Un relato trágico y una aventura forjada por héroes embellecen, Ender Lilies: Quietus of the Knights, un atractivo exponente para los fanáticos de los metroidvania.
Antes de entrelazarnos en un mapa interconectado y explorar cada rincón en busca de secretos y nuevas habilidades, Ender Lillies: Quietus of the Knights entra por dos aristas diferentes: su bellísimo apartado audiovisual y los primeros compases de su narrativa. Elementos que no suelen ser lo primero que llama la atención cuando solemos jugar títulos metroidvania, pero que en esta ocasión la propuesta de Binary Haze Interactive saca a relucir sin hacerse esperar.
Esto no quiere decir que sus combates, la exploración y el contenido de Ender Lillies no esté a la altura, pero sin reinventar ninguna fórmula el título es una suma de buenos factores que adornar una más que interesante aventura, que suma además una fina capa souls-like que emerge de forma sutil pero dice presente en momentos puntuales.
Con un bello diseño de escenarios implementados en un 2d que no escatima en detalles y un combate que va ajustando su dificultad poco a poco, Ender Lilies entiende sus limitaciones y no busca ir más allá de sus capacidades, pero esto no significa que cumpla en cada una de sus aristas.
Explorando el devastado reino de Finisterra
Manejando un argumento críptico que iremos desentrañando con el paso de las horas, Ender Lillies: Quietus of the Knights pone los primeros puntos sobre las íes para marcar todo el compás de su narrativa: controlamos a Lily, una misteriosa sacerdotisa que despierta sin tener conocimiento sobre quién es, pero que encuentra un propósito con rapidez.
Nos encontramos en el reino de Finisterra, una región que sufrió una catástrofe bautizada el “Diluvio Mortal”, aniquilando a su población y emergiendo una plaga que infestó el lugar llenó de monstruos.
En este periplo tendrá que descubrir los motivos de esta corrupción que se expande sin cesar pero no lo hará sola: con su magia, podrá purificar a diferentes soldados y criaturas para convertirlos en aliados. Gran parte de la gracia artística y jugable de Ender Lilies reside en este concepto: nuestra protagonista no se ensuciará las manos para combatir a los enemigos sino que lo harán estos entes que pelearán codo a codo.
Con esta premisa, la aventura entra a través de todos los sentidos. Lo trágico de su relato converge con la concepción artística de sus escenarios y una mezcla entre tono de grises y rojizos que se contrasta por completo con el blanco celestial de la protagonista. Si bien adopta esa metodología enigmática que embanderaron los souls-like al momento de contar historias, los textos que aparecen a lo largo del juego y las breves cinemáticas que interceden el combate con un boss son los bastante explicativas para atar cada uno de los cabos sueltos a lo largo de 13 horas que lleva completar los 3 finales que están disponibles, aunque Ender Lilies tiene espacio para mucha más exploración.
Porque como todo buen metroidvania, el backtracking está a la orden del día, con un mapa que no tiene una gran interconexión a diferencia de exponentes conocidos pero que cuenta con una buena cantidad de puntos de viaje rápido para aprovechar la adquisición de las nuevas habilidades en pos de llegar a zonas inexploradas. Los escenarios están plagados de secretos, coleccionables, reliquias para equipar y potenciadores de vida, y para no volvernos locos en nuestra misión de completar el título al 100%, el hud del mapa va cambiando de color las diferentes salas si ya agarramos todo lo que hay en la misma.
Lily comenzará su aventura con un fiel caballero como acompañante y técnicas básicas de desplazamiento, pero a las pocas horas nuestro arsenal de compañeros se verá nutrida de las más pintorescas formas, así como también diferentes habilidades para llegar a lugares que horas atrás resultaban inaccesibles. Lo enriquecedor de su propuesta yace también en cómo el juego va mutando a medida que la protagonista no solo va sumando aliados, sino también más habilidosa y su destreza va rompiendo constantemente la forma en qué exploramos y combatimos.
En lo que respecta a técnicas de ataque, están segmentadas por aquellas que son ilimitadas y las que tienen una cantidad x de usos, y solo podremos equipar 3 en simultáneo dentro de los save point. Esto nos da una suerte de “estrategia” al momento de elegir los aliados van a acompañarnos: intercalar entre técnicas de corto y largo alcance funcionan como el eje ideal para enfrentar a todos los tipos de criaturas que encontremos.
El bestiario de Ender Lilies es la pata más flaca de toda su propuesta: una decena de clases de enemigos que se repiten incansablemente y que tratan de buscar su diferencia en un patrón de ataques bien marcado. Sin embargo, resulta chocante ver cómo vamos alternando entre diferentes escenarios bellamente boceteados y cruzarse con el mismo puñado de criaturas.
Los bosses, por su parte, tiene su cuota de estilo artístico único y es otra de las cuotas souls-like que impregna el juego. Por suerte, no son un desafío imposible ni tienen una curva de dificultad muy abrumadora: los ataques que conforman su prontuario de técnicas está bien marcado en cada uno y es cuestión de adoptar una estrategia de ataque y esquive acorde a cada necesidad.
La belleza de sus locaciones – algunas empapadas de una lluvia incesante que aumenta la dramática ambientación – se potencian con una banda sonora hermosa en la que el piano suele robarse la mayoría de las melodías, incluida en las asentadas para el combate.
Ender Lilies encuentra un equilibrio ideal entre la calidad de su propuesta y la ambición de su extensión, pero también nobleza obliga todo lo relacionado al combate y la jugabilidad le falta un toque final de excelencia. Los controles responden bien, pero la respuesta en el movimiento de Lily y algunos ataques que no terminan de colisionar bien puede resultar un poco tediosos.
Conclusión
Inmersivo, desafiante sin rozar la frustración y una ciudad para explorar plagada de secretos. Ender Lilies: Quietus of the Knights sabe de sus limitaciones y despliega sus cartas con una solvencia increíble, ofreciendo no solo un metroidvania lleno de matices, sino que logra sumergirnos con una historia complementada con una ambientación melancólica y lúgubre, que busca encontrar la luz a cada paso que damos.
La vertiente souls-like que se percibe en varios de sus esquemas está bien dosificado y en ningún momento se siente que esta arista quiera avasallar por sobre otros aspectos de su jugabilidad.
Es bastante probable que cuando repasemos las listas de mejores juegos del año, Ender Lilies pueda acaparar un lugar dentro de las grandes sorpresas de 2021.