Una década ha pasado desde que Zack Snyder deslumbró con su versión de Watchmen. ¿Es la mejor película de superhéroes?
1986. DC Comics publica de la mano de Alan Moore y Dave Gibbons Watchmen, una espectacular historia que narra las vivencias de un polémico grupo de superhéroes durante la guerra fría. 2009. Zack Snyder, quién venía de romper todo con 300, estrena la primera adaptación audiovisual de este histórico cómic recibiendo críticas mixtas de la prensa pero un fuertísimo apoyo por parte de los fans. 2019. A 10 años de haber llegado a los cines nos preguntamos: ¿Es Watchmen la mejor película de superhéroes?
Hoy en día, ante un mundo que mide todo por los puntajes de Rotten Tomatoes y los números de la taquilla, es muy difícil que se considere a una película cuyo tomatómetro es de un 64% y su recaudación rozó los 185,3 millones de dólares una obra maestra del cine, pero bueno, para debatir estas cosas es que el fandom está y es para lo que nosotros decidimos enaltecer los valores que hacen de Watchmen la mejor (o una de las mejores) adaptaciones cinematográficas que el mundo de las novelas gráficas haya tenido.
Comencemos hablando del director: Zack Snyder. Hasta el momento del estreno de esta cinta, Zack solo había dirigido dos películas: Dawn of the Dead (7.3 en IMDB) y 300 (7.7 en IMDB), marcando con la última una incursión más que interesante al mundo de los cómics puesto que se trataba de una adaptación de la obra escrita por Frank Miller. Ahora, sin embargo, Snyder tenía en sus manos una responsabilidad enorme, puesto que Watchmen es considerada por muchos la novela gráfica más preponderante de la historia y hacerse cargo de este proyecto, con tan poco rodaje en su haber, y con varias cintas de superhéroes haciendo mella en aquellos años (Iron Man y The Dark Knight) no era tarea fácil.
Entonces, ¿qué es lo que hizo bien Zack Snyder para que luego Warner Bros. lo consideré el candidato ideal para manejar su DCEU? Bueno, básicamente todo. Comenzando con la elección del elenco encabezado por Jackie Earle Haley en el rol de Rorschach, quién se come la película, todos los personajes recibieron al mejor actor que podrían haber tenido. Patrick Wilson como Nite Owl es simplemente fantástico, lo mismo que Billy Crudup como el Doctor Manhattan y Matthew Goode como Ozymandias.
Con el reparto ya definido (¡Y dios mío, de qué manera!), pasemos a la adaptación propiamente dicha. Si algo caracteriza al cómic de Moore es que el mismo trabaja en grises. Héroes, villanos, buenos, malos, todo depende la concepción y desde el lado del prisma que veamos la historia. Esto es algo que se transmite perfectamente en las 3 horas 35 minutos de la Director’s Cut que llegó al formato doméstico. Edward Blake (Jeffrey Dean Morgan), por un lado aclamado héroe popular, por el otro un violento acosador sexual. Ozymandias es el humano más inteligente del mundo, un excelso combatiente y un visionario empresario, sin embargo, detrás de este personaje se esconde una persona tan pero tan fría que es capaz de aniquilar media Nueva York sin remordimientos. Esto es algo que la mayoría de películas del género no trabajan ya que están 100% polarizadas, el bueno es el protagonista y el malo es el malo, poco hay que discutir. ¿Alguien diría que El Joker o Thanos son buenos tipos en el fondo? Esto es algo que sí sucede a lo largo de toda la película de Watchmen, no hay malos ni buenos, solo distintos actores en una compleja escena política.
Otro de los puntos que hacen sobresalir esta cinta es que adapta lo que tiene que adaptar a la perfección, pero lo que cambia ¡lo hace para bien! Analicemos el caso más claro, el final de la película comparado con el cómic. Mientras que en la viñeta el plan de Veidt es enviar a Nueva York un cyborg creado por él para simular una invasión alienígena, y que el mundo se una ante este catastrófico evento, en el film Zack decidió convertir al Dr. Manhattan en el chivo expiatorio para lograr la paz a través de una explosión atómica.
A nivel cinematográfico la película tiene una serie de apartados que destacan más allá del género. La coreografía de las escenas de acción, sobre todo la del callejón dónde Dan y Laurie Juspeczyk enfrentan a una pandilla que intenta asaltarlos, fue uno de los puntos fuertes de la cinta, y probablemente fue lo que Warner vio que Zack podía agregarle a las cintas de superhéroes que estaban planeando como Man of Steel. El otro tópico que se destaca de esta cinta, pero que luego se le criticaría a sus adaptaciones de DC, es la paleta de colores que usa, la cual en el caso de Watchmen acerca mucho a la cinta a una novela gráfica y más a una tan gritty como la de Moore.
Por último, el asterisco final que hace de esta la mejor película del género, es el hecho de no haber tenido miedo de dirigirse a un público adulto y más específicamente a uno de nicho. Estamos ante una cinta de casi 4 horas de duración (en su Director’s Cut) y a pesar de que pueda sonar a una eternidad, la película recorre un camino tan profundo y a su vez vertiginoso que en ningún momento sentimos que le sobre nada, al punto que quizás le falten algunas escenas aunque ya es mucho pedir. Watchmen es oscura, violenta, polémica y cruda, tal cómo lo es el cómics, y en una sociedad dónde lo políticamente correcto reina, es esto tal vez lo que mejor hace la cinta: romper con lo convencional y ser lo que tiene que ser.