Focus Home Interactive nos trae Space Hulk: Deathwing Enhanced Edition, una versión mejorada del título que salió para pc en 2016, ambientado en el rico mundo de Warmammer 40.000.
Es probable que en Argentina no tenga el impacto suficiente, pero Warhammer 40.000 es un universo que sigue creciendo con el paso de los años que con más de 35 años en el mercado sigue expandiendo su canon. Comenzó como un juego de mesa, para luego tener adaptaciones a nivel literario, películas animadas y videojuegos.
Space Hulk: Deathwing Enhanced Edition es la reedición del título homonimo que se lanzó en 2016 y Focus Home Interactive presenta para desembarcar en PlayStation 4, y al mismo tiempo relanzar el juego para PC.
Mapas claustrofóbicos, acción a destajo y toda la ambientación del universo Warhammer se combinan en este FPS de ciencia ficción futurista.
Para los que ya tuvieron la oportunidad de jugar a la versión original, Enhanced Edition incluye nuevas armas, una clase extra, algunos pulidos en los detalles gráficos y un modo de juego extra en donde tenemos que hacer una nueva serie de misiones opcionales.
Recuperando el control del Olethros
Dedicar varios párrafos explicando el contexto histórico del juego y profundizar sobre la mitología de Warhammer sería extenso, innecesario y hasta hipócrita de mi parte, ya que no solo un acérrimo experimentado de la materia y solo conozco su trama de manera muy pero muy superficial.
Sin embargo, Space Hulk: Deathwing Enhanced Edition permite abstraernos un poco de toda su vasto argumento para darnos una premisa que logra meternos rápidamente en su historia y el por qué de nuestro proposito. Encarnamos a los Deathwing (a.k.a. las Alas de la Muerte, ya que el juego nos llega en perfecto español), un cuerpo de marines especializados en el combate físico, armamentístico y mágico que debe cumplir una misión cuasi imposible o suicida: recuperar el control del Olethros, una colosal nave que se encuentra invadida de Genestealer, una raza alienigena que se encuentra en medio de una milenaria guerra contra nosotros.
Esta tarea, repitiendo lo expresado el párrafo anterior, no es para nada sencilla. El Olethros es una nave descomunal, llena de pasillos, recovecos, asentamientos y oscuridad; y liberar cada zona de la misma puede terminar siendo una tarea titánica.
Por suerte, a medida que vamos avanzando en la historia, iremos conociendo un poco más sobre las motivaciones de los marines y lo que le sucedió a los tripulantes de la nave, en su fatídico deceso.
Cayendo en la monotonía
En todas las misiones que componen esta historia encarnaremos a los Librarians (Bibliotecarios), la división de marines que cuenta con poderes psíquicos para complementar su fuerza de ataque. Además nos acompañan dos compañeros para completar los objetivos: un Apotecario (médico) y un soldado de infanteria. A los mismos se le pueden ir otorgando distinos comandos para que los movimientos no sean del todo automatizados y otorgan una leve sensación de estrategia.
La verdad es que, luego de completar el tutorial y la primera misión, las expectativas eran bastante altas. Space Hulk: Deathwing es un fps con una impronta y estética muy similar a Alien. El Olethros es una nave tan inmensa como lúgubre, y la sensación de peligro es cuasi constante. Es una aventura que no te permite descuidar un segundo de la pantalla porque lo podés terminar padeciendo, ya que de un segundo para otro el escenario se puede llenar de enemigos y cuando digo llenar es literal. Por momentos terminaremos enfrentando a más de 20 enemigos a tiro limpio, espadazos y algún que otro poder mágico (o psíquico en este caso).
Lamentablemente, el juego se pierde rápidamente en un sistema monótono que se repite una y otra vez a través de las 9 misiones que componen el juego, en la que cada una tiene una duración que varía entre los 25 y 45 minutos. Los mapas son enormes pero los objetivos que se plantean son siempre los mismos: ir del punto A al B, destruir algún nido de enemigos, activar alguna puerta, hackear alguna computadora y volver a A o en su defecto a C, que es un via de escape más lejana.
Encima si a este factor le sumamos que los personajes tiene una movilidad bastante reducida, producto obviamente de andar encima de esas armaduras gigantes, la cuestión se vuelve un poco tediosa. La impredictibilidad que se destacaba al comienzo pronto termina siendo un loop constante: Matar enemigos, avanzar, matar, matar, matar, avanzar, fin.
Los mapas son enormemente desaprovechados y funcionan únicamente para hacernos perder de vez en cuando ante tanta inmensidad y bifurcación laberintesca. Hay poco para interactuar, principalmente las puertas, que las podremos ir bloqueando para evitar el paso de los enemigos o unas torretas, que podemos hackear para matar criaturas a distancia.
Unas reliquias son el único coleccionable que se encuentra desperdigado entre las misiones y tampoco es una locura del otro mundo encontrarlos. En la mayoría de los casos están ahí en frente de nuestros soldados mecanizados dispuestos a ser agarrados.
El aspecto rolero cuenta con una presencia importante. Tenemos distintas especialidades para elegir, así como armas de fuego y combate melee. Todas son un guiño constante a los seguidores de la franquicia, como casi todo el juego. Es un fps tan de nicho que cuesta por momentos no sentir que te estás perdiendo de referencias constantes cada 3 pasos.
Podremos elegir entre algunas clases y también ir distribuyendo puntos de habilidad en un escueto árbol, que van sumando tanto los atributos de nuestro protagonistas como los sidekicks. Vale aclarar que la IA de los aliados, es bastante limitada si no les damos alguna órdenes, ya que en la mayoría de los casos solo se limitan a quedarse quietos y disparar hasta eliminar el último enemigo, sin un atisbo de ingenio o estrategia en las tácticas.
El cooperativo online, que suma hasta 4 jugadores en simultáneo, no cambia la perspectiva de jugar la campaña en solitario, y solo es un condimento para aquellos que quieren evitar jugar con la máquina.
Una ambientación de lujo
Todos los puntos negativos que describimos en la jugabilidad se contrarrestan con la gran ambientación lograda en los distintos recovecos de la nave. Las luces y el sonido del eco en los pasillos son detalles que juegan muy a favor con la puesta en escena que Focus Home Interactive. Esto sin embargo no se traslada a los enemigos, que a pesar de tener una variedad dentro de todo aceptable, son bastante simplones. Las armaduras de los personajes, así como la estética de los escenarios son un homenaje exacto a toda la franquicia que carga a sus espaldas.
Conclusión
Se nota que los muchachos de Focus Home Interactive le tienen un cariño a Warhammer 40.000 y todos sus spin-off, porque Space Hulk: Deathwing Enhanced Edition es un juego hecho por y para los fanáticos. Un fps que pierde ritmo rápidamente con el correr de las misiones, pero que logra sobrevivir por toda la estética que lo rodea. Sin embargo, ante tanta oferta dentro del género, si no sos del nicho, no sería la primera opción para elegir.