El Lejano Oeste creado por Rockstar Games finalmente llegó a nosotros y realmente no hay mucho más que acotar en esta previa, vamos al análisis.
Desde el momento en que fue anunciado, hasta las semanas previas a su lanzamiento, conforme avanzó el tiempo la llegada de Red Dead Redemption 2 se convirtió en todo un acontecimiento dentro de la industria de los videojuegos. Y no es para menos, desde Rockstar Games nos prometieron un mundo mucho más inmenso y vivo que cualquiera que hayamos conocido antes y nosotros, una vez con las manos en el joystick, pudimos comprobar que todo aquellos que nos anticiparon acabó por convertirse en realidad e incluso consiguió superar las expectativas.
Esta nueva entrega de los creadores de GTA nos propone un viaje en el tiempo, para situarnos en 1899 y convertirnos en testigos de la precuela del Red Dead Redemption original. ¿Recuerdan a John Marston? Bueno, ahora somos uno de los miembros de la banda de forajidos a la que alguna vez él perteneció. Entonces, en la piel de Arthur Morgan deberemos intentar sobrevivir en una época en la que los Estados Unidos se están volviendo cada vez más “civilizados” y ya casi no queda espacio para quienes quieran incumplir la ley.
Cruel, Cruel World
La vida en el Salvaje Oeste de América no era nada fácil y es posible que eso haya motivado a muchos de los forajidos que por aquel entonces intentaban ganarse la vida de una forma no tan decente. Con esa premisa bajo la manga, Rockstar Games comienza a narrarnos la historia del grupo liderado por Dutch van der Linde, mostrándonos que en muchos casos salir a ganarse la vida a costas de desenfundar una pistola no era una elección, sino la única opción.
Partiendo de esa base podemos sumergirnos de lleno en esta banda a la que, en la piel de Arthur Morgar, iremos conociendo poco a poco. Así, veremos cuáles eran los problemas que agobiaban a la población de aquellos años y cómo funcionaban las cosas. En este caso, han decidido contarnos una historia mucho más íntima que la de RDR -en el que incluso fuimos parte de la revolución mexicana-, centrada en la vida de los personajes que nos rodean y de los conflictos que se desarrollaban en los pueblos y las emergentes ciudades.
El excelente trato de esta detallada narración se ve potenciada por unos diálogos que están al nivel de las mejores producciones de Hollywood y, sobre todo, por un protagonista que poco tarda en generar empatía en el jugador. Si en la previa nos preguntábamos si Arthur sería capaz de superar a John, ya con el juego entre manos podemos decir que elegir cuál es el mejor dependerá de cada uno, pero también afirmamos sin miedo a equivocarnos que Morgan está a la altura.
Respecto a esto también debemos decir que, opiniones subjetivas aparte, si que nos encontramos con un protagonista mucho más trabajado y profundo. No, no estamos diciendo que Marston careciera de sentimientos, pero Arthur tiene un sinfín más de recursos -como su diario o sus reflexiones al final de algunas misiones- para demostrarnos qué pasa por su cabeza, de dónde viene y hacia dónde quiere ir. Al mismo tiempo, Rockstar no descuidó para nada a los miembros de la banda, con los que no tardaremos en encariñarnos y compartir momentos únicos.
Un universo vivo
A priori nos parece imposible de transmitir con total efectividad la sensación que nos produce recorrer el mundo de Red Dead Redemption 2. Sin embargo, hay algo que sí podemos asegurarles y es que nunca se nos había presentado un universo en el que sintiéramos de tal forma que todo está ocurriendo de verdad, casi como si nos estuviéramos jugando a un videojuego.
Rockstar ha conseguido un mundo tan orgánico que en un sinfín de ocasiones lleva a preguntarnos cómo fueron capaces de programar algo así. La experiencia no para nunca, desde los diálogos que escuchamos entre los personajes del campamento, hasta los NPC que se mueven por los pueblos o los incontables eventos que aparecen en nuestros recorridos, que van desde un mexicano que nos quiere robar el caballo hasta una ceremonia del Ku Klux Klan.
Y saben qué es lo mejor, que todas estas secuencias ocurren más allá de que nosotros decidamos prestarles atención o no. Si una mujer nos pide ayuda porque un caballo le rompió la pierna nosotros somos quienes decidimos si llevarla hasta su casa o no, pero aún así ella seguirá allí tirada pidiendo ayuda. Lo mismo ocurren con la fauna, una que cuenta con más de 170 especies de animales que se mueven a nuestro alrededor con absoluta naturalidad y ayudan a este sumergimiento del que estamos hablando.
En el mismo sentido se mueven las misiones -absolutamente divertidas y variadas-, que parten de un diálogo que surge de forma totalmente orgánica y solo nos damos cuenta que estamos ante una cinemática por las bandas negras que aparecen en pantalla. Toda una sumatoria que resulta en una experiencia tan fluida y real, que realmente no nos podemos imaginar cómo harán para satisfacernos todos los sandbox que lleguen a partir de ahora.
Por último, tenemos que hablar de la inteligencia de los NPC. ¿Ubican la serie Westworld? Bueno, vamos a decir que esto es lo más parecido que hemos visto. Los personajes no solo recuerdan lo que hicimos, sino que también reaccionan a ello para bien o para mal. Al mismo tiempo nosotros podremos responderles utilizando una combinación de botones, por lo que terminar bien o mal una conversación dependerá de cuán honorables queramos ser.
Con una Colt en cada mano
Ahora vamos hablar de todas las acciones que podemos realizar en la piel de Arthur. Comenzando por lo más obvio, el combate, debemos decir que Rockstar Games apostó por una experiencia mucho más directa que en otras entregas. ¿Qué queremos decir con esto? Que si bien las coberturas valen, el estudio quiere que vayamos mucho más el frente como si de un spaghetti western o una película de Tarantino se tratara. Respecto a los tiroteos también tenemos que decir que si bien están correctos a grandes rasgos y resultan entretenidos, por la capacidad de movimiento del protagonista no terminamos de sentirlos del todo cómodos.
Más allá de esto último, sí tenemos que hablar de una dificultad que aumentó respecto a otras entregas. Por supuesto que si vamos con autoapuntado todo será mucho más sencillo, pero si apostamos por la mira manual (cosa que recomendamos para quienes busquen una experiencia más compleja) podremos ser abatidos en varias ocasiones, no solo porque hay muchos NPC que realmente saben disparar -sí, no es lo mismo si te dispara un borracho que el sheriff-, sino también porque ahora contamos con un nuevo sistema de salud que se rellena si nuestro núcleo está completo. Mismo sistema que se aplica a la resistencia, el Dead Eye y las propiedades de nuestro caballo.
Respecto a esto: ¿cómo podemos mantenernos en buen estado? Bueno, comiendo, bañándonos y descansando, como si de una persona de verdad se tratase. Por eso siempre será importante contar con nuestra lata de maíz dulce en la bolsa o armar un campamento bajo las estrellas para poder dormir unas horas. Así mismo deberemos colaborar con nuestro campamento para que los miembros nos estimen, cuidar a nuestro caballo para generar un buen vínculo con él y que este nos responda de igual forma o limpiar las armas cuando sea necesario, para que no merme su poder de fuego. Todo esto funciona en perfecto equilibrio, para que no resulte agobiante y para que quien quiera ir directo al grano pueda hacerlo sin vueltas, aunque aconsejamos vivir la experiencia completa.
Y la supervivencia alcanza su punto más fuerte en la caza. Cazar animales resulta tan realista que casi que sentimos pena por ellos, como si tuvieran vida propia. Claro que hacerlo será clave si queremos tener carne para cocerla en la fogata cuando no nos quede un centavo para comprar comida enlatada o para utilizar las pieles para crear objetos, tanto para el campamento como para nosotros mismos.
Un lujo técnico
Cuando Rockstar Games reveló qué se traía entre manos y lo mostró por primera vez en un gameplay realmente nos hizo dudar sobre si las consolas de la actual generación serían capaces de correrlo sin problemas. Para grata sorpresa debemos decir que sí y, excepto por alguna que otra baja de fps en algún momento específico, con absoluta fluidez.
Gráficamente Red Dead Redemption 2 es de lo mejor que hemos visto hasta la fecha, siendo Uncharted 4 el único que podría hacerle frente si queremos ponernos a comparar. Los paisajes que nos regala el juego son una belleza y contienen un nivel de detalle nunca antes visto, aunque lo que más nos ha sorprendido es la distancia de dibujado: se puede ver todo lo que está ocurriendo a metros y metros de distancia con una nitidez sorprendente. Sobresaliente también la iluminación, que agrega una cuota más de realismo a la cuestión.
Si hablamos del apartado sonoro el juego también tiene un nivel sobresaliente. Desde los disparos de cada tipo de arma, hasta las voces de los personajes o el crujir de la hierba al pisarla, todo está resuelto con una calidad y un realismo excepcional. Mención especial para todo lo que tiene que ver con la naturaleza que nos rodea, entre la que podemos destacar a los sonidos que emiten los diferentes animales o el tamborileo de las increíbles tormentas que sacuden el cielo.
Para cerrar un combo que no deja lugar a la queja, vamos a mencionar toda la BSO. Las canciones, todas ellas compuestas para el juego, son una mejor que la otra y acompañan a la perfección cada uno de los momentos de la aventura.
Red Dead Redemption 2, el veredicto final
Esperar ocho años por una secuela puede parecer mucho, sin embargo todo se justifica si la espera ha valido la pena y eso es algo que no entra en discusión. Rockstar Games ha puesto en nuestras manos todo lo que nos prometió y mucho, mucho más. Estamos ante el juego más realista, vivo y completo lanzado hasta la fecha.
Puede que Red Dead Redemption 2 no sea perfecto, pero actualmente es lo que más se asemeja a la perfección. Con un inolvidable Arthur Morgan a la cabeza, este sandbox nos regala al menos 65 horas (solo de misiones principales) de una experiencia absolutamente realista ambientada en una época clave del Lejano Oeste. Mientras todavía nos reponemos de un epílogo épico y por si todo esto fuera poco, aún nos resta por descubrir Red Dead Online.