey de los cameos se había encontrado el lunes mismos en la premiere mundial de Black Panther premiere. El personaje, primer superhéroe negro, fue creado por Lee y Jack Kirby en las páginas de Los 4 Fantásticos en 1966.
También podría interesarte: Conan el Bárbaro vuelve a Marvel en 2019
Nacido en 1922 en New York, Lee es reconocido como el padre del universo Marvel. Bajo su mandato como editor en jefe en la editorial expandió la noción del universo compartido de los superhéroes, así como su ubicación en un escenario real a diferencia de las ciudades ficticias de DC. Junto con artistas como Jack Kirby y Steve Ditko, creó a Spider-Man, Hulk, Doctor Strange, Los 4 Fantásticos, Daredevil, Black Panther, los X-Men. Junto con el escritor Larry Lieber comparte el crédito de la creación de Ant-Man, Iron Man y Thor.
En los últimos años el legado de Lee ha sido revisado a la luz de las declaraciones de sus compañeros creativos. En particular el difunto Jack Kirby supó ser una voz crítica hacía el labor de Lee en Marvel. La principal objeción que elevaron Kirby y otros fue que el aporte autoral de Lee a las historietas de la edad de oro de Marvel con el tiempo se limitó a sintéticos resumenes que los dibujantes se encargaban en convertir en ejemplares de veinte páginas, sin que el editor les reconociera jamás ese aporte creativo.
