La tercera entrega de la franquicia de Platinum Games, Bayonetta 3, explota al máximo las cualidades de una saga tan épica como única.
Estrafalario, vertiginoso y único, así tranquilamente podríamos definir a la nueva entrega de Platinum Games, Bayonetta 3, una secuela que si bien mantiene el concepto de lo hecho en sus primeras dos aventuras, apuesta por una historia independiente para esta tercera entrega dónde la acción y lo bizarro se encuentran superando todo lo hecho anteriormente.
Sin embargo, así como Bayonetta 3 logra elevar la acción y su sistema de juego a un nivel estratosférico, superando ampliamente a sus anteriores entregas (con todo lo bueno que estas habían logrado), Platinum Games nos deja la sensación de haber dejado el aspecto narrativo en un segundo plano, y si bien la historia dista de ser mala, sí peca de no estar a la altura de las otras aristas del juego.
Bayonetta en el Multiverso de la Locura
Para aquellos fanáticos de la cultura pop, el cine, el anime y producciones afines, Bayonetta 3 va a nutrirse de muchísimos de estos conceptos pero bajo su propia impronta, dejando en claro y alto durante toda la aventura que el juego de Platinum Games no busca picotear de aquí y allá, sino hacer su propio andar, tanto con aciertos como con errores.
Alejándose de los ángeles y demonios de sus primeras dos entregas, Bayonetta deberá hacerle frente en esta oportunidad a los homúnuclos, unas criaturas cuyo origen no es infernal o divino, sino una creación del hombre, con todos los misterios que esto puede desatar para entender qué es lo que está sucediendo. Detrás de estas criaturas tendremos obviamente a una misteriosa entidad que busca destruir al Multiverso y ya ni bien comenzada la aventura tenemos una probadita de su poder cuando lo vemos asesinar a una de las versiones de otro mundo de nuestra protagonista.
Es menester entender que si bien Bayonetta 2 continuaba directamente con los eventos de la primera entrega, este nuevo juego no requiere que hayamos jugado a sus predecesores, sino que está articulado como una aventura semi-independiente, es decir, que con tan solo tener una noción básica de quiénes son los personajes como Jeanne, Enzo, Ronin, etc.
Sin embargo, no son todos viejos conocidos de la saga, sino que también tenemos el debut de Viola, una joven aprendiz de bruja y ex-compañera de la Bayonetta que fallece al comienzo del juego y que llega para contrastar completamente con el estilo de nuestro personaje. Si tenemos que definir a Viola podría ser como un personaje reo, más “rockero” y vertiginoso que nuestra protagonista, quién es probablemente uno de los personajes más pomposos, coreográficos, bizarros y atrapantes con los que me he encontrado. La bruja novata no está cargada de toda la parafernalia coreográfica que envuelve a Bayonetta, no, es mucho más similar a Dante de DMC se podría decir.
Por desgracia todas estas incorporaciones y detalles están hilvanados a través de una historia que no termina de tener el punch que quisieron darle. Si bien la narrativa es correcta y el juego cuenta con un giro bastante interesante sobre el final, lo cierto es que nunca la terminamos de sentir como el centro del juego a la historia, sino que parece ser un acompañamiento para justificar unas bellísimas y magnánimas escenas de acción de las que hablaré a continuación.
Lo que sí resulta muy curioso y entretenido es ver las interacciones de nuestra protagonista con sus otras versiones multiversales, recorrer distintas locaciones e interactuar con Bayonettas quedadas en el pasado u otra cultura abre un sinfín de cinemáticas cargadas del humor tan bizarro y característico de esta saga.
La acción en el centro de la escena
Más allá de la historia, el verdadero corazón de Bayonetta 3 radica en su jugabilidad y esta en la acción vertiginosa y dinámica que propone desde el minuto uno. Estamos ante un Hack n’ Slack rápido y explosivo que toma las grandes bondades de sus entregas pasadas y lejos de reinventarse, le busca añadir profundidad con mecánicas y armas nuevas que se complementan a la perfección con una jugabilidad que ya era de las más destacadas del género.
El primero de los elementos clave que vale la pena destacar es el Tiempo Brujo. Vendría a ser una suerte de Parry, pero solo que en lugar de activarse al bloquear un ataque sucede cuando ejecutamos una evasión perfecta. El accionar esto va a ralentizar el tiempo a nuestro alrededor, una mecánica fundamental sobre todo cuando nos encontramos rodeados de enemigos ya que podremos contraatacar a todo ritmo con un combo y así ir limpiando el escenario.
Además de esta habilidad se suma una nueva que sin duda es la gran vedette de la aventura: Demonio Esclavo. Esta habilidad es probablemente la más bestial del arsenal que ofrece Bayonetta 3, y eso que el arsenal que ostenta es una guarangada. Esta técnica que consume a gran velocidad nuestra energía mágica nos permite invocar un Kaiju para que luche y al cual deberemos manejar controlando sus ataques y movimientos.
Pero atentos, el hecho de ser una habilidad tan poderosa implica que hay que hacer un sacrificio importante. Utilizar el Demonio Esclavo, al menos en el caso de Bayonetta, va a dejar quieto a nuestro personaje en el centro de la escena, quedando completamente expuesto a recibir ataques, por lo que su uso tiene que ser bien pensado y ejecutado. Una vez que tengamos full-control sobre nuestro demonio podemos incluso utilizarlo para ejecutar destructivos parrys que van a causar una gran cantidad de daño y a su vez evitar que seamos atacados.
Algo que resulta interesante es como se puede avanzar el juego de dos formas diametralmente opuestas pero a su vez divertidas. Por un lado, Bayonetta 3 ofrece con una gran facilidad la posibilidad de hacer combos bestiales con una escasa o simple secuencia de botones, lo que en muchos casos podemos hacer casi que de manera intuitiva. Sin embargo también hay un componente bastante táctico con los ataques, y aunque podamos pasarnos el juego apretando todos los botones, lo mejor del mismo pasa cuando dotamos a nuestros combos de un sentido e idea, cuando logramos unir ataques y ejecutarlos combinándolos con la posibilidad de cambiar de armas en medio de dichas secuencias o invocar a nuestro Demonio Esclavo es cuando sale a la luz lo mejor del juego.
A toda máquina
Claramente con toda la sobrecarga de acción, monstruos gigantes y cinemáticas, Bayonetta 3 exige al máximo a nuestra Nintendo Switch. Sin embargo, tiene algunos detalles que sinceramente hacen ruido y contrastan con las pulidas animaciones de combate o las cuidadas secuencias que hay entre capítulo y capítulo.
Para sacarle todo el jugo a este juego claramente recomiendo jugarlo en el modo consola + TV, esto va a permitir disfrutar y explotar al máximo la grandilocuencia de los combates contra los monstruos gigantes, las secuencias cargadas de homúnculos y toda la parafernalia que rodea a la mitología de Bayonetta, es decir: los bailes, hechizos, y todo ese espectáculo coreográfico que acompaña la aventura.
Tristemente también usarlo de este modo expone algunos detalles que se sienten un tanto descuidados como puede ser las texturas de los escenarios, donde edificios y ambientes no se sienten tan pulidos como si lo está el acabado de los personajes, tanto en su diseño como en cuanto a las armas y animaciones de combate.
Conclusión
Bayonetta 3 es algo único. Humor, acción, kaijus, invocaciones demoniacas con bailes, lo tiene todo. Sin lugar a duda el corazón del juego pasa por el lado del combate y todo lo que podemos hacer en el mismo, es decir, tiene su punto más elevado en la jugabilidad, algo que se agradece ya que justamente se trata de un videojuego, valga la redundancia.
La narrativa, por su lado, si bien no es mala y acompaña de forma correcta la vertiginosidad del juego, se siente uno o dos escalones más atrás y puesta más que nada para darle un sentido a los combates los cuales podemos afrontar de forma kamikaze apretando todos los botones y haciendo combos brutales, o bien de forma táctica y metódica, ejecutando combos bien pensados y combinando esto con parrys de Esclavo demonio o Tiempo Brujo para ser lo más eficiente posible.
Bayonetta 3 es la culminación de la jugabilidad de la franquicia. Sin reinventarse tras dos exitosas entregas, Platinum Games optó por darle una capa más de profundidad a un sistema que ya de por si brillaba logrando así elevarlo al próximo nivel.