4 personajes dispares y una narrativa brillante, que homenajea a las grandes aventuras de exploradores se reúnen en Strange Brigade, un shooter en tercera persona enfocado en el juego online.
Los videojuegos no son perfectos. Virtudes y falencias tienen todos y en cantidades a veces más distribuidas que otras, pero un título sabe brillar cuando sabe resaltar sus valores positivos y ocultar sus limitaciones. La desarrolladora inglesa Rebellion presenta un ejemplo similar con Strange Brigade, una aventura de acción que prioriza el modo online de hasta 4 jugadores , donde nos sitúa en la década del ’30, tiempo antes de la Segunda Guerra Mundial, con un equipo de exploradores que a base de disparos y explosiones eliminará una horda de criaturas de ultra tumba para detener al mal en Egipto.
Sin marcar ningún tipo de innovación en el género, Strange Brigade logra marcar su sello con una dirección de arte muy bien lograda, un relato convincente y una jugabilidad sencilla, que logra engancharnos con una sutil facilidad.
Unidos contra Seteki
Strange Brigade cuenta con 3 modos de juegos: Historia, Horda y Contrarreloj, siendo la campaña la arista más diversa en contenidos, con 9 misiones con una estructura bastante similar pero que nos situará en distintas regiones de Egipto. Los protagonistas de turno son un equipo formado por un cuarteto bastante dispar (de ahí el título, una extraña brigada), que explorará las diversas zonas, plagadas de trampas, criaturas y secretos para detener a Seteki, una poderosa bruja que está azotando con una maldición todo el país africano.
Todo este periplo, que no es una locura argumental, está genialmente planteada gracias a la estética similar al cine de los años ’30 y ’40, con un narrador que se roba todos los aplausos. El mismo irá contando los eventos a medida que vayamos sorteando las diferentes misiones e incluso aportará su acento británico a nuestras acciones durante cada uno de los 9 niveles.
La estructura de las misiones es bastante lineal, realizando un recorrido en el que tendremos que ir cumpliendo objetivos, donde su mayoría se limitan a encontrar una llave, derrotar una determinada cantidad de enemigos que aparecerán de manera incesante o resolver un acertijo. En el medio, un buen popurri de coleccionables y desafíos que le imponen una cierta rejugabilidad para los detallistas que les gusta completar minuciosamente cada juego.
Los puzzles se destacan en las primeras misiones, aunque con el progreso que vayamos haciendo descubriremos que en su mayoría son bastante repetetivos. Un detalle interesante es que algunos tiene una cantidad limite de 3 intentos para su resolución, lo que influirá en el agudizaje de nuestro ingenio para poder superarlos y robar los tesoros que contienen
El armamento a disposición está compuesto por todo material de la época: rifles, escopetas, fusiles automáticos y 4 tipos de pistolas distintas como armas secundarias. Además, contamos con tipos de granadas y habilidades especiales propias de cada personaje y que además podremos desbloquear nuevas si vamos encontrando algunas reliquias que nos dan puntos de habilidad. Por último, contaremos con armas especiales que las podremos comprar a cambio de monedas en varios puntos diseminados a lo largo de cada misión y que funcionan como un plus ideal para arrasar con varios enemigos a la vez.
La ayuda del entorno también será clave. Egipto de los años ’30 resulta ser un lugar bastante peligroso para los aventureros, pero podremos utilizar las trampas que atesoran cada nivel estratégicamente a nuestro favor.
Enemigos hay y de varias clases, siendo el punto más elevado en lo que Rebellion nos ofrece como contenido ingame. Inofensivas momias que se mueven en manada, escorpiones gigantes, “soldados” del faraón que escupen ácido o fuego, piratas zombies o incluso algunos seres de la mitología egipcia se deleitan con sus patrones de ataque y niveles de detalle.
La duración de la campaña es más que aceptable, superando las 8 horas de duración y donde más brilla, junto a los otros dos modos, es cuando podemos compartir con un amigo, o gracias al matchmaking, toda la odisea. La dificultad es relativa, porque tiene 3 niveles distintos y hasta se puede ajustar la cantidad de enemigos que pueden llegar a aparecer.
Horda y Contrarreloj
Alejándonos de la historia central, Strange Brigade cuenta con dos modos extra que son un habitué en esta clase de juegos. El primero es Horda, donde tendremos que sobrevivir a oleadas y oleadas de enemigos, cada vez más agresivos y en cantidades industriales. La dificultad de cada escenario difiere en la cantidad de recursos que tenemos, el valor de los mismos y la cantidad de monedas que dropean los enemigos para reabastecernos.
Contrarreloj (o Score Attack) nos invita a recorrer nuevamente las misiones de la campaña (de hecho, este modo se desbloquea una vez que ganamos el primer nivel) con una impronta más dinámica, centrada en la matanza y la suma de puntos que a la exploración.
De los 3 modos que actualmente hay en el juego, ya que Rebellion detalló que llegarían más personajes, armas y contenido en los venideros DLC, Horda es quien saca a relucir la mayor cuota de diversión, más aún si lo jugamos con amigos.
Una película de época
El aspecto audiovisual y la dirección artística son dos de los puntos más álgidos que tiene Strange Brigade. La estética implementada por Rebellion le imprime ese deje de aventura que podemos disfrutar en largometrajes del estilo de Las Minas del Rey Salomón o Indiana Jones (incluso hay una hermosa referencia cuando uno de los personajes exclama “It belongs in a museum” al mejor estilo Harrison Ford), con esa narrativa con la voz en off propia de la cinematografía de mitad del siglo XX.
Conclusión
Strange Brigade es un título con una propuesta bastante simple, que tampoco busca ser la innovación de un género con una oferta bastante amplia y contundente. Sin embargo, si lo jugamos online descubriremos que Rebellion saca a relucir todo el potencial que tiene este juego, con una estética muy detallada y atractiva, un combate sencillo pero eficaz, gracias a la buena diversidad de enemigos.