Un ángel y un demonio serán el dúo responsables que evite la destrucción de la humanidad en God’s Trigger, una aventura de acción con cámara cenital que tiene mucha personalidad.
Pasan los años y seguimos hablando del estilo que impuso de cierta manera Hotline Miami (que sus desarrolladores lanzaron recientemente Katana Zero): otorgar a los juegos de acción con perspectiva cenital una dosis de violencia vertiginosa tan vehemente como adictiva, en donde morir es una situación bastante común.
Sin entrar en el terreno de copiar identidades, God’s Trigger se apoya mucho en el mencionado juego porque recibir un disparo o sufrir un mínimo daño se traduce en nuestra muerte, pero los muchachos de OneMoreLevel y Techland logran darle un renovado aire fresco con una dupla interesante en una historia en la que tendremos que dar caza a los jinetes de los apocalipsis que planean arrasar con la humanidad.
Ángel y demonio, contra todo y todos
El trabajo en equipo y las posibilidad de jugar en cooperativo es la principal arista que destaca a God’s Trigger por sobre otros exponentes del género. Harry y Judy, ángel y demonio respectivamente, son los protagonistas de esta aventura que, como mencionamos al comienzo de este análisis, tienen la compleja tarea de aliarse para proteger a la humanidad ya que los Jinetes del Apocalipsis: Guerra, Peste, Hambre y Muerte quieren destruirla.
Luego de jugar el breve prólogo que funciona a su vez como tutorial, descubrimos que elegir a uno de los protagonistas tiene una implicancia mucho más relevante: tanto Harry como Judy cuentan con técnicas especiales, habilidades pasivas e incluso ataques diferentes, lo que significa que jugar con uno u otro es un camino completamente diferente.
Si jugamos en solitario, podremos ir rotando entre ambos personajes ya que se necesitarán mutuamente para atravesar determinadas áreas en los niveles. Por otro lado, cada personaje cuenta con su medidor de leveleo, esto implica que no comparten las mismas ganancias. Entonces, la experiencia que consigamos eliminando enemigos o destruyendo objetos se irá para Harry o Judy, dependiendo a quién controlemos en ese momento. Esto significa que tendremos que ir mediando en el control de cada personaje o bien repetir escenarios para ir progresando de manera pareja.
Sin embargo, el verdadero disfrute de God’s Trigger reside claramente en jugarlo con un amigo en cooperativo (local, no tiene ningún tipo de vertiente online), porque además de tornar el juego mucho más estratégico, tiene una dinámica más natural ya que la acción no se interrumpe para cambiar de personaje en momentos específicos donde requerimos las habilidades excluyentes de Harry y Judy.
Un estilo rpg que le otorga frescura
Si nos detenemos a hablar sobre los 2 personajes, elegir a cada uno representa por un lado tener desde el lado de Harry un ataque melee con espada de corto alcance, mientras que Judy hace uso de un látigo que permite un golpe menos potente pero de rango alto. Por consecuencia, las habilidades que vamos adquiriendo mientras subimos de nivel tienden a ir por vertientes distintas. El ángel posee skills más del lado evasivo y defensivo, como ser invisible o tener un escudo protector. Judy, en cambio, apuesta por poderes ofensivos, como el control de mentes
Esta vertiente RPG le da una mayor personalidad al juego pero el subir de nivel no garantiza volvernos más fuertes, solo abren el abanico de habilidades de los personajes y un potenciamiento de ellos. No hay stats para aumentar, por lo que solo garantiza una ayuda en momentos donde los enemigos no pretenden perdonar.
Morir pocas veces, completarlo en un buen tiempo y hacer combos logrando varias muertes consecutivas en cada nivel nos da la mejor calificación posible, que es S. Tanto este detalle como un coleccionable que hay cada escenario son las variables de rejugabilidad que aumentan la duración del juego.
Los enemigos estarán posicionados de manera estratégica para que haya momentos en donde podamos asesinarlos con sigilo o cuando tengamos que entrar repartiendo espadazos o disparando con las armas que vayamos encontrando. Hay que destacar la variedad de ellos, que van cambiando a medida que atravesamos cada uno de los 5 actos que componen el juego. Sin entrar en spoilers, podemos aclarar que los 4 primeros corresponden a eliminar a cada uno de los jinetes del apocalipsis, por lo que iremos yendo por diferentes locaciones, plagadas de enemigos, con varios niveles que tiene un desarrollo laberíntico muy bien diagramado. La IA de ellos no es la más eficiente y si bien una vez que nos ven nos atacan de manera intempestiva, no termina funcionando como un verdadero desafío, transformándose por momentos en una cuestión de prueba y error hasta llegar a algún checkpoint.
La dificultad, claro está, reside en que cada golpe que recibimos equivale a la muerte. Si jugamos en solitario significa retomar desde el último checkpoint, pero si estamos en co-op, si morimos tendremos la posibilidad de ser revividos por nuestro aliado, utilizando un item que tiene usos limitados pero que podremos ir encontrándolos en los niveles.
Los bosses son la parte más floja de la estructura jugable de God’s Trigger. Toda la composición del personaje muy bien diagramada con un estilo comiquero, con un abundante pero sutil gore al momento de exhibirlo, muy bien logrado se desarma al momento de enfrentarlos, con patrones de ataque repetitivos y sencillos, con un modus operandi similar a los bosses del Crash: utiliza el mismo ataque hasta que le queda poca vida, aplicando una variante al respecto.
Conclusión
God’s Trigger es una de las grandes sorpresas de este año, plagado de desilusiones y falsas expectativas. No pretender ambicionar más de lo que se propone y con su vertiente cooperativa consigue una fórmula profundamente adictiva. Le resta su dificultad poco exigente (incluso en sus puntos más determinantes) y bosses que no están a la altura del desafío, pero de tomas manera tanto en su jugabilidad como en su apartado audiovisual es una propuesta que cumple de manera más que correcta.