Masters of Anima nos pone en la piel de Otto, un aprendiz de invocador que tendrá que emprender un largo camino para salvar a su amada del temible villano.
Desde hace varios años los aspectos roleros y de estrategia se han instalado en el denominador común de la gran mayoría de los juegos. Masters of Anima, desarrollado por Passtech Games y distribuído por Focus Home Interactive, es una aventura donde se pondrá a prueba nuestras tácticas de combate en un título que tiene una dificultad bastante desafiante y pocas batallas, pero extensas y complejas.
Masters of Anima está disponible para PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch y PC, pero hay una gran diferencia entre esta última versión en comparación con los de consola, y es el doble desafío de desplegar nuestras tropas con el joystick.
Salvando a nuestra amada
La historia de Masters of Anima tiene un contexto bélico bastante trascendente, pero el gran foco del relato está puesto en rescatar a nuestro amor, con un estilo de narrativa bastante similar a las viejas películas de Disney.
Dentro del bello mundo de Spark, el Bien y el Mal estuvieron enfrentados durante muchos años, hasta que los Transmutadores (una serie de logia que invoca criaturas protectoras) lograron torcer la guerra a favor del bien, con la ayuda de unos guardianes que le hicieron frente a los Golems, los malignos esbirros funcionaban como un gran e implacable ejército.
En medio de esta relativa paz, el juego nos pone en la piel de Otto, un aprendiz que está dando sus primeros pasos en el arte de la invocación, que tendrá que recibirse oficialmente como un miembro de este antiguo grupo para poder casarse con su gran amor, Ana. Sin embargo, todo se ira rápidamente de control cuando Zahr, un poderoso brujo, despierta nuevamente el poder de los golems para apoderarse del mundo y al mismo tiempo secuestra a Ana, fragmentándo su esencia en 3 partes y poniendo en jaque a Otto, que deberá terminar de aprender rápidamente las lecciones finales de los Transmutadores y emprender un viaje para salvar a su prometida, y al mismo tiempo evitar que el mal triunfe.
Manejando un vasto ejército
En los primeros minutos de Masters of Anima, es fácil confundir su jugabilidad con un típico juego de rol de cámara cenital como Diablo, Titan Quest o Vikings: Wolves of Midgard. Sin embargo, una vez que atravesamos el tutorial, descubrimos que la jugabilidad tiene una fuerte impronta de la estrategia en tiempo real y no de los clásicos actión-RPG.
Con los poderes de los Transmutadores adquiridos, Otto tiene la posibilidad de invocar a distintos guardianes que funcionan como nuestro propio ejército personal y esta será nuestra principal carta de ataque, como así también nuestras herramientas para abrirnos paso en los distintos niveles. No todas las criaturas son iguales y a medida que vayamos avanzando en la historia iremos desbloqueando distinto tipos: están las que tienen un tipo de ataque cuerpo a cuerpo, los arqueros que disparan a distancia, una especie de magos que nos recargarán el Anima (el seudónimo que tiene el maná en Masters of Anima), y dos variedades más que nos ayudan a en los aspectos ofensivos y defensivos.
Al principio dispondremos de una limitad cantidad de soldados, pero en los últimas fases de la aventura podremos aumentar hasta 100 unidades en simultáneo, algo que nos dará una gran capacidad de fuerza así como también algunos dolores de cabeza para comandarlas. Si bien tenemos algunas opciones directas para dar órdenes a tipos específicos o a un grupo de unidades que estén agrupados en un sector, este tipo de juegos sufré las mismas complicaciones: El joystick no es lo suficiente cómodo para las acciones que necesitamos realizar y en determinados momentos padeceremos la ausencia de un mouse que reduzca el tiempo de acción a pocos segundos.
Por su parte, Otto tiene un solo ataque del que valerse y se trata de un golpe con su báculo. Si bien no es la principal fuente de ataque, con la combinación de los guardianes ayuda bastante en determinados combates.
La mecánica de todos los niveles presenta un desarrollo más o menos similar. A través de mapas lineales (salvo alguna que otra bifurcación que esconde algún que otro secreto), tendremos que ir utilizando a las distintas invocaciones para ir abriéndonos paso, recolectando Anima para sumar criaturas al ejército y tener un promedio de 4 o 5 combates dentro de cada uno con distintos golems. Estos golems son los únicos enemigos dentro de Masters of Anima y solo los primeros serán un desafío relativamente sencillo. Luego la curva de dificultad entra en un proceso mucho más alto, por lo que puede llegar a resultar un tanto frustrante ciertos combates, en donde si no somos lo suficientemente “estrategas” terminaremos invocando soldados con los ojos cerrados implorando que el combate se termine. Cada variedad de Golem (que no son muchos) tiene, además de una barra de vida, una especie de barra temporizador que, al terminarse, aumenta considerable.
Los puzzles también dicen presente en el juego, y son las invocaciones los artífices para resolverlos. Desde mover bloques de piedra o disparar a objetivos fuera de nuestro alcance, esta arista del juego mantiene las mismas características sencillas que abundan a lo largo del juego. Masters of Anima es un título que mezcla un poco de cada género pero que no apuesta en profundizar ninguno, dejando solo ápices de lo que podría llegar a profundizar
Subir de nivel no solo aumentará nuestra vida, sino que permitirá disponer de varios puntos de habilidad para distribuir en los distintos árboles de habilidad. Tanto Otto como los distintos tipos de guardianes tienen el suyo que, aunque acotado, ofrece un mayor caudal de fuerza en los combates.
Gráficamente demasiado sencillo
Apelando a la bondad de lo que supone ser un título indie, Masters of Anima tiene unos gráficos bastante séncillos y hasta infantibles me atrevería a decir. Los enemigos y clases de invocaciones no tienen muchas variaciones, mucho menos de los escenarios, que sus principales cambios rondan en los cambios en los tonos dentro de una variada paleta de colores.
Conclusión
Masters of Anima es una aventura bastante simplista en su propuesta pero que se torna compleja en su resolución. Su excesiva dificultad en ciertos tramos de la aventura, que puede llevarnos un poco más de 10 horas. Su punto más fuerte es la implementación de la estrategia en tiempo real como principal herramienta de combate, aunque para las versiones de consolas esto pueda implicar un dolor de cabeza extra.