Sin estar exento de polémicas, Hot Wheels Unleashed es el título mas completo de toda su variopinta franquicia, gracias a su personalización y el desafío de sus pistas.
La marca Hot Wheels está vigente en el mercado de juguetes desde 1968, pero recién en 1984 dio el salto al mundo de los videojuegos, en la ya reliquia Commodore 64. Desde entonces, los títulos de la franquicia han dejado su marca en la diferentes generaciones de consolas – con más resultados negativos que positivos – , y Hot Wheels: Unleashed es el primero que debuta para la nueva generación de consolas.
Su regreso al mundo de las consolas domésticas tras una ausencia de 8 años es a lo grande: un título de vertiente arcade que trata de desplegar un apartado de coches que podremos personalizar y mejorar para aumentar su potencia, pistas que tratan de no caer en la repetición de formatos añadiendo estilos únicos; y como tercer concepto jugable un detallado editor para crear nuestras propias pistas y compartirlas en los diferentes modos online.
Los avances del juegos dejaban en claro que, además de los clásicos autitos de la marca, Hot Wheels Unleashed sumaría participaciones invitadas de otras franquicias/Marcas como DC Comics, Mattel, Las Tortugas Ninja, DMC, BWM, Aston Martin, Barbie, entre otros. Sin embargo, tras haber completado la mayoría de los desafíos, descubrí que muchas de estos vehículos, que le suman atractivo y encanto a la propuesta, se consigue a través de DLC pagos que llegarán desde su día de lanzamiento e irán apareciendo en los meses siguientes.
Una estrategia bastante habitual en el actual mercado de videojuegos pero que le resta brillo. ¿Hay un montón de autos? Sí, más de 60. ¿Están buenos? Por supuesto, la variedad no solo incluye fisionomía sino también características arriba de la pista, pero hay una suerte de “engaño” del cual no puedo no dejar de manifestar tras haber pasado varias horas con este juego.
Hot Wheels: Unleashed llega el 30 septiembre, disponible para PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Series X|S, PC y Nintendo Switch.
No todo es velocidad para ganar
Hot Wheels: Unleashed tiene a grandes rasgos, 2 vertientes bien marcadas. En una cara, elegir un auto en miniatura y competir en numerosos desafíos donde que varían entre carreras o contrarreloj, las zonas de confort dentro del género.
La segunda vertiente es un minucioso pero completo editor de pistas. Una forma de sacar a relucir nuestra creatividad, ya que las variantes y opciones que ofrece son bastante amplias: podemos elegir la longitud de la pista, cómo se conecta, alguna que otra trampa para colocar en el camino, boost y potenciadores para aumentar la velocidad de forma temporal y el background/ambientación que rodea el trayecto. Si la pista cumple con todos los requisitos para que sea transitable y la validamos, no solo podemos usarla para correr de formal local sino que también se puede trasladar a su modo online y que otros jugadores la utilicen.
Independientemente de dónde queramos empezar a disfrutar de Hot Wheels: Unleashed, el juego comienza con un garage, pistas y piezas para el editor bastante escueto. Es una invitación tácita a abrirnos paso en primera instancia en su modo más robusto y completo: Hot Wheels City Rumble, una suerte de modo campaña en el que tendremos que superar casi 100 desafíos diferentes, que no varían entre las 2 aristas de competición antes mencionadas, carrera contra otros autitos de juguete o contrarreloj para superar una marca temporal.
Completar los desafíos ofrece diferentes recompensas: vehículos nuevos, items para la edición de pistas, elementos cosméticos para nuestro hub, pero también monedas y piezas para upgradear coches. Estos 2 recursos económicos se obtienen a cuentagotas y en buena medida nos exigen completar una buena cantidad de competencias para aumentar nuestras arcas.
Por citar un ejemplo, para conseguir nuevos autos de forma aleatoria podemos comprar “Cajas Sorpresa” por 500 monedas de oro. Dependiendo la competencia dentro del modo campaña, ganaremos entre 30 y 100 HW Coins, así que aumentar el volumen del garage nos demandará un buen tiempo arriba de las pistas.
Las piezas, por su parte, le añaden ese plus a toda la personalización de Hot Wheels: Unleashed. Los autos vienen en 4 clases de rareza y podemos aumentar sus stats utilizando este recurso. También tenemos la posibildiad de vender o desmantelar autos repetidos o que no utilicemos para equilibrar la balanza económica. Por experiencia dentro del juego, es bastante frecuente que una vez avanzados las cajas sorpresas empiecen a tirar un drop de autos repetido.
Ya arriba de las pistas, Hot Wheels: Unleashed anda sobre ruedas. La velocidad, por supuesto, será una de las claves dentro de la dinámica del juego. Además de la propia potencia que tengan los diferentes autitos de juguete, contamos con una barra de nitro que se recargan con el tiempo, pero que puede ser boosteado si derrapamos de forma correcta, y acá hay un gran diferencial dentro de su propuesta jugable.
Si bien tener un auto veloz garantiza una cierta ventaja ante los rivales, cómo encaramos las numerosas curvas de las pistas son un eje fundamental para cosechar victorias. El derrape es un arma fundamental que tendremos que aprender a usar, por un lado como mencionamos para aumentar más rápido el boost, pero también para tomar ventaja estratégica en las pistas más complejas.
Otro concepto bastante logrado, y que le suma esa dosis extrema de arcade, es la estabilidad de los coches. En el aire, podremos realizar múltiples piruetas para caer de forma correcta y no tener reinsertar el auto en la pista de forma automática, perdiendo segundos. Pero con las ruedas en el piso, la física de los autos busca reflejar que son precisamente eso: juguetes. Choques muy abruptos, curvas mal tomadas, derrapes excesivos, son ingredientes que pueden desencadenar en un vuelco o trompo, y cada error acumulado puede ser fatal para el final de la contienda.
Las pistas, que no tienen muchas variaciones en lo que es la visual pero sí en su diseño, están bien diseñadas y buscan constantemente evitar largos tramos rectos. Y sí los hay, generalmente habrá trampas o potenciadores para aumentar esas dosis vertiginosa a la ecuación.
En la foto que ven a continuación pueden ver el momento previo a un choque con una de las diversas trampas que ofrecen las pistas de Hot Wheels: Unleashed. El timing también es un factor clave al momento de sortear obstáculos y muchas pistas son un verdadero dolor de cabeza si las recorremos por primera vez.
El modo online tiene su propio apartado, con la posibilidad de competir en pistas del juego o las creadas por la comunidad. Al momento de realizar el análisis, no pudimos jugar muchas carreras dentro de este modo porque se hizo bastante complicado encontrar una partida, pero el puñado de intentos que conseguimos correr, la estabilidad de los servidores fue bastante prolija.
Audiovisualmente, Hot Wheels: Unleashed tiene una buena y una mala. El nivel de detalle de los autos está bastante logrado y realmente logra transmitir que son sencillamente juguetes, incluso con los que pertencen a franquicias o marcas de vehículos reales. Las pistas tienen esa monotonía que no logra romper ese color naranja preponderante en casi todos sus recorridos, algo que tratan de conseguir con los diferentes escenarios que funcionan como marco disruptivo.
La versión de PlayStation 5, utilizada para el análisis, logra conseguir un uso correcto del DualSense, pero que sobresale en los gatillos y su resistencia. El derrape regulado con el L2 que ayuda a transitar de forma correcta el nivel de intensidad que queremos utilizar.
Conclusión
Hot Wheels: Unleashed es divertido porque busca romper la barrera de lo normal e impone su universo de juguetes, algo que se transmite cuando agarramos el joystick y controlamos a uno de los múltiples vehículos. No puedo dejar de manifestar lo desacuerdo que estoy en la ya conocida metodología de DLC para poder jugar con los vehículos más atractivos, y veremos cómo responde la comunidad a esta polémica decisión.