Big Blue Bubble consigue con Foregone un metroidvania con el abc del género, que dentro de su simpleza nos ofrece una aventura atractiva y fresca.
Es interesante ver cómo las desarrolladoras intentan salir de su zona de confort para explorar nuevos géneros. Big Blue Bubble es una empresa canadiense que, desde su creación en 2004, se ha dedicado principalmente al mercado mobile, con títulos que rondaron el universo musical y juegos de rpg y estrategia.
Después de estar varios meses en Early Access, finalmente salió Foregone, una aventura plataformera de acción que predomina en su estructura el abc de los Metroidvania: aprendizaje de nuevas habilidades, un mapa lineal pero con backtracking para descubrir secretos, armamento variado y un árbol de habilidades activas y pasivas.
Disponible en PC, PlayStation 4, Xbox One y Nintendo Switch, Foregone logra con esta poca complejidad de elementos una aventura atractiva y dinámica, que se refuerza por su grata respuesta en los controles y un apartado audiovisual muy similar a Dead Cells.
Salvando a una ciudad en ruinas
Foregone sitúa su acción en Caligan, una majestuosa ciudad prolífera, gracias a los radicales avances científicos y tecnológicos que elevaron el status de toda la región. Pero la ambición de sus líderes y un conflicto bélico trajeron como consecuencia la debacle de esta urbe, que ahora se encuentra infestada por una peligrosa peste llamada Harrow, que revive a los muertos y los transforma en peligrosas criaturas.
Nosotros encarnamos a Arbiter, una estirpe de súper solados (y la única) creada por los científicos de Caligan con el fin de protegerla. Iremos atravesando las diferentes regiones de la ciudad, que si bien está arrasada y en ruinas, tendremos que llegar hasta el fondo de la cuestión para evitar su completa desaparición.
La narrativa del juego se cuenta a través de pequeñas cinemáticas con gráficos ingame o pequeños diálogos que tiene Arbiter cuando llegamos a alguna zona en particular. En líneas generales acompaña bastante al juego pero tampoco estamos ante un relato descollante. Audiovisualmente es un producto enriquecedor ya que está trazado con un pixel art muy lindo, con un nivel de detalle bastante loable y que por momentos me hizo recordar a Dead Cells.
Obviamente, nuestro periplo no será nada sencillo. Foregone tiene reservado una buena dosis de enemigos de diferentes tamaños y ataques, en diferentes zonas separadas por luchas contra estratégicos bosses. Lo interesante de esta propuesta es su curva de dificultad, que va sumando capas de complejidad a medida que vamos avanzando en por Caligan.
A diferencia de otros Metroidvania, el mapa es completamente lineal y segmentado por zonas, que representan diferentes áreas de la ciudad: visitaremos desde metropolís en ruinas, cavernas, bosques, templos, cementerios. Sin embargo, habrá colocado por cada escenario entre 2 y 3 portales que permitirán volver a nuestro refugio.
Esta base tiene 3 características. Por un lado, un herrero que permite mejorar las armas y vender las que no usamos. En este aspecto, Foregone cuenta con 2 clases diferentes, que podremos equipar en simultáneo. Las armas melee (dagas, espadas corta, espadones, nunchakus y lanzas) y armas de fuego (pistola, rifle de asalto, escopeta, arco y flecha), en donde cada uno tiene su estilo de ataque y capacidad de mejora.
Después tendremos una tienda que permitirá farmear nuestras habilidades activas y pasivas, y también tendremos un tercer npc que nos permitirá recuperar la mitad del dinero y puntos de habilidad que perdamos al morir sin tener que ir a buscar esos recursos al lugar en el que caímos en combate.
Lo interesante de la vertiente armamentística es que la estrategia que adoptemos influirá mucho de lo que llevemos equipados. Por mencionar un ejemplo, en una tramo de la aventura fui con una escopeta y un par de dagas. La potencia de la escopeta se complementaba con los ataques ligeros de los cuchillos, cuestión que cambia por completo si tenemos encima una lanza o un espadón, de un poder más contundente pero un despliegue lento. Como si se tratase de un rpg de corte clásico, las armas además de contar con una posibilidad de upgrade (si usamos las monedas pertinentes) tienen su grado de rareza, por lo que tardaremos mucho en ambicionar recorriendo varias veces las mismas zonas no solo para farmear sino también para obtener las armas más poderosas. Foregone cuenta con un nivel de dropeo bastante elevado, eso nos indica que no busca que pasemos mucho tiempo en esta búsqueda y sí su intención clara es que estemos todo el tiempo empapados de combates.
En paralelo al armamento, nuestro progreso a través de las tierras en ruinas de Caligan serán recompensadas con diferentes habilidades mágicas. 6 en total y con la posibilidad de llevar 2 equipadas, estas técnicas fluctúan entre sus capacidades ofensivas, como lanzar poderosos rayos u ondas expansivas, y defensivas, que van desde curarnos o crear campos protectores. El progreso de las mismas se puede lograr encontrando diferentes potenciadores ubicados en las áreas secretas del juego y también desde nuestra base, consumiendo skill points que obtienen tras derrotar a enemigos.
Como todo buen Metroidvania, tras atravesar ciertas zonas (o eliminar a determinado boss) nuestra protagonista irá aprendiendo habilidades motrices para llegar a lugares previamente inaccesibles. Esto nos obliga a volver a nuestros pasos para encontrar todos los secretos pero no es algo excluyente para completar la aventura pero sí si queremos completar el 100% del juego.
Dentro de todo este corte clásico del género que maneja Foregone, hay un punto que resalta por sobre el resto y es la capacidad de respuesta en los controles que maneja el juego, una cuestión que le quita cualquier dosis de frustración a nuestras acciones. Atacar y esquivar será una de las fórmulas ganadoras en esta contienda y por suerte Big Blue Bubble trabajo detalladamente en este aspecto, para que la reacción del personaje a nuestras acciones sea fluida. Lo poco que la aventura aporta al género en cuestiones de contenido lo pondera con unos controles realmente precisos y muy atractivos.
Como consecuencia, los combates se disfrutan de forma exponencial y más aún las batallas contra los bosses, que tendremos que esperar hasta el último tercio del juego para encontrar los verdaderos desafíos.
No estamos ante una aventura particularmente larga. Mi primer run, volviendo varias veces para encontrar casi todos los secretos me llevó alrededor de 10 horas, pero lo copado de Foregone es que cuenta con 2 finales diferentes y encima tras ganarlo se habilita una Nueva Partida+, que eleva la dificultad de los enemigos y habilita armas más poderosas.
El rendimiento del juego tiene algunas irregularidades. Por un lado, tiene extensos tiempos de carga que nos saca de la propia inmersión que el juego consigue con sus recursos y también me sucedió en algunos tramos bajones abruptos de fps, que seguramente corregirán en algún parche a futuro.
Conclusión
Foregone no viene patear el tablero de los metroidvania ni colocarse en los mejores juegos del año, pero es una aventura divertida, atractiva y que tiene todos los elementos para dejarnos enganchados desde los primeros momentos.
Big Blue Bubble sale de su zona de confort para presentar su proyecto más ambicioso y nos ofrece una sólida propuesta, con un montón de puntos altos pero que tampoco intenta arriesgar con innovaciones o nuevas cartas sobre la mesa.