Otro año, otra propuesta dentro del universo de los simuladores de tenis que no cumple, ni de cerca, con lo que se espera en los tiempos que corren.
Más de una década pasó desde que Top Spin 4 salió al mercado, sirviendo como el último gran simulador del deporte blanco. Desde entonces, año tras año, estudios medianos y chicos han intentado suplir la carencia y darnos para ello sucesores del juego de 2K sin siquiera estar cerca de impactar con el centro de la raqueta. En este caso, de la mano de Torus Games y Kalypso Media, nos llega Matchpoint – Tennis Championships, quizás el sucesor “espiritual” más pobre que pudimos probar en los últimos años.
Sin innovación no hay campeonato
Si de pronto 2k decidiera lanzar Top Spin 5 y trajera consigo la misma fórmula que hace una década pero adaptada a los tiempos que corren, pocos nos atreveríamos a cuestionarlo. No obstante, si la propuesta no está a la altura en casi ninguno de los apartados y, por encima, tampoco trae ninguna novedad consistente el resultado es casi inadmisible. Es que Matchpoint – Tennis Championships es exactamente lo mismo que venimos viendo en todos los últimos simuladores de tenis y, para colmo, en un formato más pobre.
Los modos de juegos se limitan a los clásicos partidos rápidos, en solitario o con un segundo jugador, el modo carrera que no trae ninguna novedad y sigue apostando por el formato del tenista en ascenso y, como quizás el atractivo principal, un modo online que tampoco tiene demasiadas luces. Como antes dije, en un juego bien ejecutado y completo en cada arista, estas vertientes podrían servir para entretenernos a mediano e incluso largo plazo; no obstante, cuando la experiencia es tan poco amigable, bastan unas horas para agotar todos los recursos.
Con las manos en la raqueta
Ahora voy a hablar de cómo se siente Matchpoint – Tennis Championships en las manos, cómo es su jugabilidad y no me gusta ser tan reiterativo, pero la comparación es inevitable: el juego de Torus Games es como Top Spin, pero peor. Es otra “secuela espiritual” que toma absolutamente toda la base jugable de la saga de 2K, pero la ejecuta de una forma mucho más rústica. Incluso me cuesta decir que hace algunas cosas bien, porque en realidad todo eso que “está bien”, es simplemente una copia de lo que ya se hizo hace una década.
No obstante y más allá de la comparación, un par de partidos pueden hacerse entretenidos y para quien se llegue a enganchar con la propuesta, tiene una curva de aprendizaje aceptable que puede entretener durante unas cuantas horas hasta dominar por completo el circuito. No obstante, el gran problema de Matchpoint – Tennis Championships es el sistema de direccionamiento, con un marcador de pelota en el lado de la cancha rival que obliga a estar constantemente viendo dicho cursor en lugar de centrarse en el movimiento de los jugadores. Esto, para quien entienda un poco del deporte, es la antítesis de lo que uno esperaría de una verdadera experiencia tenística y resulta muy tedioso, sobre todo cuando el control de los tiros ni siquiera está bien calibrado.
Partido suspendido – Apartado técnico
Como fan del deporte y como alguien que espera desde hace años un digno simulador de tenis, no me gusta ser tan negativo con las propuestas que van llegando, pero en casos como este me es inevitable. Es que si hasta ahora Matchpoint – Tennis Championships apenas venía manteniéndose en pie, llega quizás su mayor lastre: el apartado técnico. Para los tiempos que corren a nivel gráfico ya roza lo inaceptable y si encima sumamos unas animaciones exageradamente pobres, con dos o tres genéricas que se reparten entre los jugadores, el combo no hace más que empeorar. A nivel sonoro no ejecuta las cosas tan mal, pero solo es apenas cumplidor y las variantes son pocas si tenemos en cuenta que, por ejemplo, casi todas las audiencias hacen el mismo sonido y que los comentaristas tienen un escaso repertorio de frases.
También tenemos una lista interesante de fallos técnicos, como pequeños cortes que se dan antes de que el jugador impacte la pelota (algo que corta con la fluidez de los puntos) o congelamientos cuando se activa el modo repetición, aunque tengo fe de que se solucionen con el ya anunciado parche del día 1. Sin embargo, el mayor defecto de Matchpoint – Tennis Championships es su carencia casi absoluta de licencias: en lo que a estadios y torneos se refiere, no hay ni siquiera uno oficial y, peor aún, en la lista de jugadores solo aparecen algunos nombres conocidos de segunda línea (olvídense de un Djokovic, Federer o Nadal) y las caras ni siquiera están licenciadas. Si a esto le sumamos unos modelados de cuerpos cuanto menos cuestionables, el resultado final es simplemente feo.
Matchpoint – Tennis Championships, el veredicto final
Otro año, otra “secuela espiritual” de Top Spin que no le llega ni a los talones a la saga de 2K. A esta altura me cuesta no preguntarme por qué hay estudios que siguen apostando por hacer simuladores de tenis que están tan lejos de cumplir con las mínimas expectativas que hay entre los fanáticos del deporte blanco a día de hoy.
Matchpoint – Tennis Championships no innova en nada y replica todo lo que venimos viendo en los últimos años, pero lo hace peor. Quizás te divierta jugar un par de partidos con amigos si no pedís demasiado, pero poco hace desde lo jugable más que copiar pobremente en quien se inspira y, para colmo, las licencias de canchas, campeonatos y jugadores son casi inexistentes. Toca seguir esperando por un juego de tenis que esté a la altura de la vara alta que dejó 2K hace más de una década.