El Agente 47 cierra su nueva trilogía a lo grande, con una obra más que sólida, demostrando una vez más que es el rey del stealth en la actualidad.
Llegó la despedida del Agente 47, al menos por un largo tiempo. Con el estudio IO Interactive independizado, volcado en su nuevo título protagonizado por James Bond y tras tres entregas seguidas de la saga, seguramente pasará un largo tiempo hasta que, quizás, volvamos a encontrarnos con el asesino más elegante de la industria. Por suerte, el cierre de la trilogía World of Assassination que llega con Hitman 3 está a la altura de lo que supo ser este renacer de la franquicia, con todos esos elementos que encantan a los fanáticos, un desenlace de lo narrativo más que cumplidor, algunos detalles nuevos en lo jugable y esa esencia que hace que coreografiar asesinatos sea una actividad sumamente placentera.
Los orígenes de 47
Quienes hayan seguido esta nueva trilogía de la franquicia sabrán más o menos de qué va la cosa. Entre encargo y encargo, el protagonista de los juegos intenta averiguar de donde viene. Tranquilos, no vamos a hacer ningún spoiler. Por ese camino sigue Hitman 3 que, después de una segunda entrega que estiló su narrativa como si fuese un policial negro, se desarrolla como si de una película de David Fincher se tratara. Un juego del gato y el ratón que se invierte, con giros en la trama que golpean pronto pero que no por eso pierden efectividad, manteniéndonos atados hasta el final ante la posibilidad de resolver dudas que nosotros mismos nos planteamos después de tantos años acompañando al Agente 47.
Y eso es algo que hace muy bien IO Interactive, sabe dar un cierre contundente a una historia que se ha ido construyendo hace años. Es cierto que no es una maravilla narrativa, pero con el regreso de las cinemáticas en movimiento que nos habían abandonado en la segunda entrega, juega muy bien con sus personajes principales y construye diálogos inteligentes en este ida y vuelta que se genera entre la agencia, Diana Burnwood, Lucas Gray, 47 y las esferas de poder corruptas a las que intentemos ponerle freno. Es cierto que lo que se cuenta nunca fue el punto fuerte de Hitman y sigue sin serlo, pero sí que hay algo interesante que seguir mientras respiramos después de cada misión.
El asesinato perfecto
Vamos al corazón de Hitman 3 y la saga entera, vamos a la jugabilidad, al placer de asesinar. Porque sí, fuera del videojuego decir eso sería extremadamente polémico, pero si hay algo que IO Interactive ha sabido hacer a lo largo de todos estos años es provocar que quitarle la vida a los que parecen merecerlo sea una actividad disfrutable. No por el hecho en sí, sino por la forma en la que llegamos a hacerlo. Los escenarios de esta nueva entrega, sobre los que hablaremos con mayor profundidad más adelante, vuelven a darnos infinitas posibilidades a la hora de llevar a cabo nuestros planes y eso tiene un valor impagable.
Como siempre iniciamos en las puertas del epicentro en cuestión, con el Agente 47 vestido para la ocasión y Diana que nos comunica a través del auricular quiénes son nuestros objetivos. A partir de ese momento el libre albedrío juega a nuestro favor, abrimos el menú, vamos al mapa y decidimos qué camino empezar a analizar. Mientras caminamos entre la gente o a través de pasillos solitarios, evaluamos las posibilidades, somos testigos de diálogos que pueden resultarnos útiles y, llegado el momento, nos vestimos de alguien más. Esos son los pasos básicos para comenzar: un ejercicio de paciencia, con el placentero resultado de poder coreografiar el asesinado perfecto que, cuando se desenlaza tal y como lo planeamos, hace que valga la pena el tiempo invertido.
Y las posibilidades son las que han hecho que la saga crezca con esta nueva trilogía y Hitman 3 no hace más que sumar. Es cierto que en líneas generales estamos ante un título continuista, que puede sentirse más de lo mismo en algún sentido, pero qué podemos pedirle a una saga que ha concebido la fórmula perfecta del stealth. Es cierto que suma algunos nuevos gadgets y que introduce ciertas mecánicas, como la de la elección de respuestas en diálogos específicos, pero en líneas generales mantiene una esencia a la que pocos reproches podemos hacerle. Incluso su acción que puede ser básica y tosca funciona, porque es así adrede, está claro que IO Interactive quiere que pasemos desapercibidos y busca desalentarnos si en algún momento pensamos en superar la misión a los tiros.
Lo que sí vamos a destacar de esta continuación y desenlace, en comparación con las dos anteriores partes, es como ha profundizado en los minijuegos de convertirse en alguien más. Siempre es interesante vestirse de otras personas en la saga, pero en este caso y en ciertos niveles la cosa escala cuando, al convertirnos en cierto personaje en particular, se nos abre un minijuego elaborado en el que deberemos resolver cosas antes de llegar a la conclusión. También se agradece el esfuerzo por dar variedad a las misiones, incluso alejándose de ciertos conceptos primordiales de la saga (en lo que no profundizaremos para alejarnos de los spoilers), para evitar que nos saturemos antes de que la trilogía llegue a su fin.
Los escenarios del crimen
Hitman 3 tiene varios de los mejores escenarios de toda la saga. Y no, no lo decimos porque esté Mendoza entre estos. Esta tercera entrega de la saga World of Assassination parece haber estudiado bien lo que gustó y lo que no de las locaciones de sus dos predecesores para obtener resultados impecables. Todos los mapas tienen un tamaño justo, ni gigantescos como para resultar abrumadores ni demasiado chicos como para alejarse de estos mini mundos abiertos que han sentado las bases de la franquicia en los últimos tiempos. Porque justamente los escenarios de estas tres entregas son eso, pequeños mundos abiertos con infinidad de posibilidades esperando a la vuelta de la esquina. Cada habitación, cada rincón está pensado, con un diseño tanto a nivel estético como práctico inmejorable.
¡Y hay vida en estos lugares! Hemos visto como varios AAA de los últimos tiempos fallan a la hora de dar vida a sus mundos, incluso cuando decenas de NPC’s se codean en sus calles. Sin embargo, IO Interactive consigue, con mucho menos, que sus locaciones vivan, que sus personajes se sientan reales, dando así esa sensación verdadera de estarse infiltrando en un lugar que nos mira de reojo constantemente. Lo bueno también es que si bien las posibilidades a la hora de encarar las misiones se han ampliado, las herramientas no se nos sirven tan fácil y de esa forma la dificultad aumenta ligeramente, obligándonos siempre a escarbar un poco más.
Las luces del mundo – Apartado técnico
La saga Hitman nunca estuvo a la vanguardia en lo que a apartado técnico se refiere y esta trilogía no es la excepción. Sin embargo, todos sus títulos hacen lo necesario para que no sea un punto negativo en su análisis y Hitman 3 no escapa a la regla. A nivel gráfico claramente ha dado un paso adelante (nosotros lo hemos jugado en una PC que cumple de sobra los requisitos recomendados), aunque no para explotar las nuevas tecnologías de la industria, y es sobresaliente en lo que a diseño se refiere, tanto de escenarios como de personajes, con un uso de las luces realmente espectacular.
En lo que a sonido se refiere el juego mantiene el alto nivel, con una ambientación muy bien lograda y un gran trabajo de voice acting reflejado en decenas de personajes repartidos que mantienen charlas ocasionales en las diferentes locaciones. La música es otro punto positivo en el balance final, con canciones que le aportan epicidad a las secuencias, al igual que el rendimiento: los tiempos de carga son cortos, no hay casi caídas de frames pese a sus amplios mapas cargados de elementos y no hemos encontrado ningún bug que no sea estético. Un acabado casi perfecto que solo deja ver sus costuras en algunos pasajes con una IA que puede fallar ante alguna acción específica.
Hitman 3, el veredicto final
La trilogía World of Assassination llega a su fin con un Agente 47 más implacable que nunca. IO Interactive mantiene la fórmula de la saga, esa que la pone en la cúspide del género stealth, y agrega algunos elementos para darnos un cierre a la altura de lo que la franquicia ha cosechado a lo largo de los últimos años.
¿Hitman 3 es continuista? Sí; ¿Necesita innovar? Tal vez. Sin embargo, esta despedida de 47 no hace más que subir la vara de la saga. Con una historia que sabe mantenernos atados al final, varios de los escenarios más espectaculares de la franquicia y el placer que siempre resulta en coreografiar asesinatos con las múltiples posibilidades que se nos ofrecen, es un título imprescindible tanto para amantes del asesino perfecto como del género.