Die for Valhalla! es un Beat ‘em up con algunos elementos rogue-lite, potenciado con todo el colorido de la mitología nórdica y mucho humor.
Las costumbres vikingas se han instalado fuerte durante los últimos años. Quizás por Vikings, quizás por alguna que otra producción en otros ámbitos, pero lo cierto es que todos los contenidos que cuenten con material sobre la mitología nórdica suele llamar bastante la atención.
Bajo esta premisa, la pequeña desarrolladora Monster Couch nos presenta Die for Valhalla!, un beat ‘em up en 2d que mezcla algunos conceptos tanto de los rogue-lite como algunos ápices de los rpg. Este proyecto indie nació en Kickstarter y gracias al apoyo de la gente logró llegar a todas las plataformas: PlayStation 4, Xbox One, Pc y Nintendo Switch.
Die for Valhalla! no es una revolución en el género, pero gracias a algunas virtudes y una buena dinámica (en parte producto de su matriz principal) logra destacarse en ciertos momentos.
El anhelo de ser una Valkiria
La premisa de Die for Valhalla! es sumamente sencilla. Encarnamos a una entidad espiritual (hasta 4 opciones distintas), que se embarcan en una cruzada para transformarse en Valkirias y servir a Odin. Para lograr esto ayudarán (y controlarán) a la comunidad vikinga para derrortar a una peligrosa criatura que apareció en la región y junto a sus esbirros amenazan con destruirlo todo.
Lo anecdótico es que Monster Couch decidió abordar esta simple historia con un humor bastante bien llevado, con chistes que burlan las propias costumbres de dichas tierras con modismos contemporáneos. No hay una enorme profundidad dentro de todo el desarrollo argumental, y la mayoría de las misiones no tienen un por qué salvo derrotar a docenas de enemigos. Parte de esta simpleza se contagia en su jugabilidad, y en vez de enroscarse con bruscas narraciones intenta ser lo más efectivo posible, y en gran parte lo consigue.
Poseer, matar, avanzar
Die for Valhalla! presenta, en su jugabilidad, un apartado bastante distintivo. Como espíritus, tenemos la habilidad de poseer a todo lo que se nos cruce en nuestro camino. Si bien la principal virtud es poder controlar a los vikingos, también podemos hacer lo mismo con los objetos que hay disponibles, como barriles, arbustos y trampas, con el fin de destruir a todos los enemigos que se nos crucen en el camino.
A medida que vamos avanzando por la campaña (que tiene una duración que ronda las 5 horas) iremos consiguiendo Gloria, que se obtiene al matar enemigo y finalizar un nivel, que nos permite conseguir de experiencia y subir de nivel, para poder upgradear las 4 estadísticas principales: Ataque, Defensa, salud y ataque especial.
La cantidad de vikingos para elegir siempre son de 3 tipos distintos, y los mismos se agrupan en clanes, que iremos desbloqueando gracias al progresamos en el juego.
El juego cuenta con dos niveles de dificultad bien marcadas, una normal que te mantiene los beneficios que vamos consiguiendo más allá de que los enemigos nos venzan y una rogue-lite, que es más apremiante, ya que una derrota significa perder los power-ups conseguidos y varios beneficios.
La variedad de enemigos es el principal punto de inflexión en la dificultad de Die for Valhalla! y también lo que impone la mayor frescura, ya que los objetivos de los niveles son bastante repetitivos y los bosses sencillos. Cada enemigo tiene un mecánismo de defensa y un patrón de ataque; y dentro de los beat ‘em up ya es bastante esto, ya que siempre suele manejar oleadas de enemigos que solo cambian la forma y no el modo de combatir.
Die for Valhalla! saca a relucir todo su potencial cuando jugamos en modo cooperativo local (casi una rareza en estos tiempos), con la posibilidad de hasta 4 jugadores distintos. A su vez, cuenta con un modo Duelo, en donde las alianzas quedan al margen para combatir a muerte.
Gráficos caricaturescos
Como indica el subtitulo, el apartado gráfico es bastante simple y apela a utilizar un estilo de caricaturas para el detalles de todos los elementos, con escenarios bastante coloridos aunque no destilan mucha variedad entre las distintas zonas.
El sonido es correcto y tampoco es su punto más fuerte, con un soundtrack bastante escueto que no termina convenciendo del todo.
Conclusión
Die for Valhalla! logra cautivar por su temática vikinga y su dinámica centrada en la buena diversidad de enemigos. La implementación de los elementos rpg suma su aporte suficiente, pero el juego termina pecando de una repetición un tanto constante, con objetivos que terminan siendo los mismos y sidequest que no terminan recompensando lo que costó cumplirlos
Jugarlo en solitario puede que no sea la mejor de las opciones, ya que es un título que consigue una mejor apreciación cuando lo hacemos de manera cooperativa.