La franquicia Shin Megami Tensei vuelve a la carga revisitando una de sus entregas más potentes luego de una renovación para la última generación de consolas.
Podríamos pasar horas quejándonos sobre la falta de ideas en el mundo de los videojuegos, pero sería injusto generalizar. Son los grandes estudios los que tienden a dormirse en los laureles, abriendo su cofre de tesoros no necesariamente para vender las joyas de la abuela. Sin embargo, nobleza obliga, no todo lo que se rehace es bronce y, entre tanta nostalgia, algunos regresos no hacen más que demostrar la vigencia de ciertas franquicias.
Es por eso que Shin Megami Tensei V: Vengeance retorna prácticamente sin polvo apenas cuatro años después para adentrar al jugador nuevamente en este complejo universo postapocalíptico de ángeles y demonios. Entre Tokio moderno y el arrasado por una amenaza infernal, la protagonista se adentrará en un RPG táctico que insuflará vida en cada uno de los detalles de este lore complejo que fue escrito en forma de prosa por Aya Nishitani para luego ser videoanimado por el viejo y querido estudio Atlus, un grupo de gente obsesiva con devoción por revisitar hasta sus trabajos recientes, como en este caso. Lo que originalmente fue un exclusivo de Nintendo Switch extiende sus impías alas a sus potentes contrincantes, un merecido motor para tamaña aventura de combate por turnos. En esta reseña sobre la versión de PlayStation 5, analizaremos esta entrega desde un punto de vista ajeno, siendo ésta la primera incursión de quien escribe al universo Shin Megami Tensei.
¡Demonios, señorita! Una recargada historia celestial y diabólica
Podemos decir sin temor a equivocarnos que Shin Megami Tensei V: Vengeance capta la atención del jugador de manera prácticamente inmediata. Sin mucho detalle sobre lo que vendrá, las primeras escenas, sumamente cinematográficas, describen un Tokio pujante y financiero, atestado de trabajadores en su diaria que son secretamente observados por voces extraterrenales. El yugo se posa sobre una población anodina, y el jugador goza del rol privilegiado de saber que tendrá un rol central entre distintos reinos. Para hacerlo, tomamos el rol de la protagonista, una estudiante de secundario con nombre a disposición de quien tome el control del juego. Durante la aventura, el personaje recibirá un llamado extraterrenal para convertirse en una heroína, viviendo una vida dual entre su mundo y el apocalíptico.
El viaje de nuestra prota requiere de decisiones constantes. Pequeñas interacciones o grandes encrucijadas, muchas de ellas determinan nuestro destino en el juego, una constante opción entre el cielo y el infierno. No todas son importantes, y a veces, mal que nos pese, no hay tales opciones, ya que nuestra respuesta no siempre desvía caminos. Sin embargo, no deja de ser un interesante aditivo, el de cierta libertad para moldear la historia a nuestro gusto.
Como reza el título de esta nota, tanto para los fans que no pueden dejar pasar una entrega de la franquicia como aquellos indignados por una revisita tan reciente, Shin Megami Tensei V: Vengeance cuenta con una pequeña expansión sobre el original. Se trata de un escenario nuevo el cual dejaremos al videojugador para que descubra, pero que siempre es una buena noticia en tanto logra encontrar ese pequeño destello novedoso y a la vez fiel al producto original.
De batallas tácticas y alianzas guerreras
Shin Megami Tensei V: Vengeance alterna mundos semiabiertos con batallas tácticas por turnos. Mientras el primero se destaca por lo visual y detallado de sus rincones, el segundo nos propone una interesante dinámica de equipos típica de la franquicia. Por estos mapas rondan criaturas extrañas que, cual pokémon salvaje, están listos para atacar a la protagonista. Sin embargo, siempre podemos interactuar con ellos, descubrir que tienen nombre, personalidad, y, sobre todo, que son potenciales aliados en futuras batallas. Si logramos convencerlos de que se nos unan en combate a cambio de objetos coleccionables, podremos entrenarlos y usar sus poderes en nuestro favor.
Como buen JRPG pulido al detalle, las criaturas aliadas no sólo están dotadas de características personales sino también de posibilidades de customización. El desarrollo de un equipo personalizado es un pilar en este subgénero, pero Shin Megami Tensei V: Vengeance logra insuflarle un grado de originalidad con sus lore sacrosanto, entre ángeles y demonios que se vuelven más poderosos y permiten avanzar la historia mediante batallas cada vez más desafiantes. En definitiva, la vuelta de tuerca de los aliados y la personalización de poderes, si bien no son necesariamente exclusivos de la franquicia, sí logran destacar a Shin Megami Tensei por sobre sus pares en el género. No se trata de reinventar la rueda, pero sí de darle un giro que amerite otra vuelta.
El preciosismo animé
Si hay algo que ha caracterizado a esta franquicia es su detallado apartado audiovisual, y, por supuesto, Shin Megami Tensei V: Vengeance no es la excepción. Fiel a su versión previa, los mapas y diseños de personajes son un verdadero espectáculo, y cualquier jugador se verá absorbida por los distintos planos sacros y profanos que nos proponen en cada episodio. El estilo oscila entre el animé pulido y el preciosismo del detalle, algo que excede lo visual, ya que cada uno de las criaturas que se cruzan en nuestro camino está dotada de historia, de contexto, y, nunca está demás repetirlo, de trazos impecables.
Desde ya, la música es un equilibrado aditivo al apartado visual. Las pulidas partituras de Ryota Kozuka y Toshiki Konishi para la versión original siguen estando a la altura de las circunstancias, envolviendo al jugador en ese universo celestial y postapolíptico a la vez. En ese sentido, una recomendación personal: prueben la experiencia con auriculares para dejarse envolver en la narrativa.
El juicio final
Lo dicho: esta es mi puerta de entrada al complejo universo Shin Megami Tensei. Sincerados los tantos, la experiencia es super receptiva para fans nóveles. La narrativa oscura es probablemente el mayor acierto, un relato rico en detalle sobre un lore finamente articulado. El montaje de la historia sobre el arte visual permite potenciar la historia al máximo. Y en esa terna, el JRPG, género con fans y detractores, parece una correcta elección para una aventura que tranquilamente pudo haber manejado otro gameplay, pero optó por la batalla por turnos. Como mencionamos, sus particularidades como las alianzas y customización de equipos le permiten a Shin Megami Tensei V: Vengeance no ser uno más de la multitud. La calidad recepción de 2021 se ratifica en 2024 con un acto de justicia: la llegada a consolas con mayor capacidad. A veces es importante torcerle el brazo a papá Nintendo y darles la chance a otros jugadores de adentrarse en este endemoniado JRPG con horas y horas de acción.