Digimon Survive propone una aventura marcada por la narrativa y la toma de decisiones, con un sistema de combate táctico por turnos.
Digimon es una franquicia completamente rica y diversa, no solo en su sagas de anime, sino que también se hizo su propio lugar en el mundo de los videojuegos. Y en esta arista, durante 25 años nos viene entregando más de 30 títulos que pasaron por las diferentes generaciones de consolas.
La riqueza en su faceta gamer siempre se trató en potenciar sus componentes rpg, ligados al entrenamiento, captura de Digimon y exploración de escenarios. Desde Digimon World, donde teníamos a cargo a una sola criatura digital y no solo teníamos que elevar sus stats sino que también educarlo y mantener un vínculo emocional, hasta Cyber Sleuth, con un combate por turnos más tácticos y aumentando la cantidad de Digimon posibles.
Sin embargo, el caso de Digimon Survive es diferente. Sin alejarse del combate y esos elementos característicos de su lore, la última entrega publicada por BandaiNamco se apoya fuertemente en el componente narrativo y la toma de decisiones, transformando la aventura durante largos tramos en una novela visual complementada con batallas por turnos.
Esto, a priori, podría resultar en un gran problema. ¿Dejar a un costado el entrenamiento y combate de Digimon, uno de sus grandes fuertes? Este interrogante apareció en el aire durante los primeros compases de la aventura, pero una vez que nos adentramos en la historia y comenzamos a tener ese “vínculo” con los personajes, no solo estaremos comprometidos con el destino de los personajes, sino que cada decisión que tomemos en esta historia tiene consecuencias irreversibles, y ahí reside gran parte de su magia.
Digimon Survive se encuentra disponible en PlayStation, Xbox, PC y Nintendo Switch.
El poder de las decisiones.
Para los fanáticos o seguidores del anime, descubrirán pasadas las primeras horas de la aventura que Digimon Survive toma inspiración de varios conceptos relacionadas a sus dos primeras temporadas.. En esta ocasión, estamos ante un grupo de estudiantes que se va de campamento y descubre unas ruinas abandonadas con extraños símbolos; y que terminan transportados a un mundo que, desde el aspecto geográfico les resulta similar, pero que no se parece al lugar que ellos viven.
8 chicos que rápidamente descubrirán dos cosas: que ya no están en su hogar, pero por sobre todas las cosas descubrirán la existencia de los Digimon, criaturas con las que comenzarán a entablar un vínculo para protegerse de los peligros que habitan en los alrededores.
En esta visión muy simple de la historia resumida en un párrafo y medio, tenemos el control de Takuma – que estéticamente mantiene la línea de Kai y Davis, uno de los jóvenes abducidos, y con él iremos tomando las decisiones del grupo, con sus acciones y consecuencias incluidas. Otro de los aspectos llamativos es que las inspiraciones de estos personajes no solo se limitan a Takuma, el resto de los niños protagonistas tienen en su mayoría una suerte de similitud a la primera camada de protagonistas la primera temporada del anime, incluso hasta en sus personalidades, un detalle que funciona también como una suerte de mimo para los fans de la saga.
Volviendo a Digimon Survive, el apartado narrativo ocupa casi el 70% de su estructura, en donde tendremos grandes fases de diálogo, con el objetivo de ir conociendo más dentro de lo que sucede en este mundo pero principalmente para entender lo que le pasa al resto de los personajes, aumentar nuestras afinidades y, principalmente, forjar los vínculos. Y los vínculos son un concepto que atraviesa diametrálmente a toda la propuesta: Los protagonistas son una montaña rusa de emociones y la conexión con sus Digimon decanta en las consecuencias que vemos a nivel narrativo pero también en el combate.
La toma de decisiones, por consecuencia, es un arma clave para el desarrollo de la historia. No solo porque el juego cuenta con 5 finales, sino porque también las elecciones que tomemos repercutirán en las evoluciones de los personajes y el destino de los protagonistas, en un viaje que no será para nada contemplativo para estos jóvenes. En ese sentido, Digimon Survive mantiene esa tónica más “adolescente y adulta” que mantiene el anime. La muerte no se anda con vueltas y ninguno de los protagonistas tiene garantizado su supervivencia, a menos que seamos conscientes de las opciones de diálogo que elijamos.
Respecto directamente a las elecciones de diálogo, Digimon Survive siempre nos dejará elegir entre 2 a 4 opciones, segmentando sus decisiones en tres grandes ramas: moral, armonía y colera. Las respuestas que elijamos potenciarán o no la afinidad con los personajes, que además de modificar el curso de la historia también impacta en cómo se comportan durante las batallas.
En un juego con una enorme carga narrativa, hay una desproporción en el nivel de interés y profundidad al momento de entablar las conversaciones. Todo lo relacionado al desarrollo de su trama principal, mantiene un ritmo que se cocina a fuego lento, principalmente porque no revela sus principales cartas llegadas al último tramo de la historia, y mantiene un mano de misticismo en algunos de los personajes secundarios que conocen los 8 protagonistas. Ir viendo cómo crece el vínculo entre los protagonistas y sus respectivos Digimon también es enriquecedor, especialmente si comparamos ese recelo cuando se conocen y luego, si ese vínculo se alimenta correctamente, poder forjar una relación inquebrantable.
La otra cara de la moneda es más opaca. Digimon Survive tiene un montón de relleno que acompaña la limitada exploración y la interacción de los personajes, que resulta por momentos bastante repetitiva; no por el poco atractivo de su historia sino que estos diálogos más triviales o poco relevantes no logran acompañar el atractivo del resto. Este desbalanceó puede ser perjudicial si no estamos del todo convencidos de pasar largos pero largos minutos conversando sin pasar a la acción.
Si bien gran parte de la torta se la lleva esta suerte de “visual novel”, Digimon Survive tampoco se olvida de las batallas. Antes de llegar a eso, es importante hablar de toda su estructura jugable en sí. No tenemos libre exploración o control del personaje en pantalla; de hecho casi nunca vemos en movimiento a los personajes salvo contadas ocasiones que aparecen en el terreno de combate.
Las locaciones que exploramos en el juego están segmentadas por secciones e iremos entrando en ellas, apareciendo opciones de point and clic para interactuar con personajes o puntos de interés. Para plasmarlo en un ejemplo, la escuela es una de las zonas más importantes del juego y donde los protagonistas establecen su refugio. Podemos acceder, cuando el juego nos lo permite, a las diferentes secciones (aula, baño, gimnasio, pasillos, etc) para encontrar al resto de los protagonistas e interactuar con ellos; y esta mecánica se replica para el resto de las zonas que vayamos descubriendo en la exploración, que tampoco son tantas; algo que se siente desaprovechado: en vez de repetir tantas veces los mismos lugares, hubiese sido más atractivo descubrir más lugares o puntos de interés.
Dentro de la exploración tendremos la posibilidad de utilizar el celuar, que a través de su cámara podremos detectar anomalías y puntos de interés ocultos: items o ataques sorpresa de enemigos; y este es un gran pie para hablar de la otra arista importante en Digimon Survive: su combate.
Al comienzo de la nota refrescamos rápidamente la historia de la franquicia a nivel videojuegos y cómo fue fluctuando sus sistemas de combate, algunos más complejos que otros, pero para el caso de Digimon Survive la propuesta directamente fue la de plantear un modo de batallas completamente simple y sin muchas vueltas, probablemente para no apabullar al jugador después de pasar tantos minutos enredados en diálogos y decisiones.
Digimon Survive plantea el ABC de los combates tácticos por turnos: un escenario dividido en casilleros, enemigos y aliados desparramados entre toda la geografía de la batalla, con hasta 6 Digimon de nuestro lado por batalla y la posibilidad de realizar entre una o dos acciones por turno, dependiendo lo que elijamos.
Por ejemplo, salvo que tengamos un Digimon volador, podremos movernos una vez por turno, mismo para atacar, o usar un objeto, pero como esta propuesta contamos con una acción adicional por si decidimos “hablar” en combate. ¿Cómo funciona esto? El diálogo en los combates se divide en dos opciones: la posibilidad de hablarle a nuestros Digimon y potenciar algunas habilidades pasivas. Cada uno de los 8 protagonistas tiene la posibilidad de boostear a algún aliado en comabte. Por ejemplo, Takuma aumenta todos los stats, mientras que Minoru, otro de los chicos, puede aumentar temporalmente la cantidad de casilleros para desplazarnos.
Pero el diálogo también sirve para hablar contra los Digimons salvajes que encontramos y si, elegimos las opciones de diálogo correctas, podemos reclutarlos y sumarlos a nuestro squad de combate. Los Digimon salvaje tienen opciones más limitadas – como por ejemplo no tener habilitadas las opciones de diálogo – pero podemos evolucionarlos hasta nivel Mega con el uso de objetos, transformándolos en grandes aliados.
Mientras que los Digimon salvaje quedan evolucionados de forma permanente, las amigables criaturas que acompañan a los protagonistas siempre estarán como rookies en su forma inicial – igual que en el anime – con la posibilidad de evolucionarlos durante las batallas en el momento que queramos, a cambio de puntos de energía. A diferencia de los salvajes, las evoluciones de lo Digimon protagonistas suceden a lo largo de la historia y varias de ellas también suceden como consecuencia de los diálogos. Las decisiones de tipo Moral corresponden a Digimon Vacuna, las respuestas coléricas corresponden a Virus y las de Armonía a Datos.
Lo que suceda en la historia impactará hasta qué nivel de evolución llegarán los Digimon de los protagonistas, pero en el caso de Takuma y Agumon también influirá en el tipo de criatura. Por ejemplo, a raíz de las decisiones que se tomaron en la partida que jugamos para este análisis, Agumon evolucionó a Tyranomon en vez de a Greymon, y todo fue a raíz de las elecciones de diálogo y las afinidades que germinamos durante la aventura.
Los combates mantienen este trinomio de Piedra, Papel o Tijera, en donde el Vacuna le gana al Virus, el típo Virus al Data, y por último el Data al Vacuna, pero también se complementa con los ataques elementales de los Digimon y posibles estados alterados. Volviendo al punto inicial: nada elaboradamente complejo, y después de dos batallas no hay mucho más para aprender. Hay más de 110 Digimon dentro del juego, un número un tanto discutible con la enorme cantidad que hay actualmente (más de 1000), pero también queda claro que la injerencia del combate es un complemento a su apartado narrativo.
Conclusión
Tenía muchas dudas de cómo iba a funcionar esta propuesta más enfocada en la narrativa y la novela visual, pero Digimon Survive es un gran acierto dentro de su franquicia, principalmente porque dentro de su historia toma los elementos de su anime original y les da una vuelta de tuerca, haciendo un enorme énfasis en los vínculos que creamos, la amistad, la confianza, el amor, la sinceridad y la protección de los seres queridos. Es inevitable a veces sentir esa sensación de relleno en la historia que está poco cuidado, pero en el balance termina con saldo positivio.
De yapa, una enorme rejugabilidad: no solo por capturar o conseguir a todos los Digimon, sino porque el juego cuenta con 5 finales, cada uno completamente diferente al resto y hay uno que únicamente se puede conseguir terminando una vez la partida, que tiene una duración aproximada entre 25 a 30 horas.
Qué interesante sería, para una próxima entrega, que Digimon tome esta propuesta narrativa y la fusione con una jugabilidad mucho más profunda y arriesgada, ofreciendo un exponente consagratorio. Mientras tanto, Digimon Survive es una historia que te abraza, juega con tus emociones y logra ese vínculo inmediato con sus protagonistas.