Después de jugar GTA: The Trilogy – The Definitive Edition, la pregunta sale rápidamente a la luz, ¿cómo permitió Rockstar esto? Una remasterización lejos de ser la deseada.
Grand Theft Auto es un emblema dentro de la industria gamer y un referente indiscutido de los sandbox. En el marco del 20° aniversario de GTA III, Rockstar tuvo la brillante idea de lanzar una remasterización que no solo incluía este título, sino que además agrega GTA: Vice City y GTA: San Andreas, dos títulos que evolucionaron la fórmula de la saga de forma exponencial.
Tras semanas de rumores, el anuncio por parte de Rockstar hizo oficial el lanzamiento de GTA: The Trilogy – The Definitive Edition, un título que se sumaba a la oleada de remasterizaciones y remakes que atravesamos desde los últimos años pero que al mismo tiempo funcionaban para revivir 3 aventuras que nos acompañaron a muchos durante nuestras largas horas en el cyber o viciando durante noches en nuestras PC o PlayStation 2.
Lamentablemente, esta remasterización está lejos de ser el producto que uno podía pensar. Un festival de bugs, renderizados de dudosa calidad, un cambio de motor que perjudicó más que ayudar y un remodelado de personajes que les dio un toque caricaturesco bastante raro.
En cuanto a lo que se refiere a experiencia ligada a la jugabilidad, GTA: The Trilogy – The Definitive Edition es un calco de las experiencias originales. Cualquiera de los 3 títulos es un revival en los controles, el manejo de los autos y el diseño de las misiones y sus respectivos mapas.
Por obvias razones, tanto GTA III y Vice City son los que más sufren el paso de los años. Es inevitable sentir una oxidación en sus mecánicas pero no son motivos suficientes para evitar disfrutar de todo el encanto de ambas propuestas. GTA: San Andreas, por su parte, aumento varias capas de profundidad a toda su propuesta, principalmente en la cantidad de actividades por fuera de las misiones principales y secundarias.
Hablar de las bondades de cualquiera de estos 3 títulos no tiene sentido, no solo por la antigüedad, sino también por la popularidad que cosecharon desde su lanzamiento. Sí hago una pequeña mención a GTA III, que si bien es el más limitado en cuanto a ambición fue el primero en dar el salto del 2d al 3d y marco el camino al futuro de la franquicia.
Cuando jugamos una remasterización, entendemos que lo que busca el proyecto es darle un lavado de cara en aspectos audiovisuales y rendimiento y no alterar la experiencia de juego. Rockstar hizo exactamente eso, pero el lavado de cara lejos de ser un plus a la experiencia se transformó en una sumatoria de errores y frustraciones que no le hacen justicia al legado de esta trilogía.
Si tengo que marcar aspectos positivos, no puedo dejar de mencionar un rendimiento más estable (no hay bajones de fps cuando todo empieza a explotar o suceden bruscos tiroteos) y hay una interfaz más limpia en los menúes y todo funciona de forma más ágil. A nivel gráfico hay mejoras en las texturas y unos cambios en iluminación – bien marcados en Vice City – que intentan pulir la experiencia.
Pero, más allá de estos detalles, todas las decisiones que tomo la desarrolladora fueron equivocadas, con el cambio de motor como principal bandera. La implementación del Unreal Engine 4 en la trilogía trajo un efecto adverso, mostrando el descuido y, sin entender todavía, la cantidad de desprolijidades que acarrean.
Desde el quite de la niebla que pone en evidencia la simpleza de todos los escenarios a la lejanía, hasta un polémico modelado de los personajes, con un estilo hasta casi cartoon en algunos personajes que no condicen con la experiencia original. Este tipo de errores son bastante llamativos para una desarrolladora que suele cuidar hasta el mínimo detalle cada una de sus propuestas.
Como condicionante, un tsunami de bugs que fueron la vedette en las redes sociales durante los últimos días. Autos que aparecen de la nada, personajes que salen eyectados por el aire sin razón alguna, armas que no disparan, colisiones que no tienen sentido, una desproporción en las extremidades de los personajes, entre otros. Insisto, este cúmulo de errores no hacen injugable cualquiera de estar propuestas, pero es increíble la cantidad de fallos y errores con los que salió el juego.
Conclusión
Al momento de escribir estas líneas, Rockstar emitió un comunicado ofreciendo unas disculpas a los fans que compraron GTA: The Trilogy – The Definitive Edition, con la promesa de ir corrigiendo de forma escalonada los diversos errores que arruinan el revival de este compendio.
“Las versiones actualizadas de estos clásicos no se han lanzado en un estado que alcanza nuestros estándares de calidad, o los estándares que nuestros fans esperan” , declaran en una parte de la publicación. Entonces, ¿cómo accedieron a lanzar este título sin terminar sabiendo de las consecuencias y críticas por parte de la comunidad? Lamentablemente, es cada vez más frecuente ver juegos que salen en una versión 1.0 plagadas de fallos y errores, presionados por deadlines por parte de los publishers y la imperiosa necesidad de ir arreglando las cosas sobre la marcha.
GTA: The Trilogy – The Definitive Edition no le hace honor al legado de estos 3 tanques de la franquicia, al punto tal que jugar las experiencias originales, hasta que no corrijan todos los problemas, no hace mucho la diferencia a lo que podemos ver en este compendio.