Acción, plataformas, puzzles y preciosos paisajes se combinan en un planeta bastante hostil. ¿Qué tal estuvo recorrer el Planet Alpha?
A la pasada E3 Team 17 llevó un puñado de juegos entre los que brillaba Planet Alpha, y decimos que brillaba ya que en su breve tráiler entendimos de que iba la cosa: el título sería estéticamente precioso. Hoy, después de algunos meses en los que refinó sus últimos detalles, lo tenemos en nuestras manos y acá estamos para contarles qué tal ha estado la aventura por encima de lo visual.
En esta entrega de plataformas de desplazamiento lateral controlamos a un personaje que se adentra en un planeta alienígena dominado por unos robots que harán de todo para acabar con nosotros, mientras nos abrimos paso a través de la extraña naturaleza que nos rodea. Sin más vueltas, eso es todo lo que debemos saber y lo que sabremos a lo largo la creación de Team Alpha ApS.
Moviéndonos entre hostilidad y hermosura
Planet Alpha tarda solo un minuto en hacernos entender que será visualmente deslumbrante y otros 60 segundos en dejarnos claro que el peligro será constante. Lo bueno es que las cuotas de exploración de este rico planeta y de acción están tan bien repartidas que ninguna se sentirá en demasía ni en falta.
La propuesta de recorrer estos alucinantes paisajes también cobra fuerza cuando nos damos cuenta de que ninguno de los niveles será igual al anterior. Los entornos cambian constantemente y son bien distintos los unos de los otros, mientras que también varían las posibilidades que nos brindan y los peligros que presentan.
Y los peligros no serán pocos, ya que el juego se encarga de rodearnos constantemente de nuevos desafíos. Los principales villanos son los robots, algunos más despabilados que otros, que van de pequeños hasta gigantescos. Pero esas tierras también están habitadas por todo tipo de criaturas que no solo pondrán en peligro nuestras vidas sino también (si sabemos usarlas) la de nuestros enemigos.
Para ello el equipo de Planet Alpha ApS ha sabido hacernos utilizar la cabeza. Es que sobrevivir no solo dependerá de escondernos de nuestros enemigos utilizando las muy bien trabajadas mecánicas de sigilo, sino también de hacer uso del entorno poniéndolo a nuestro favor para así convertir a criaturas hostiles en nuestros aliados.
El día y la noche, nuestras armas
Una de las principales características distintivas del trabajo de Team 17 yace en el arma que nos entregan. No, no tenemos ninguna pistola para agujerear los cascos de los autómatas, la propuesta es mucho más interesante: podemos controlar el tiempo a placer.
¿Cuál es el beneficio que obtenemos al dominar el tiempo? Simple, hacer el día o la noche. Es que el planeta al que hemos ido a parar cambia rotundamente cuando sale el sol o asoma la luna. Las flores crecen y nos ayudan a escondernos, las estructuras suben y nos permiten escalar o pedazos de rocas flotan por el cielo y decapitan a nuestros enemigos.
Pero entender cómo utilizar los ciclos diurnos no es tarea fácil, sobre todo en los primeros niveles cuando solo podemos hacerlo en momentos específicos. Por eso debemos estar muy atentos a los detalles de nuestro entorno, porque una piedrita puede convertirse en el arma que necesitamos para cortarle los brazos a un robot gigante, pero no verla a tiempo puede costarnos la vida.
Quizás, unos minutitos más de horno…
Ya lo dijimos en reiteradas ocasiones, Planet Alpha es hermoso estéticamente hablando. Cada paisaje nos sorprende y su naturaleza, marcada exquisitamente por luces y sombras, nos invita a pasar por cada plataforma disfrutando de lo que entra por nuestros ojos.
Sonoramente el juego es igual de satisfactorio, mientras que la música está muy bien es el sonido ambiente lo más enriquecedor. Las criaturas que cantan, las cascadas que golpean contra las piedras y el viento que recorre las plantas generan un combo que se mete por nuestros oídos y nos da vuelta por el cerebro.
Sin embargo, tenemos que decir que a esta segunda parte le falto un poquito más de cocción. Los cortes musicales abruptos irrumpen una y otra vez en el gran clima que generan, mientras que los cambios toscos de sonido ambiente convierten, por momentos, a toda esa naturaleza en un mero escenario artificial.
En el mismo sentido camina la jugabilidad. Está bien, no podemos decir que no, pero encontramos varios detalles (como los saltos) a los que les hubiera venido bien una pulida más. Caso es el de la física de los escenarios, que normalmente funciona bien pero que con igual facilidad puede jugarnos una mala pasada, provocando que perdamos la vida sin tener la culpa.
Planet Alpha, el veredicto final
El equipo independiente de Planet Alpha ApS ha sabido qué hacer con lo que tenía entre manos. Cuando pensamos en un planeta extraterrestre estéticamente hermoso no podríamos hacerlo de una forma mejor que como ellos lo han hecho. Por este motivo es que nos regalan una experiencia visual y sonoramente inigualable.
Pero Planet Alpha no se queda solo en lo estético, sino que también presenta una aventura con las cuotas justas de exploración, acción, sigilo y puzzles. Estos últimos tienen el nivel de dificultad justo, haciendo que debamos utilizar nuestra cabeza y creatividad para resolver desafíos realmente divertidos.
El título indie distribuido por Team 17 merece la pena por muchos factores, pero sobre todo por permitirnos recorrer su alucinante planeta y por obligarnos a hacer uso del día y la noche para derrotar a los villanos que quieren hacernos polvo.