Kimetsu no Yaiba – Demon Slayer: Las Crónicas de Hinokami es el primer juego de la franquicia y llega con un sabor agridulce.
Tras romper todos los récords, junto a una lluvia de críticas positivas con su manga, anime y película, Kimetsu no Yaiba llega al mundo de las consolas de la mano de Sega y CyberConnect2 con Demon Slayer: Las Crónicas de Hinokami, un juego exquisito a nivel audiovisual, que recrea a la perfección la obra de Koyoharu Gotōge, pero que se queda corto en cuanto a la jugabilidad.
Una fiel historia que se queda corta
Desde su anuncio, Demon Slayer: Las Crónicas de Hinokami tuvo una gran carga en cuanto a las expectativas por su debut. En primera instancia porque el anime se convirtió en todo un suceso gracias a la animación y estilo que maneja, pero también porque atrás de este título se encontraba el equipo de CyberConnect2, responsables de la legendaria franquicia de Naruto Shippuden: Ultimate Ninja Storm, considerada por muchos la mejor adaptación de un anime a un juego de lucha.
La historia nos lleva a conocer las aventuras de Tanjiro Kamado, un joven que perdió a toda su familia durante el ataque de un demonio, menos a su hermana, que sobrevivió para convertirse en una de estas peligrosas criaturas. Este es nuestro Camino del héroe a lo largo de la obra: encontrar al responsable y averiguar cómo recuperar la humanidad de Nezuko.
En cuanto a la trama, la misma no presenta nada novedoso, sobre todo para los que vienen de la serie. Los fans del anime saben a la perfección con qué van a toparse, mientras que aquellos que estén dando sus primeros pasos en el universo de Demon Slayer con este título deben entender que están ante una clásica aventura shonen, protagonizada por un joven de gran fuerza, poder y carisma que deberá hacer frente a un villano muy muy malo, mientras que en el medio van apareciendo villanos de menor envergadura. ¿Clásico? Sí, ¿funciona? También.
Y si seguimos hablando de la narrativa que presenta el juego, es porque estamos ante uno de los mejores componentes del título. Esto se debe a que es un calco fiel a la obra de Gotōge y en gran parte es lo que hemos venido a buscar en Las Crónicas de Hinokami, más siendo el debut de la franquicia en el mundo de los videojuegos. Toda la magia del material original se refleja frame por frame, dándonos una de las mejores adaptaciones en cuanto a fidelidad, aunque a la vez esto puede jugarle en contra al únicamente tener una temporada, lo que nos da una historia principal corta, carencia que termina reflejándose en el roster del juego.
La plantilla de jugadores es el punto más flojo de este título. Si bien se confirmó que seis personajes se sumarán con el correr de los meses, Kimetsu no Yaiba nos da un roster muy pobre con un total de 18 personajes, pero varios de ellos son distintas versiones de los mismos luchadores por lo cual realmente el line up es sustancialmente más corto. Para colmo, es imposible no caer en la comparativa con la franquicia Naruto Ultimate Ninja Storm, también de CyberConnect2, que cuenta con más de 100 personajes.
En cuanto a los modos de juego nos encontramos con un planteo tradicional en el género y que no incentiva mucho a la rejugabilidad. Modo Campaña, Versus y Entrenamiento son los tres caminos que tenemos por delante en esta aventura.
La campaña, como eje principal, se divide en dos apartados: el combate, en donde se recrean las peleas más icónicas del anime a todo trapo y es por lejos lo mejor del juego; y después, por algún motivo, decidieron agregar un apartado de exploración dónde caminamos por mapas lineales en los cuales no podemos hacer nada más que recoger fragmentos de recuerdos o cinemáticas marcados en el mapa, una secuencia completamente tediosa, repetitiva y sin sentido ya que no aporta ni esfuerzo dado que los objetos están marcados en el mapa, ni interacción con el entorno. Se limita a hacernos caminar del punto A al B y nada más.
Otro de los grandes elementos positivos que presenta este título es la presencia de los final bosses. Cada uno de los enemigos que nos encontramos a lo largo de la aventura presenta un desafío distinto y entretenido. Los rivales que se hacen presentes como Rui, Akaza o Kyogai, tienen un estilo de lucha único y pese a que nuestros movimientos sean todos muy similares, nos fuerzan a tratar de entender los patrones de ataque de cada uno y elaborar tácticas y estrategias para vencerlos. Un ejemplo de esto puede ser Rui con sus telarañas que nos llevan a identificar cuando se dispararán para poder acercarnos a él con el dash.
¿Cómo se articulan los combates en Kimetsu no Yaiba: Las Crónicas de Hinokami? Para entender la mecánica de la lucha cuerpo a cuerpo que plantea y la decisión de prescindir de las técnicas de largo alcance, es importante que hagamos énfasis en que los personajes jugables son todos samurái, al menos los del roster inicial, por lo que la espada es su principal arma.
Durante las peleas vamos a contar combos muy sencillos de uno o dos botones que activan las distintas técnicas de nuestros luchadores, fieles recreaciones de la serie, pero que no demuestran un beneficio a la hora de elegir una por sobre la otra, más allá de alguna muy particular. El nivel de sencillez en estos duelos hace que la curva de aprendizaje sea muy accesible, y para aquellos que busquen un juego más desafiante puede resultar decepcionante.
En la lucha, ya sea que usemos a Zenitsu y sus respiración del trueno, Tanjiro con el agua y el fuego o los pilares Rengoku y Gyu, lo cierto es que los combates son un remolino de colores y espectacularidad. Por contraparte, las mecánicas de las batallas dejan un poco que desear ya que no solo son las mismas de Naruto, lo cual no es una queja debido a lo buenas que eran, pero por cuestiones de los estilos de lucha han quedado de lado todos los ataques a distancia, lo cual limita las variantes de pelea.
Un detalle a destacar en el 2v2 es que la barra de vida entre los personajes se comparte, es decir que sustituir a los luchadores no va a darnos una barra de HP sana, sino que puede servir para cortar algún combo que estemos sufriendo o salir de un aprieto en el que estemos, pero no “reinicia” nuestra vida.
Un elemento fundamental en los duelos es el parry. El timming del bloqueo tiene que ser muy preciso, pero es una gran herramienta ya que este tipo de juegos está lleno de él típico jugaro “no sé, yo toque todo” y cortar en seco los ataques para luego liderar un contragolpe pasa a ser un arte ya que al ser peleas a muy corta distancia es indispensable a veces generar espacio entre nosotros y nuestro contendiente.
Por el lado de los movimientos especiales, ese gran show cinematográfico en el medio de las peleas, cada uno recrea la técnica más icónica de los protagonistas de la saga. Si bien son golpes que infligen mucho daño, es complicado cargar las barras necesarias para activarlos, y en promedio podemos llegar a usarlos una vez por combate, algo que nos obliga a estrategizar las luchas.
Lo que sí vamos a celebrar es que probablemente estemos, a nivel audiovisual, ante el mejor videojuego basado en un anime. El nivel de perfección que nos da CyberConnect2 en cuanto al diseño, movimientos y animación te lleva a pausar el juego y dudar si por error no estamos reproduciendo un episodio en Crunchyroll. El cel shading, las voces, la música, los movimientos no solo en cinemática sino también in-game son todo lo que los fans de Kimetsu no Yaiba esperaban.
Cómo casi todos los juegos de anime en los últimos años, Demon Slayer: Las Crónicas de Hinokami cuenta con voces en inglés así como también subtítulos, pero también con los actores de voz originales de la versión japonesa. Los Seiyū aportan ese extra que nos hace sentir parte integral del anime más que de un juego. Poder oír las voces originales de Inosuke o Rengoku con sus gags característicos, sumado a que el OST encaja a la perfección con los momentos clave del juego, nos dan un nivel de inmersión sorprendente.
Demon Slayer se destacó en 2019 con su primera temporada a cargo de UFO Table por su espectacularidad en la animación de sus combates, sobre todo por la fusión de modernismo y pintura tradicional japonesa en las técnicas de agua y fuego, algo que se disfruta de forma increíble en este juego ya que los movimientos especiales tienen esos trazos gruesos y marcados que contrastan con los vivos azules y rojos. Chapeau, CyberConnect2, chapeau.
Conclusión
Demon Slayer: Las Crónicas de Hinokami es un correcto debut de una de las más populares franquicias anime de la actualidad en el mundo de los videojuegos. Si bien nunca podrá tener un roster tan completo como el de Naruto, (en su historia terminada no habrán más de 30 personajes importantes), lo cierto es que se siente desnudo y más aún teniendo en cuenta que ni siquiera hay demonios en la plantilla inicial. Si bien la jugabilidad cumple y se destaca con creces la parte visual de la lucha, sería interesante ver una vuelta de tuerca para una secuela, como puede ser complejizar los combos para activar las respiraciones.
Es un juego que está bien, cumple pero no le sobra, probablemente la secuela corrija varias de las falencias de este primer encontronazo de la saga y las consolas y al ampliarse el roster también crezcan las mecánicas de juego. Habrá que esperar, pero por ahora la franquicia tiene un aprobado.