Square Enix tomó la arriesgada decisión de realizar una remake de Secret of Mana, uno de los RPG más exitosos de la década del ’90, ¿está a la altura de las circunstancias?
Vivimos en una era de remakes y remasterizaciones. El reclamo de nuevas proyectos originales va a contramano de las distintas empresas que intentan, en bastantes ocasiones, apostar a lo seguro, a un producto que traerá réditos económicos y de paso posicionar a cierta saga, franquicia o marca. El caso de Square Enix con Secret of Mana no apunta estrictamente a esto, sino que funciona desde otra perspectiva; brindando un sentido homenaje a un título que en agosto cumple 25 y es uno de los RPG más influyentes de esa generación, que se despegó del combate por turnos y apostó, siguiendo los pasos de Zelda, a las peleas en tiempo real.
Está remake de Secret of Mana está lejos de conseguir el impacto y trascendencia que logró la versión original, pero siempre es lindo volver a recorrer la historia protagonizada por Randy, Prim y Popoi.

El Mana, la fuente de la vida
La trama de Secret of Mana parte de una premisa muy simple pero que se va profundizando con el paso de las horas. El mana es el recurso energético que otorga vida a todo el mundo y durante varios años antes de la historia principal, hubo una gran guerra entre las distintas civilizaciones por el apoderamiento del mismo pero una de las ciudades más fuertes logró construir un buque volador que con él logró adueñarse del mana por completo. Esto solo provocó la irá de los dioses y desencadenó una guerra que puso en jaque la vida en todo el territorio. La solución llegó cuando un guerrero con su espada pudo destruir el buque y poner fin al conflicto.
Volviendo al presente, y en medio de búsqueda de un tesoro, Randy se topa con la famosa espada del guerrero, clavada en la tierra. Al desenterrarla, libera a todas las criaturas que los dioses habían liberado en la antigua guerra y a la vez mermando el poder del mana en el mundo. Es nuestro deber, junto a Prim y a Popoi, reactivar esta fuerza milenaria, a través de distintas semillas distribuidas en diversas ciudades.
Tanto la introducción como todos los personajes con los que vamos interactuando son un calco de la versión original de Secret of Mana. Sin embargo, Square Enix tomó la decisión de agregar una serie de conversaciones entre los protagonistas que se activan cada vez que descansamos en la posada. Esto no solo le agrega un mayor contexto y color a la historia, sino que profundiza la caracterización de los 3 protagonistas e invita a sumergirnos mucho más en una aventura llena de sorpresas.
En esta arista del juego hay poco para reprochar, y se sigue destacando como uno de los puntos más atractivos de Secret of Mana.

La mecánica del juego no envejeció adecuadamente
Queda claro que la remake de Secret of Mana está basada estrictamente en el plano audiovisual, ya que la estructura del juego es idéntica a la planteada en la versión original, aunque cuenta con algunos pequeños cambios si hacemos una llana comparación en esta aventura que nos llevará entre 15 y 20 horas completarla. Primero, podemos realizar golpes en todas las direcciones ya que el movimiento es libre y no se limita a desplazamientos verticales/horizontales. El segundo son dos botones de accesos rápidos, para poner items, magias o armas, lo que agiliza un poco el asunto (raro en la versión de PS4 no haber aprovechado los botones R2, L2, L3 y R3, hubieran facilitado mucho más las cosas). Esto evita, en cienta manera, estar entrando al menú en cada momento para, por ejemplo, curarnos.
Pero en lo que respecta al armamento y a los golpes en combate sigue siendo exactamente igual. Debajo de nuestra vitalidad, aparece una barra de porcentaje que indica el daño que tendrá nuestros movimientos.
El combate es el factor que más sintió el paso del tiempo en esta remake. El hecho de no presentar ajustes en las mecánicas y solo reciclar el mismo modus operandi hace que todo el sistema quede anticuado. Inclusive los enemigos, cuando son golpeados, tiene un tedioso lag que tarda en decirnos cuánto daño realizamos o si directamente ya murió, lo que nos puede perjudicar si enfrentámos a más de un enemigo.

Los mapas y objetivos están planteados exactamente iguales, así que los que ya hayan jugado esta joyita de snes podrán deleitarse una vez más con las distintas ciudades y mazmorras, ahora todas con gráficos 3d. Sin hacer futurología, calculo que 9 de cada 10 jugadores de esta remake jugaron la versión original y funciona más una cuestión nostálgica por sobre el resto de los motivos, ya que su jugabilidad es, comparado a otros títulos del género, muy tosca.
El modo cooperativo, la frutilla del postre
Una de las grandes virtudes de Secret of Mana era la posibilidad de jugar con 2 amigos y que cada uno maneje su personaje. Esto le agrega una dinámica muy superior y la experiencia de juego es mucho más disfrutable. Esta remake también brinda la posiblidad de co-op en modo offline
El problema de esto no radica en la posiblidad de jugar con amigos, sino en todo lo contrario. Si jugamos solo, podremos ir cambiando de personajes a nuestro antojo en todo momento, pero la IA que maneja a los otros dos es demasiado floja. Podemos darle indicaciones desde el menú un tanto más específicas, como atacar al enemigo que nosotros no hacemos, u ofrecer apoyo, pero casí nunca cumplen con estos comandos, y gran parte del tiempo terminan amontonados atrás del personaje que manejamos haciendo absolutamente nada.

¿Cómo se soluciona esto? Cambiando constantemente de personaje, algo que al principio es bastante tedioso pero después de un tiempo, lamentablemente, nos terminamos acostumbrando.
Era mejor dejarlo en 2d
Gráficamente es donde rádica los cambios más sustanciales de Secret of Mana. Square Enix optó por abandonar el plano 2d (salvo en el minimapa, que mantiene el mismo estilo que la versión original) para pasar a un completo 3d, que realmente no brilla por su excelencia. Si le sumamos que los diseños de los personajes son demasiado genéricos los protagonistas no destilan ninguna emoción en sus rostros, ni tampoco están diseñados con un detalle que Square Enix nos tiene acostumbrado en pasadas entregas.
Los escenarios tampoco destilan mucha efusividad, y realmente era mejor pulir al detalle el esquema 2d y no apostar por algo tan chato en una franquicia que merecía un mejor cariño en su remake.
De la banda sonora no podemos decir lo mismo, ya que tenemos la oportunidad de elegir entre el BSO original o la remasterizada y ambas son excelentes. Tanto en los combates como en la exploración, mantienen esa frescura y un ritmo que va de la mano con lo que sucede en la historia.
Una remake para los nostálgicos
La remake de Secret of Mana aprueba, pero con lo justo. Creo que influye demasiado el aspecto nostálgico y el apego de aquella camada de jugadores que se deleitó con un rpg que apostó por una estructura distinta a lo que era el mainstream de esa época.
Para los que lo descubren por primera vez, puedan desilusionarse un poco, no por el juego en si, sino porque Square Enix tiene las herramientas necesarias para presentar un título a la altura que Secret of Mana lo demanda.