Viajamos al universo de Warhammer 40.000 para conocer este spin-off que prometía más de lo que acabó siendo, pero que gustará a cierto público.

No voy a mentirles, poco más que el propio título conocía de Necromunda: Hired Gun antes de que se me encomendase hacer este análisis, pero investigando mientras se descargaba descubrí que existían muchas ilusiones por parte de la comunidad alrededor de este shooter procedente del universo de Warhammer 40.000. Ahí es cuando mis ilusiones se encendieron, aunque lamentablemente poco después se apagaron cuando me sumergí en el juego y descubrí que no había nada realmente especial en su propuesta más allá de una fórmula que rara vez deja de ser funcional.

Un mercenario en las colmenas

Como antes dije Necromunda: Hired Gun es un spin-off del juego de estrategia Warhammer 40.000 y nos lleva a encarnar un mercenario que habita las colmenas, los suburbios de este oscuro mundo poblado por criminales. En este contexto nos toca averiguar quiénes fueron los que asesinaron a un comerciante y acabar con todos ellos antes de que puedan explicar porqué. La misión no tarda en dar un giro y, tras un primer enfrentamiento que no acaba bien, nos convertimos en una máquina humano que cambiará su objetivo por una enorme sed de venganza.

Así de genérica es su premisa y lo cierto es que poco hace para distinguirse durante toda la aventura. De hecho, está claro que la narrativa es un apartado totalmente secundario para Streum On Studio algo que, para mi, en 2021 es inconcebible incluso en este género que en el pasado se lo ha permitido. Las cuotas de historia se limitan a algunos diálogos con otros personajes en el centro comercial y mínimas cinemáticas previas a cada una de las misiones. Que el foco de la experiencia pase por el gameplay, no significa que haya que descuidar tanto los porqués.

Sangre, sangre y más sangre

Y si la historia no es el foco de Necromunda: Hired Gun, claramente lo tiene que ser su gameplay. Así es, lo nuevo de Focus Home Interactive es un First Person Shooter brutal, estilo DOOM: Eternal, que básicamente se dedica a enviarnos de nivel en nivel para recibir oleadas y oleadas de enemigos para que los convirtamos en sangre esparcida por las paredes. Esa es la esencia y quienes la pasen bien haciendo simplemente eso, tendrán todo lo que necesitan para transitar menos de una decena de horas disparando sin parar.

Para terminar con esta cantidad descomunal de enemigos, que no brillan por su inteligencia artificial y acaban caminando hacia nosotros como si se tratara de un título de zombis, el juego pone a nuestra disposición un enorme arsenal que va desde pistolones de gran calibre, rifles de francotirador claves a distancia y rifles de asalto hasta ametralladoras ligeras para que recargar no sea algo de lo que debamos ocuparnos muy seguido. El gran problema surge en que, si bien conforme avanzamos encontramos mejores modelos, no hay nada que nos incentive particularmente a variar demasiado nuestras elecciones, ya que podremos hacer frente a cualquier amenaza independientemente de lo que tengamos entre manos.

Otra de las variantes que nos ofrece Necromunda: Hired Gun es la movilidad estilo parkour, con la que podemos movernos rápido hacia los lados, hacer saltos dobles e incluso caminar por las paredes mientras disparamos a hordas de enemigos, algo que hace muy dinámico el combate, aunque nos hubiese gustado que el diseño de escenarios nos invite a jugar un poco más. También tenemos una serie de implantes cibernéticos que podemos comprarle al médico y un árbol de habilidades dividido en seis secciones, que va desde la mejora de salud hasta una serie de habilidades especiales que nos permitirán ralentizar el tiempo o activar una especie de aimbot temporal, entre otras.

En líneas generales lo que nos propone el equipo de Streum On Studio no es nada que no hayamos visto en otros exponentes del género, aunque sí tenemos que destacar un par de ideas. La primera es la del mastín, un perro que nos acompaña a lo largo de toda la aventura y que por momentos consigue darle un toque especial al combate, incluso pudiendo mejorarlo con implantes, aunque realmente podemos prescindir de él para avanzar. La segunda es el sistema de cura por ataque -cada punto de daño a los enemigos, si lo ejecutamos en el momento preciso, nos compensa con un punto de cura a nosotros mismos- algo que invita a atacar constantemente, haciendo que el ritmo de la acción sea frenético escenario tras escenario.

La oscuridad de los suburbios – Apartado técnico

Adentrarnos en los parajes de Warhammer 40.000 en primera persona sonaba algo realmente tentador y es algo que el equipo de Streum On Studio ha sabido plasmar bien en Necromunda: Hired Gun, con escenarios bien diseñados a nivel estético y unos enemigos que encajan perfectamente con el lore del título de estrategia. A nivel gráfico, sin ser nada sorprendente, está muy bien y saca buen provecho de una computadora de alto rendimiento. No obstante no está libre de algún que otro problema que puede llegar a molestar, con ciertas ralentizaciones o bajas de fps a la hora de transitar los escenarios de forma veloz, incluso en una máquina que cumple con los requisitos recomendados.

A nivel sonoro no está mal, aunque tampoco destaca en nada, con una banda musical que alimenta los combates al ritmo del rock pesado que no es nada que no hayamos visto antes en sus competidores directos. Sí me hubiese gustado un mejor trabajo de voice acting, aunque su simpleza se condice con unos personajes bastante genéricos que llegan incluso a nuestros protagonista, el cual carece de personalidad propia y que si bien podemos elegir entre varios, estos simplemente se diferencian en su estética.

Necromunda: Hired Gun, el veredicto final

Lo que prometía ser una de las grandes sorpresas del año se quedó, simplemente, en una promesa. El título de Streum On Studio que funciona como spin-off de Warhammer 40.000 es demasiado genérico para destacar en un género con exponentes tan claros como DOOM y las pocas ideas frescas que aporta no están lo suficientemente explotadas como para que se conviertan en un sello de la marca.

Necromunda: Hired Gun nos ofrece combates frenéticos, un arsenal variado, un mastín e implantes cibernéticos para afrontar hordas y hordas de enemigos. Si eso te contenta, no vemos mayores razones para intentar convencerte de que te alejes. Sin embargo, quienes pretendan un poco más y algo acorde a los tiempos que corren, bueno, estamos seguros de que no encontrarán en este juego lo que buscan.

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Como buen geek de raza, sé que cuando muera voy a respawnear. Esta vida la uso para escribir sobre lo que amo.

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