Another Code, la IP que vio la luz durante los años de DS y Wii, da el salto a la actual generación de Nintendo con un pulido necesario para la franquicia.
Cuando llegan o se anuncian estas colecciones de sagas que marcaron un impacto durante su lanzamiento, es imposible ignorar que hay algo detrás de ellas. Es probable que la jugabilidad haya quedado vieja, los gráficos ni hablar y que la historia ya haya sido comentada una y mil veces. Entonces: ¿Qué es lo que impulsa estos lanzamientos?
Another Code, franquicia que debutó en 2005 y tuvo su secuela en 2009, tiene algo único que pocos juegos logran: corazón. Nintendo así lo sabe (siempre lo supo), y busca explotarlo de la mano de un compilado que ofrece los dos juegos desarrollados por Cing, pero adaptando a Switch sus mecánicas, algo que no era sencillo ya que la DS contaba con una segunda pantalla táctil de la cual hacía mucho uso hace casi dos décadas.
¿Alcanza con rediseñar para modernizar?
A 15 años de la última vez que la vimos, Ashley regresa para revivir las dos historias que ofreció en su momento. Una más compacta, concreta y certera como Another Code: Two Memories (2005), y una más ambiciosa pero que no logra el golpe de efecto de su predecesora como lo fue Another Code: R – A Journey into Lost Memories (2009).
Two Memories nos sumerge en la experiencia de Ashley, que acaba de descubrir que su padre, a quien creía fallecido desde los tres años, está vivo y la invita a reunirse con él en la Isla Blood Edward. La totalidad del juego tiene lugar en la mansión ubicada en la isla, y explorar esta casona a lo largo de la aventura nos llevará aproximadamente entre 5 y 6 horas de juego.
A medida que exploramos la mansión junto con nuestra protagonista, se revelarán pistas sobre su pasado en formato de flashbacks y recuerdos, así como también la verdad detrás de la desaparición de su madre. Lo clave para hacer estos descubrimientos es ahondar en las relaciones, tanto en la de Ashley con su padre, que se convierte en el eje emocional de la historia, así como también la que entablará con D, el fantasma de un niño cuya memoria despareció y deberemos ayudar a recomponer.
Para llevar adelante todo este apartado de exploración y resolución de puzzles, que es el corazón de lo jugable, vamos a contar con el DAS, una suerte de gadget con formato de Nintendo Switch que sirve para tomar notas, fotografías y recolectar información. Originalmente esto se hacía mediante la pantalla táctil de la DS, pero Nintendo reimaginó de forma acertada todo este segmento para traerlo a la modernidad y que no se sienta tan quedado en el tiempo. Pese a este esfuerzo, no hay uno solo de estos puzzles que ofrezca un desafío, y menos aún si jugamos con la guía activada, algo que viene por defecto, que básicamente transforma al juego en un walking simulator.
Definitivamente, esta primera entrega es la más redonda de las dos que conforman este título recopilatorio. En parte esto se debe a cómo está contada la historia, sin demasiados desvíos y con un enfoque muy claro en lo que uno quiere descubrir, que es el trasfondo de la relación entre Ashley y su padre. También, se destaca el hecho de que todo está bastante contenido, ya sea por el tamaño del mapa o porque vamos a interactuar con una cantidad acotada de personajes. Two Memories se siente mucho más coherente con su relato y permite que nos sumerjamos de lleno en los misterios que rodean la vida de Ashley, su padre y D.
A diferencia de otros títulos recopilatorios, Another Code: Recollection unifica ambos títulos en una gran aventura, por lo que A Journey into Lost Memories comienza inmediatamente después de los créditos del primer juego, casi como si fuera una segunda parte del mismo.
Luego de dos años volvemos a encontrarnos Ashley, que en esta oportunidad decide ir de camping a Lago Juliet, una comunidad alejada de la civilización, rodeada de naturaleza. Sin embargo las cosas se complican rápidamente. Ni bien llegada al campamento, nuestra protagonista es víctima de un robo y, para colmo, comienza a experimentar visiones extrañas del pasado que involucran a su madre.
Con un mundo mucho más amplio para recorrer y cargado de personajes para interactuar, A Journey into Lost Memories intenta replicar a gran escala lo que genera su precuela. Sin embargo, en ningún momento logra hacer esto, y pese a ofrecer algunos momentos interesantes donde casi nos atrapa con su narrativa, los giros argumentales se ven a kilómetros de distancia, lo que provoca que toda esa magia incipiente se esfume antes de concretarse en algo sólido.
Tanto Two Memories como A Journey into Lost Memories, son victimas del paso del tiempo. Pese a que no hay dudas que gráficamente se les ha lavado la cara y que a simple vista podríamos estar ante un juego moderno, tan solo con poner nuestras manos en los Joycon nos damos cuenta que estamos ante un título lento y un tanto tosco. Los movimientos, transiciones y cutscenes se sienten muy pesadas, sobre todo en el segundo título cuya duración y diálogos triplican a su predecesor y las falencias que uno puede llegar a dejar pasar en Two Memories debido a su corta duración, ahora se ven multiplicadas por tres, lo cual solo expone un flojo envejecimiento.
De cualquier forma, y más allá de que las mecánicas no hayan envejecido de la mejor forma, el alma del juego (sobre todo del primero) sigue ahí, tan presente como la primera vez que un cartucho entró la DS hace casi dos décadas. Explorar y ahondar en los misterios que envuelven a Ashley y su familia es lo más cautivante de una franquicia que pone la memoria y recuerdos en el centro de la escena.
Conclusión
Another Code: Recollection es la puesta a punto de un juego que marcó una época en Nintendo. Con una gran historia en su primera entrega y una segunda que teclea un poco más debido a su ambición y tamaño desmedido, el juego siente el paso del tiempo sobre todo en su velocidad y dinamismo a la hora de ofrecer fluidez en la jugabilidad.
Más allá de eso, es una excelente oportunidad para descubrir una aventura corta – la primera – y en caso de que te haya enamorado darle una oportunidad a la segunda ya que la misma es parte del mismo combo.
Pese a que la lavada de cara entra por los ojos e inobjetablemente Another Code: Recollection se ve increíble, estamos ante un juego que no logra salir del letargo. Lentitud y puzzles poco desafiantes y una secuela innecesariamente extendida opacan las buenas cosas que ofrece Two Memories.