Potente, silenciosa, veloz y con un salto cualitativo en la UI. PlayStation 5 es un gran paso hacia adelante en el mundo de las consolas, pero necesita de nuevo contenido para validarlo.
2020 fue un año difícil de describir. La pandemia cambió por completo la estructura mundial y todo el planeta se vio afectada por la crisis del Covid-19. El momento más alarmante se vivió en su segundo cuatrimestre, cuando Europa y las regiones asiáticas más importantes sufrían de una propagación imparable y mantenían una estricta cuarentena para evitar frenar los contagios.
El mundo de los videojuegos no fue ajeno a este contexto y muchas desarrolladoras tuvieron que aplazar sus lanzamientos por la imposibilidad de trabajar en tiempo y forma. Sin embargo, la frutilla del postre (y de hecho, el postre per se también) para 2020 era el arribo de la nueva generación de consolas: PlayStation 5 por parte de Sony y Xbox Series X|S desde Microsoft. Más allá de las complicaciones y pronósticos negativos, ambas empresas pudieron lanzar en la fecha que tenían prevista la nueva generación de consolas.
Como era de esperarse, la demanda y el stock fabricado por las empresas hasta la fecha no dio abasto y hay una demanda mundial que comenzará a suplirse desde comienzos de 2021.
En Geeky ya pudimos probar a fondo PlayStation 5 y, además de destripar cada una de sus mejorar y novedades, también quiero hacer hincapié en la experiencia de usuario y principalmente si vale la pena dejarse llevar en este momento por la ola del hype y romper el chanchito para adquirir una, ya sea su versión con lectora o la digital.
Un diseño moderno y robusto
Antes de meterme de lleno en las bondades de la consola, me gustaría hablarles de mi experiencia con el unboxing, armado y primeras impresiones del hardware. Las imágenes y videos que pudieron ver durante los últimos meses no mienten: PlayStation 5 es un armatoste gigante, pero con un diseño tan elegante, moderno y al mismo tiempo con sutilezas minimalistas que la hacen visualmente impactante.
El cambio completamente radical a los formatos más cuadrados que venía planteando Sony en las anteriores generaciones de PlayStation da la pauta también que, desde su diseño, nos quieren anticipar que con PlayStation 5 hay una evolución en la forma de jugar videojuegos.
El tamaño de la consola no es un capricho de Sony desde el punto de vista estético. Las características de hardware para llegar a la potencia pretendida obligaron a que mantenga las dimensiones colosales que maneja y, si comparamos, la versión con lectora de PS5 mide 39x26x10,4 cm, mientras que la PS4 Pro oscila los 29,5x30x6 cm.
Empalmar la consola con la base es mucho más fácil de lo que uno puede imaginar (siempre teniendo todos los cuidados contemplativos) y si bien es pesada (dependiendo de la versión hablamos de entre 3.9kg y 4.5kg), ya sea en su versión horizontal u vertical. Acá siempre va a quedar en una cuestión de gustos – y espacios físicos de los muebles de sus casas-, pero considero que la consola alcanza esa elegancia que la enaltece en su postura vertical.
Intuición y sistemas familiares: los primeros minutos con PlayStation 5
Cuando pude ver los primeros videos oficiales sobre la interfaz de PlayStation 5, me resultó bastante desconcertante ya que a priori se veía venir un cambio sustancial en la dinámica de los menúes y la forma de interactuar con las diferentes opciones. Sin embargo, una vez que configuramos la consola con las opciones básicas de idioma, internet y cuenta de PS Plus, todo se vuelve familiar al instante.
El menú principal tiene un cambio de disposición en comparación a PlayStation 4. En vez de estar todo centrado, el slider para seleccionar juegos, biblioteca, multimedia y PSN están en la parte superior. Pero más allá de este cambio la dinámica es muy similar a la anterior generación y PlayStation 5 se vuelve intuitiva al instante.
Varios de los menúes en la configuración presentan una estructura casi idéntica y es por eso que con tan solo unos minutos interactuando con la interfaz todo se vuelve habitué. Se agregaron algunas novedades dentro de este apartado, como una configuración predeterminada para calibrar la dificultad para todos los juegos en general -si es que esos títulos tienen selección de dificultad-
Mantener el botos de PS en el DualSense ahora nos abre un panel inferior, del que tenemos acceso a todas las opciones, como ver los amigos que están online, la descarga que haya en curso, notificaciones, juego que tenemos activo, opciones de sonido con el mic y auriculares.
Los colores y la definición claramente tienen un salto claro a nivel visual, todo se ve mucho más pulido y nítido, pero el verdadero cambio sustancial es la velocidad y fluidez con la que nos movemos por todas las opciones que brinda PlayStation 5. Todos los menúes responden con rapidez y realmente no te da ganas de volver a tener contacto con la interfaz de PS4.
Gracias a su almacenamiento SSD, esa velocidad en la interfaz también se refleja al momento de salir y entrar en diferentes juegos que tengamos instalados. PlayStation 5 no cuenta con la opción Quick Resume de Xbox Series X|S para intercalar entre varios títulos activos, pero palía esta ausencia con una velocidad abrumadora para interactuar en los contenidos ingame, con tiempos de carga completamente nulos para determinados contenidos. La velocidad también se ve reflejada en la descarga de contenidos y juegos, con una amplia reducción en comparación a PS4 y gracias a ello no tardaremos una eternidad para poder disfrutar de la consola.
La escasa memoria interna con la que cuenta la consola (667,2 gb disponible de los 825 gb iniciales) de los actualmente no es un problema pero probablemente será un dolor de cabeza cuando haya un mayor caudal de lanzamientos. Hoy en día solo hay 2 juegos exclusivos –Astro’s Playroom y Demon’s Souls– y los títulos que cuentan con versión actualizada con PS5 son contados (podemos nombrar al pasar FIFA 21, Madden 21, NBA 2K21, DIRT 5, MK 11 Ultimate, Assassin’s Creed: Valhalla, Spider-Man Remastered, Spider-Man: Miles Morales, Immortals: Fenyx Rising, entre otros), así que todo el backlog que tengas de tu PlayStation 4 es fácilmente instalable a través de una memoria externa, para no consumir esos valiosos GB con juegos que no tienen ninguna mejora de rendimiento en PS5.
Uno de los nuevos apartados dentro del menú principal de PlayStation 5 son las Actividades, que aparecen de forma individual en cada tíulo que tengamos activado. Estas actividades nos dan, por un lado, un paneo general del progreso que tenemos dentro de la aventura, y también cuenta con una serie de tarjetas que permite abrir el juego en diferentes secciones o niveles.
En la mayoría de los casos, tendremos que primero acceder a esa zona del título para que se habilite la tarjeta, pero además cuenta con una serie de videos que sirve como ayuda para encontrar pistas, resoluciones y también una orientación en áreas particulares. Esta asistencia en cierta forma nos evita un paso extra para visitar de forma particular Youtube, por ejemplo, para conocer una determinada resolución o cómo se accede a una locación. Un detalle no menor es que estos videos tienen un aviso de spoiler para evitar cualquier tipo de visualización involuntaria.
Para paliar la carencia de lanzamientos durante su debut, Sony lanzó en paralelo con PS5 la PS Plus Collection, una lista con 20 juegos imprescindibles de la generación pasada y que son ese backlog ideal para arrancar 2021. Es probable que si venís de PS4, la mayoría de esos juegos ya los completaste, y si bien algunas joyas quedan afuera del catálogo -principalmente exclusivos como Horizon: Zero Dawn, TLOU 2 y Ghost of Tsushima-, es un listado atractivo que se irá complementando con los lanzamientos mensuales del servicio de suscripción.
Hay un claro énfasis de Sony de llevar a riendas los conceptos de calidad y cantidad, y mientras esperamos más exclusivos y títulos de renombre en los meses venideros, la consola debuta con Demons’ Souls, que para los detractores de remakes puede ser un título menor, es una primera probada al potencial real de la consola y el resultado es más que prometedor.
Rendimiento Vs Resolución
Si ya vienen de PlayStation 4, recordarán que muchos de los títulos -principalmente los exclusivos de la consola-, en las opciones gráficas cuentan con 2 opciones diferentes de visualización: una apuntada a los cuadros por segundo y otra al nivel de resolución en pantalla. El comienzo de PlayStation 5 no pretende cambiar este concepto y los juegos que pudimos probar en estos primeros días con la consola manejan la misma dinámica.
En este punto, y mientras Sony presente una alternativa, la elección quedará al gusto del usuario. En mi preferencia, siempre apunto a jugar con el mayor rendimiento posible aunque eso me cueste sacrificar mejoras en las texturas o la definición. En los juegos retrocompatibles de PS4 las diferencias acá son más sutiles, pero al momento de tener en nuestras manos la remake de Demon’s Souls o viajar entre telarañas con Miles Morales, nuestra elección es más significativa. El principal cambio que vamos a notar es una estabilidad en la tasa de fps, lo que logra que las experiencias sean más fluídas. En cuanto a la calidad gráfica, los títulos que pude probar (Final Fantasy XV, God of War y Resident Evil 2 Remake) cuentan con algunas texturas más pulidas y una paleta de colores más viva.
La experiencia con los títulos de lanzamiento de PS5 fue superlativa: tiempos de carga casi inexistentes, una estabilidad en el rendimiento y una casi nula presencia de bugs o errores técnicos. El rendimiento de la consola nos ofrece ese confort que tanto pretendíamos durante los últimos años y la promesa de esa inmersión constante se cumple, a priori con estos primeros títulos. El potencial visual de Demon’s Souls es abrumador e incluso si priorizamos una mayor tasa de fps, el salto generacional comienza a vislumbrarse con esta remake a cargo de Bluepoint Studios. En Miles Morales, la percepción es un poco diferente. La versión de PS5 se siente más como un upgrade de la versión lanzada en PS4 que un juego oficial para la consola.
Astro’s Playroom por su parte, es una aventura de duración reducida pero no por eso menor. Más allá de que funciona principalmente para mostrar todos los chiches que suma el DualSense, es un título que mima al fan de PlayStation y lo mete de lleno por un viaje plagado de guiños, referencias y destellos nostálgicos con las más de 2 décadas y media que tiene de vida la franquicia.
Sin embargo, esta opción de rendimiento o resolución no debería estar presente en el futuro inmediato de la consola. Las desarrolladoras y la propia Sony deben trabajar para garantizar no solo el rendimiento de los títulos, sino también su calidad gráfica. En esta nueva generación de consolas deberá ser inconcebible en un punto determinado que haya que priorizar uno de estos aspectos, sino que la experiencia debe ser completa: una alta tasa de fps con una calidad gráfica a la altura, con ray-tracing y un rendimiento 100% estable, metas que no dependen enteramente de Sony (más cuando hablamos de juegos third-party) pero que deben ser un objetivo a cumplir.
El DualSense, el verdadero game changer
Puedo estar describiendo durante párrafos y párrafos las sensaciones que transmiten tener el DualSense en nuestras manos, pero realmente la verdadera experiencia se transmite cuando disfrutamos por primera vez de la consola. Con un grip más comodo y botones más intuitivos al contacto, el nuevo joystick de PlayStation 5 es una experiencia gratificante desde el primer momento y una capa mayor de inmersión a la jugabilidad next-gen. La comodidad al momento de agarrarlo, los gatillos adaptativos y su sensibilidad háptica son algunos de sus chiches nuevos, pero que por el momento no se le puede sacar el jugo necesario.
Si queremos probar todas las bondades y virtudes que tiene DualSense, lo primero que tenemos que hacer es probar Astro’s Playroom, una demo técnica camuflada de aventura, en el que cada área del juego presenta una capacidad diferente del joystick: la presión en los gatillos, el movimiento del control e incluso soplarlo para generar interacción. Este periférico tiene un abanico de posibilidades que realmente cambian la forma de jugar, pero que todavía no está aprovechada.
En el resto de los juegos que probamos, incluso Demon’s Souls, su utilización está limitada. Más allá de una vibración focalizada y el micrófono incorporado para emular ciertos efectos, no hay un elemento diferenciador que tenga el atractivo que sí percibimos con la demo técnica. Mi mayor temor con el DualSense que todas funciones que ostenta no sean aprovechadas por las desarrolladoras y se pierdan en un mar de promesas, porque más allá de estas funciones adicionales todo lo relacionada al agarre, el movimiento de los sticks y la fricción con las manos responde de forma superadora contra PS4. De hecho, a mi me resultó raro volver a agarrar un joystick de la generación anterior, no solo al tacto sino al momento de tenerlo en las manos.
Conclusión
Es muy difícil no sentirse cautivado y dejarse llevar por todo el poderío que presenta PlayStation 5. Las promesas de su interfaz y velocidad con la potencia de su SSD se cumplen a rajatabla, y lo fluído que es toda su transición de menúes e interacción hacen que el salto generacional sea palpable desde que prendemos la consola.
En cuanto a calidad, rendimiento, potencia audiovisual y experiencia de periféricos, estamos ante el cambio generacional más sustancial e importante de toda PlayStation. La experiencia inmersiva aumenta de forma drástica y los primeros pasos con sus títulos ya muestran un significativo cambio al momento de disfrutar de las incontables aventuras que veremos en los próximos años.
Ahora bien, más allá de todo su potencia e impronta, la realidad también nos marca que su catálogo de lanzamiento es completamente escueto. Demon’s Souls, Astro’s Playroom, varias actualizaciones de títulos de PS4 y la lista se termina ahí. ¿No aguantás más con la manija? PlayStation 5 cierra 2020 con algunas experiencias que comienzan a marcar el camino, pero salvo Demon’s Souls no te vas a estar perdiendo de otras aventuras trascendentes. Si, por cuestiones económicas o de otra índole, querés esperar unos meses, PlayStation 4 todavía tiene una vida útil considerable y la mayoría de los juegos que veremos en 2021 serán intergeneracionales.
Eso sí, una vez que agarrás PlayStation 5 no vas a querer volver atrás, los pequeños y grandes cambios dinamizan la experiencia de una forma tal que no vas a querer volver a soportar una interfaz lenta, un store que anda de forma irregular y tiempos de descargas extensos.