Respawn combina diferentes estilos y conceptos con una premisa interesante para ofrecernos la mejor aventura de Star Wars de los últimos años.
Siempre me llamó la atención que con el amplio abanico de posiblidades que ofrece Star Wars, la cantidad de juegos que se destaquen de la franquicia se puedan contar con las, si soy generoso, 2 manos. Y es una estadística negativa: son más de 100 títulos a lo largo de 37 años que llegaron en todas las consolas y plataformas posibles, con resultados en su mayoría flojos.
Haciendo un repaso rápido, KOTOR, Jedi Knight y The Force Unleashed fueron los pocos que habían logrado transmitir de forma fehaciente la magia de este universo, y por sobre todas las cosas, la inmersión de sentirnos uno con la Fuerza, ya sea del lado de la luz con la oscuridad.
Por suerte, Electronic Arts decidió soltarle un poco la mano a DICE (con quien ya padecieron bastante el problema con las loot boxes) para darle una oportunidad a Respawn Entertainment, con el objetivo de realizar una aventura single player que se encuentre a la altura de las expectativas y que demuestre que las aventuras para un solo jugador todavía tienen espacio en este mercado en el que año a año la modalidad online/multiplayer gana cada vez más terreno.
Star Wars Jedi: Fallen Order es, bajo este preámbulo, una de los mejores videojuegos que nos ha ofrecido la saga creada por George Lucas de los últimos años. No es un juego perfecto, de hecho tiene algunos errores bastante puntuales pero que de todas manera no logran opacar el excelente trabajo realizado por Respawn, que logró tomar conceptos y estilos de muchos referentes del género aventura, acción y rpg para fusionarlo con una historia que tiene una premisa excelente pero que pierde fuerza (irónicamente) durante su desarrollo para remontar al final.
Retomando el camino de la Fuerza
Star Wars Jedi: Fallen Order tiene como marco temporal dentro de la franquicia la irrupción definitiva del Imperio en toda la Galaxia y el crecimiento en paralelo de los diferentes focos de la Resistencia que intentan enfrentar en una lucha de David contra Goliat a Darth Sidious y su vasto ejército. La Órden 66 ya fue ejecutada hace 5 años y la Orden Jedi como la conocemos está extinta, con los pocos sobrevivientes a la masacre exiliados en diferentes planetas, intentando pasar desapercibidos para no ser eliminados.
La historia no decide enfocarse en algunos de los Jedi conocidos ( de las películas y el resto de las producciones audiovisuales o literarias) sino que presenta nueva figurita sobre la mesa: Cal Kestis, un padawan que era tan solo un pre adolescente cuando el ejército de clones comenzó la purga de los Jedi. Desde ese entonces, ha ocultado su identidad y refugiado en un pequeño planeta chatarrero llamado Bracca, en el que trabaja día y noche intentando no llamar la atención.
Sin embargo, el Imperio está decidido a exterminarlos por completo para apaciguar cualquier tipo de amenaza y Cal es descubierto por las Inquisidoras, un grupo de soldados sensibles a la Fuerza que forman parte de las filas del Emperador (otro elemento canon por fuera de las películas que se introduce de forma magistral).
Durante su escape de este planeta, es rescatado por Greeze y Cere Junda, un par de rebeldes que lo estaban buscando (en realidad necesitaban un Jedi) para encomendarle una tarea que puede torcer la balanza en esta guerra: la búsqueda del Holocrón, dispositivo que guarda una lista de jovenes sensibles a la Fuerza y que pueden convertirse, bajo un previo y estricto entrenamiento, en Jedi.
Esta es la excusa para que este trio emprenda una misión por varios planetas y encontrar el preciado Holocrón, pero la guerra contra el Imperio también los tocará de cerca, y no dudarán en intervenir para ayudar al ejercito rebelde en todo lo que puedan.
Star Wars Jedi: Fallen Order va por 2 sendas paralelas al momento de llevar a cabo su narrativa y la misión que tiene este grupo se siente más como una excusa para justificar la exploración de nuevos escenarios que encontrar una inmersión yempatía necesaria. Sin embargo, lo que realmente atrapa dentro de este relato es el camino que realiza Cal Kestis, desde su exilio y olvido como Padawan a su reencuentro con la Fuerza, para transformarse no solo en un Jedi, sino en un defensor de una República que ya no existe.
En cuanto a su estilo e impronta, Respawn eligió parecerse más a Rogue One que a la última trilogía: no solo desde el estilo audiovisual, sino desde la fotografía de los escenarios y el tono más serio para contar todos los sucesos. Hay momentos para los chistes y cuestiones humorísticas, que si bien no se sienten descolocadas funcionan más como un guiño para los fanáticos.

¿Easter eggs? Muchísimos y hay para todos los gustos, desde el ultra mega fan que expande su gusto por Star Wars más allá de las películas y también hay algunas referencias más alevosas para los que conocen lo básico y principal de la franquicia. Sin embargo, este es un juego que también es atractivo para quien nunca vio Star Wars porque la trama es bastante clara en la manera de contarlos; la franquicia es un imán atractivo, pero no solo por ser de Star Wars el juego llama la atención, sino por una jugabilidad sumamente entretenida.
Ser un Jedi
Hay un punto clave que dejan en claro al comienzo de Star Wars Jedi: Fallen Order y que funciona para la progresión del protagonista: durante los años de su exilio, Cal Kestis se fue alejando de los poderes que brinda la Fuerza. Ahora, encausado nuevamente en una misión y decidido a hacer frente al Imperio, necesitará recordar todas esas habilidades que duermen en el subconsciente y desean ser despertadas.
Esta idea es la base RPG que se sostiene durante toda la aventura. Comenzaremos únicamente con el lightsaber para defendernos, pero con el paso de las horas iremos aprendiendo diversas habilidades que nos ayudarán en el combate y en la exploración, habilitando zonas que antes no podíamos acceder y ofreciendo una pequeña extensión de la aventura.

Fallen Order divide su contenido en diferentes planetas, a los que accederemos gracias a La Mantis (la nave de los protagonistas) y que tendremos que revisitar varias veces en nuestra búsqueda del Holocrón. Al mejor estilo metroidvania, muchas áreas y atajos estarán bloqueados en las primeras incursiones pero al volver con nuevas skills tendremos la chance de alcanzarlas, para avanzar en la historia, así también como en la búsqueda de colleccionables.
Greeze y Cere Junda se quedarán siempre en la Mantis ofreciéndonos diálogos y contexto de la historia, pero esto no significa que estaremos solos durante la aventura, ya que el entrañable droide BD-1 será el sidekick ideal para enfrentar a los enemigos y abrirnos paso. Al igual que Kestis, el pequeño robot irá aprendiendo nuevas habilidades a base de mejoras, algunas para acceder a nuevos lugares y otras para ofrecernos una pequeña asistencia en el combate, principalmente contra enemigos mecánicos.
Es imposible no mencionar las influencias que maneja el juego al momento de desenvolver todos sus recursos jugables. Prince of Persia, Tomb Raider y ápices de Uncharted para la exploración de los planetas y una base Souls + Sekiro al momento de blandir el lightsaber en combate (de hecho, un dato no menor es que los enemigos reviven cada vez que descansamos en un checkpoint). Y si bien es importante destacar como Fallen Order logra combinar estilos en pos de una aventura dinámica y fresca, quiero detenerme en el brillante diseño de mapas y níveles que tiene el juego.
Jeff Magners, diseñador de los escenarios, y Stig Asmussen (una de las mentes detrás de este título) lograron un mapeado bestial, que no solo extenso en longitud sino que también cuenta con una apropiada verticalidad. Todos los planetas tiene un entorno y ecosistema diferente, por lo que Cal Kestis pasará de escalar arboles a adentrarse en cuevas laberínticas; cada metro cuadrado está emplazado y creado con un nivel de detalle soberbio y que estos mapas tengan tanta vitalidad propia logran que Fallen Order sea completamente inmersivo. Ojo, los escenarios son una genialidad, pero a veces pecan de un exceso de ambición y por momentos nos veremos recorriendo enormes extensiones de territorio porque no hay un atajo bien planteado.
Al comienzo del análisis afirmé que este nuevo juego de Star Wars tenía dentro de sus virtudes esa sensación de creernos un Jedi durante nuestro periodos de juego y lo logra especialmente gracias el combate. Lamentablemente tuvo la desgracia de que en abril salió Sekiro: Shadows Die Twice, por lo que la vara en dicha arista (salvando las distancias entre pelear con una espada de acero y un sable de luz), quedó altísima: el título de From Software maneja unos compases de precisión en el parry y la sensibilidad de los movimientos cual reloj suizo. Sin embargo, lo que logra Respawn con Fallen Order es también notable y de yapa cuenta con 4 niveles de dificultad para que esta arista del juego no sea un impedimento.
No solo enfrentaremos a los poco certeros Stormtroopers (que justamente acá tienen bastante puntería), los Inquisidores estarán en muchos sectores del juego, logrando así duelo con el lightsaber tan coreográficos como geniales. Insisto, que el bloqueo no sea tan fino a veces merma la experiencia, pero con el popurri de poderes que tenemos con la Fuerza las batallas son mucho más versátiles.
El Imperio y sus tropas no serán solo el único rival para Cal Kestis: durante la exploración en los diferentes planetas enfrentaremos a una gran cantidad de criaturas y habitantes oriundos de dichas regiones, y hablar más al respecto sería spoiler y este juego logra mimar a los fans incluso en esta parte.
La parte flaca de su bestiario y el combate es que no tiene ni un boss lo suficientemente épico para quedar en el recuerdo. Son combates interesantes algunos, más que nada los que implican duelo de lightsaber, pero a la media hora ya te lo olvidaste por completo.
La duración y la vida útil del juego puede ser otro de los puntos más discutibles de esta aventura. Fallen Order está lejos de esas calamitosas 6 horas que presagiaron tras los primeros avances, y se puede completar la aventura en unas 20 o 25 horas. El problema es el post-final: la cantidad de coleccionables, secretos y mejoras para Cal no son suficientes para expandir el juego más allá de lo que propone como base, y tampoco hay un NG+ para sumar nuevos desafíos.
¿Habrá expansiones a futuro? Respawn no se ha pronunciado al respecto, pero con las buenas ventas que viene cosechando y la demanda de los fans, no sería raro que veamos algún que otro planeta nuevo para explorar en los meses venideros.
Conclusión
Hacía años que veníamos pidiendo una aventura single player sobre Star Wars y Respawn Entertainment dio en la tecla. Una desarrolladora que sacó recursos y personas que estaban trabajando en Apex Legends para pulir Star Wars Jedi: Fallen Order y hacerla una aventura memorable. No es un título perfecto: con algunas imprecisiones técnicas en su haber, también hay una lindo apartado de bugs que todavía no fue pulido, sumado a esos tiempos de carga eternos que por el momento no tuvieron su parche en consolas. Pero son detalles que no tapan la enorme aventura que nos pone en la piel de Cal Kestis y hace justicia por una saga que necesitaba hace mucho, mucho tiempo, una aventura de estas dimensiones.