Battlefield V intenta no dividir a la comunidad mientras intenta mostrar una propuesta diferente en una ambientación trillada hasta el cansancio, ¿DICE y EA logran su cometido? Enterate en el siguiente análisis.
Cuando tuvimos la posibilidad de jugar la beta abierta de Battlefield V, entendíamos en cierto punto por qué Electronic Arts, junto a DICE, habían decidido postergar su fecha de lanzamiento. El objetivo era claro, más aún teniendo en cuenta el pasado inmediato de ambas empresas con Battlefront 2: ofrecer un producto convincente desde el vamos, y al mismo tiempo no dividir a la comunidad.
Como contrapunto, una ambientación que ya visitamos decenas y decenas de veces. ¿Qué puede cambiar de la Segunda Guerra Mundial que no hayamos visto antes? bajo estos pronósticos, llega Battlefield V, una nueva entrega de la franquicia que viene de convencer a su público con su lanzamiento anterior. El desafío de superarse es claro, y créanme que en algunos puntos, quizás los más relevantes, consigue un paso hacia adelante, mientras que otras decisiones tomadas no se terminan de entender.
Historias de Guerra, un formato que nos lleva de vuelta a los ’90
Uno de los puntos más polémicos del reciente lanzamiento de Call of Duty: Black Ops IIII fue la ausencia de una campaña en solitario, arista que siempre fue bien vista por su, en la mayoría, sólida historia y jugabilidad atractiva.
Battlefield V tenía todo para presentar un Modo Historia acorde a la circunstancias, ofreciendo un mimo a aquellos que todavía disfrutan de esas experiencias y no se inmiscuyen tanto en la vertiente online. Lamentablemente, en el resultado final Historias de Guerra es una oportunidad desperdiciada. Intenta copiar la propuesta de Battlefield 1 pero con un resultado que no termina de convencer, principalmente porque dos de los 3 capítulos disponibles (un cuarto llegará en diciembre) tienen una dinámica de juego que atrasa no años, décadas. Después de un prologo sin hud que nos sumerge de lleno en la contienda bélica e ilusiona con el contenido que se avecina, su primer par de historias son una pseudo reinterpretación de los primeros Medal of Honor, donde eramos nosotros contra el mundo.
No estamos desestimando el factor histórico y la importancia de los héroes solitarios de la Segunda Guerra Mundial, pero el contenido ingame de estos relatos no aportan nada a la experiencia que viene a presentarse en Battlefield V. El tercero de estos capítulos, que nos mete en la piel de los soldados senegaleses que lucharon para liberar Francia (y que luego serían olvidados de todo tipo de reconocimiento por décadas), es el que nos devuelve la esencia que después se multiplicará hasta el infinito en las partidas online, pero que acá encaja muy bien gracias a un relato llevadero.
Completar los diversos relatos mantienen un denominador común, ya que DICE apostó a ofrecer un camino menos lineal, con mapas más abiertos y diversos objetivos secundarios para cumplir, donde en gran parte del trayecto se beneficiará con el sigilo, a pesar de una IA espasmódica.
Sin contar la cuarta historia que todavía no está disponible, Historias de Guerra recopila unas 4 horas de contenido, pero que nunca terminan de convencer. Tendremos que esperar hasta diciembre para poder encarnar al soldado alemán, relato que fue bastante promocionado durante las campañas publicitaria del juego.
Un frenetismo inesperado
Battlefield siempre se caracterizó por tener un estilo de juego medido, por momentos más estratégico de lo que un fps amerita, pero nunca llegó a niveles de efervescencia donde no sabíamos lo que realmente estaba sucediendo.
Intentando despegarse del ritmo pausado que dejó la anterior entrega con la Primera Guerra Mundial, Battlefield V, ya hablando estrictamente del Modo Online, nos regala una lucha encarnizada, por momentos sin cuartel, por momentos destruyendo todo a su paso, pero siempre con la seguridad de que sabemos todo lo que pasa a nuestro alrededor. Explosiones, bombas, tanques, artillería pesada, los silbidos de las balas de los francotiradores; todo puede ocurrir en segundos pero en la situación nunca se desborda.
Esta acción lujuriosa pero contenida es uno de los puntos más altos del juego y que lo empapan de una adicción considerable. DICE ajustó varios detalles que no cambian la experiencia de Battlefield pero le otorgan una dinámica muy atractiva, logrando que en ningún momento queramos alejarnos.
El factor que más atribuye a esta medida es la reducción considerable al tiempo de respawn. Sumándole a eso tenemos la opción de que cualquier compañero de equipo nos pueda revivir en los primeros segundos de nuestra muerte, algo que nos reintroduce al combate automáticamente, incluso intentando conseguir alguna vendetta de quien nos mató. Como plus, el respawn puede ser aún más corto si algún miembro de nuestra patrulla se mantiene con vida. Entonces, salvo alguna decisión adrede, siempre hay un flujo constantes de soldados activos en el mapa, lo que empapa de fluidez cada contienda, una decisión más que acertada para que los jugadores no se descuiden ni un momento porque las batallas pueden ir cambiando segundo a segundo.
Ya en combate, tanto el movimiento del personaje como la respuesta de las armas son las más acertadas de toda la saga y es un claro paso hacia adelante. Los soldados son todo terreno, pueden correr y deslizarse con la misma facilidad que atraviesan una casa entrando por la ventana o escalan una pared. El variado armamento, que se irá desbloqueando con el progreso de nuestras batallas, responde muy bien a la situación de los combates y a los gustos personales de cada uno y no se siente que haya un desbalanceo en las clases. Cada una tiene sus virtudes y falencias que impregnan de equilibrio cada combate, por eso la relevancia de que en cada patrulla haya uno de cada uno para complementar fuerzas.
Hay otras pequeñas decisiones que se empezaron a ver en la beta abierta que en el juego final empiezan a tomar mayor forma. Los médicos y artilleros son piezas fundamentales, principalmente porque son los que nos van ayudar a recuperar salud y conseguir municiones (que escasean) en nuestras avanzadas. La gestión de fortificaciones bien implementada llevan a crear pequeñas fortificaciones en segundos para resguardarnos y proteger puntos claves en el mapa. Por suerte, la jugabilidad de Battlefield V ha recibido pocas modificaciones pero positivas, intentando que la tan combatida Segunda Guerra Mundial se sienta fresca al momento de levantar las armas y combatir al enemigo.
En cuanto a los micropagos, por suerte ninguno tiene una función pay to win y la moneda del juego funciona exclusivamente para detalles cosméticos, donde le podemos cambiar de color las armas o la vestimenta a las diversas clases de soldados. Todo lo que concierne a subir de nivel y mejorar los atributos de las armas (cada una cuenta con su propia especialización y solo su uso permite que la podamos mejorar) se consigue jugando, así que mientras más horas le dediquemos a Battlefield V, el juego nos recompensará con más bonificaciones.
Un comienzo con gusto a poco, pero sin dividir a la comunidad
Toda la comunidad gamer celebró cuando Electronic Arts anunció que todos los dlc que llegarían a posteriori del lanzamiento de Battlefield V sería completamente gratuitamente. Sin embargo, es llamativa la poca cantidad de contenidos con el que comienza el juego base.
Mientras esperamos por Firestorm (el battle royale del juego), son pocos los modos que tenemos disponibles, y salvo Grandes Operaciones, Conquista y Duelo por Equipos, el resto repite bastante sus mecánicas y no terminan de convencer.
Grandes Operaciones es la gran novedad de Battlefield V, donde la acción transcurre por varios días y según el bando que nos toque, tendremos que ir completando diversos objetivos para desembocar en una batalla final para su supremacia. No solo es el modo más versatil hasta el momento, sino el más intenso y largo, pudiendo extender su duración por un par de horas, dependiendo de lo parejo que sea la batalla.
Los mapas iniciales, 8 en total, están diseñados estratégicamente de manera similar, diferenciándose de los emplazamientos urbanos a las luchas en la montaña o los brumosos pantanos de Francia. Sin embargo, es imposible no sentir ese gusto a poco después de jugar varias horas a Battlefield V y ver cómo los escenarios tienden a su repetición.
Esperamos con los brazos abiertos la llegada de nuevos mapas y contenidos, pero la hoja de ruta de Battlefield V debe ser bastante cuantiosa durante los meses en los que DICE decida trabajar en el juego, porque hasta el momento solo hay confirmados dos nuevos escenarios, que seguirían sin cumplir las expectativas.
Conclusión
Battlefield V acierta donde no debía fallar: una jugabilidad pulida con una dinámica que pisa el acelerador y se siente muy bien, llevando el conflicto directo al hueso, donde la estrategia se ve más aplicada al correcto uso de las clases y el trabajo en equipo a decisiones que te fuerza el propio juego. Audiovisualmente es impecable y si bien algunas animaciones faciales todavía no terminan de convencer, el trabajo lumínico y la ambientación de los escenarios son destacables.
Por la inusual reducida oferta de contenidos al principio del juego, se siente que la postergación en el lanzamiento que realizó EA fue acertada, pero que debía haberse pateado un par de meses más. Celebramos que todo lo que llegará será gratuito, pero no sabemos si los jugadores menos fieles a la saga se mantengan firmes a la espera de las esperadas expansiones.