El alien peor hablado de todo el universo está de regreso, en esta nueva versión del clásico de PS2 y Xbox al que el tiempo no le ha jugado la mejor pasada.

Parece que todos los personajes más icónicos de las anteriores generaciones de consolas están planeando regresar y en este caso le toca a Crypto-137, un extraterrestre enviado a la Tierra para salvar a su compañero y, básicamente, destruir a toda la humanidad. De ahí el título Destroy All Humans!, que sin más vueltas resume de qué va esta aventura que encantará a los más nostálgicos pero no así a un público un poco más exigente.

La premisa define la historia general de este videojuego. El alien Crypto-136 ha sido capturado por los militares norteamericanos y su compañero Crypto-137, un irreverente y maleducado ser de otro planeta, ha decidido llegar a la Tierra para rescatarlo y vengarse de la raza que les ha causado problemas.

Humor extraterrestre

Allá por 2005, cuando PlayStation 2 y la primera Xbox daban lo mejor de sí, estaban quienes amaban a Crash o Spyro por encima de cualquier otro personaje de los videojuegos. Pero también existía otro sector que había encontrado en Destroy All Humans! ese toque un poco más maduro que lograba encajar mejor con el público adulto. Es que el protagonista de esta aventura, Crypto-137, es un ser maleducado, mal humorado, mal hablado pero a la vez extremadamente gracioso. Es, por lejos, el alma de una historia que sin estar mal, hace lo justo y necesario como para que exista un hilo conductor de principio a fin.

Es que sí, fiel al estilo de aventuras de aquella época el título, que ahora llega de la mano de Black Forest Games y THQ Nordic, se limita a un relato bastante básico en el que apenas importan los porqués para dar rienda suelta a una carnicería de humanos. Lo que ponderamos por encima de todo su relato son los diálogos, que mantienen el humor ácido de su protagonista y lo extienden hasta los personajes secundarios. Es como esas películas cómicas de segunda línea que vemos con gusto durante el fin de semana, cuando no tenemos demasiadas ganas de pensar y sí de entretenernos, que al final de cuentas es lo que importa.

Sondeos anales

Como antes dijimos, la historia es simplemente una excusa para desatar la masacre. De la mano de este desastroso alien, nuestro objetivo es destruir a toda la humanidad. Mientras rescatamos a nuestro compañero, Destroy All Humans! nos invita a recorrer un mundo abierto divido en sectores (o varios pequeños mundos abiertos, dependiendo de cómo se lo vea) en los que deberemos cumplir con los objetivos que se nos presentan para así desbloquear los siguientes y avanzar. El problema con estos objetivos es que suelen ser bastante básicos, como encontrar objetos o abducir vacas, y al repetirse en cada nueva zona terminan cansando más temprano que tarde. Seguramente la fórmula funcionó bien hace 15 años, pero hoy en día el jugador promedio es más exigente.

Y esta serie de misiones primarias y secundarias debemos cumplirlas mientras el mundo entero nos acecha. Porque sí, somos un extraterrestre y todos los humanos quieren darnos caza. Por este motivo mientras vamos de un punto a otro arrastramos a nuestras espaldas una larga fila de personas armadas que no pararán hasta matarnos o terminar con el cerebro fuera de sus cabezas. Aunque por momentos resulta bastante tedioso no poder parar tranquilo en ningún sector, el combate contra ellos es quizás uno de los puntos que ha sobrevivido al paso del tiempo. Las habilidades de Crypto-137, que van desde hacer volar por los aires a los humanos hasta hacerles sondeos anales (literal), son una fiesta de humor. A esto hay que sumar que, cuando la cosa se pone más difícil, podemos sacar a relucir nuestro platillo volador y pulverizar con un rayo láser a quien se cruce.

Pero en Destroy All Humans! no todo es disparar rayos láser, sino que también deberemos tomarnos un respiro para recolectar ADN humano. ¿Para qué? Bueno esta nueva versión del videojuego nos ofrece una completa lista de habilidades para ir desbloqueando haciendo uso de este ADN y mejorando las que ya tenemos. De esta forma el progreso es realmente tangible y conforme aumenta la dificultad de la aventura -que realmente nunca llega a ser demasiado elevada y terminamos sintiéndonos indestructibles- también aparecen más y más herramientas para cumplir con nuestro más grande objetivo: no dejar a nadie con vida en toda la faz de la Tierra.

O.V.N.I.S – Apartado técnico

A esta altura del partido estamos bastante cansados de los remastereds y por eso siempre valoramos cuando, como en este caso, nos llega una remake hecha y derecha. Sin embargo, el trabajo de Black Forest Games con Destroy All Humans! ha quedado a medias tintas. Por un lado tenemos un apartado gráfico discreto, que obviamente se ve muchísimo mejor que el original, pero que tampoco destaca por un acabado visual espectacular. La jugabilidad está bastante pulida, aunque el control de la nave es extremadamente incómodo y poco preciso.

Pero la peor parte de esta nueva versión del clásico de PS2 y Xbox es el sonido. Claramente han tomado todo del original y si han hecho un trabajo para mejorarlo no se nota. Las voces se escuchan sucias y hay que bajar el volumen del juego para que no aturdan, mientras que las diferentes zonas se sienten vacías y por momentos apenas si se escucha algún sonido del ambiente. Por otro lado el rendimiento en general es bueno, más allá de algún bug por acá o por allá, mientras se agradecen unos tiempos de carga bajos.

Destroy All Humans!, el veredicto final

En una época en la que los clásicos de las anteriores generaciones de consolas están regresando, recibimos a Crypto-137 y su boca sucia que tantos fanáticos supo ganarse allá por 2005. Sin embargo, como en aquel entonces, sigue quedándose atrás de los grandes exponentes como Crash Bandicoot, sobre todo en el trabajo que se le ha hecho a nivel técnico a esta remake. Lo cierto también es que, más allá de que algunos elementos siguen resultando divertidos, se le nota más el paso del tiempo.

Los más nostálgicos y quienes disfruten de ese aire retro que traen estas remakes, harán lo mismo con esta nueva y mejorada versión de Destroy All Humans!. Sin embargo, en líneas generales queda corto para los tiempos que corren, con objetivos repetitivos que terminan por cansar y un mundo abierto que se siente vacío. ¿Lo mejor? escuchar las barbaridades del protagonista y destruir a todo humano que se cruce en nuestro camino con las armas más alocadas.

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Como buen geek de raza, sé que cuando muera voy a respawnear. Esta vida la uso para escribir sobre lo que amo.

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