Square Enix nos trae una propuesta interesante desde la proyección, aunque muy poco atractiva desde lo jugable, que poco justifica no haber sido simplemente una serie.
Las propuestas innovadoras dentro de la industria de los videojuegos siempre deben ser bien recibidas, aunque no necesariamente valoradas en la posteridad. Square Enix vuelve a apostar por una experiencia diferente con The Centennial Case: A Shijima Story, una suerte de película jugable o interactiva desarrollada por el estudio japonés H.A.N.D., que resulta relativamente interesante desde su narrativa aunque poco hace para entretener en lo que propone como rol para el jugador.
Una familia, una maldición
The Centennial Case: A Shijima Story es un drama japonés con toques de fantasía en todas la de la ley. Quien esté familiarizado con las producciones del país del sol naciente ya sabe a lo que se enfrenta, aunque para quien no, es cierto que es un producto bastante fácil de digerir. La obra de Square Enix nos sumerge en la historia de la familia Shijima, una que sufre una suerte de maldición: desde hace décadas, exactamente cada 10 años, un miembro de la familia muere en circunstancias misteriosas. Sin embargo, las curiosidades de los Shijima no terminan ahí, porque este milenario apellido lleva dedicando también muchísimos años a la investigación de un fruto que parece la clave de la eterna juventud.
El juego se desarrolla en torno a una escritora de novelas de misterio que es contratada por un miembro de la familia para investigar una nueva muerte y lo cierto es que, más allá de lo delirante que pueda parecer por momentos su trama, consigue hacer bien las cosas para mantenernos atrapados. Aunque ciertas escenas son poco verosímiles, como algunos momentos en los que los protagonistas asumen con total naturalidad hechos que parecen sacados de la ciencia ficción, las actuaciones y ciertos diálogos ayudan mucho a que volvamos a meternos en lo que se cuenta. Y es clave que la parte argumental funcione y enganche, porque no solo termina siendo el principal atractivo de la propuesta, sino que prácticamente podría decirse que es el único.
Pistas y decisiones
Es que la parte jugable de The Centennial Case: A Shijima Story es cuanto menos cuestionable. Recientemente tuvimos una referencia muy popular proveniente de Netflix, Black Mirror: Bandersnatch, una película interactiva que nos permitía elegir el curso de su historia y el destino del protagonista mediante nuestras propias decisiones. Así funciona también la obra de H.A.N.D.. Sin embargo, en este caso, el principal problema del desarrollo radica en que la gran mayoría de nuestras decisiones no parecen tener un peso tangible, incluso en ciertos momentos los diálogos de los personajes no parecen responder a la elección que tomamos y tampoco es que el juego nos lleva al límite con situaciones críticas. De hecho, algunas de estas decisiones tienen como recompensa la obtención de pistas extra que tampoco es que lleguen para solucionar un problema o misterio demasiado complejo: y ahí está el segundo problema del juego.
Es que la mecánica “estrella” de The Centennial Case: A Shijima Story, si se la puede llamar así, es el desarrollo de hipótesis y resolución de misterios. Cada cierto tiempo el juego nos invita a repasar las pistas obtenidas y así realizar una hipótesis en base a un caso particular, en unas secuencias bastante cansadoras que pueden llevarnos incluso más de una hora y que bien podrían haberse resuelto en una serie de diálogos dentro del mismo desarrollo del juego. El principal problema es que, en la mayoría de las veces, las pistas son tan evidentes que la decisión a tomar es simplemente obvia. Entonces, el que debía ser el mayor de los atractivos desde la parte jugable, termina traduciéndose en un ejercicio repetitivo y cansino, con resoluciones simples y que incluso en el final del juego, en caso de que el desenlace no sea el adecuado, nos invita a volver para solucionar lo que hicimos mal.
Paisajes de Japón – Apartado técnico
Analizar la parte técnica de The Centennial Case: A Shijima Story es casi como escribir la crítica de una película. Como antes dije, las actuaciones están muy bien y terminan por ser uno de los salvatajes de este bote que tiene fugas por todos lados. Pese a ser un producto íntegramente oriental y a mantener el estilo de los dramas japoneses, el juego se esfuerza por no cerrarse en un único público aunque tampoco consigue escaparse demasiado. Quizás, el apartado más atractivo de su vertiente visual resulte en el recorrido por los paisajes de Japón y esta cosa que tiene la historia de llevarnos constantemente al pasado, para así visitar también estas locaciones tradicionales del país que tanto nos gustan. El trabajo a nivel sonido también está muy bien y la traducción de textos al español sin nada grave que objetar. Lo único desde lo técnico que puedo recriminar es que el manejo de la mecánica de hipótesis con el control de PlayStation es muy incómoda y se nota que está pensada al cien por cien para manejarla con mouse.
The Centennial Case: A Shijima Story, el veredicto final
En Geeky siempre valoramos las propuestas diferentes, atrevidas, dentro de una industria que cada vez parece apostar con mayor frecuencia a lo seguro. Sin embargo, esto también puede traer como resultado productos que poco tienen para ofrecer al jugador promedio. Ese es el caso de la obra de Square Enix y H.A.N.D..
The Centennial Case: A Shijima Story es una película interactiva con poco que brindar a los usuarios más allá de su historia, que está bien, aunque tampoco es una revolución. A nivel jugable invita a tomar decisiones que no siempre parecen tener peso en el desarrollo y su mecánica estrella, las hipótesis, acaba por ser un ejercicio cansino más temprano que tarde. El juego bien podría haber sido una serie, incluso por su excesiva duración que supera la quincena de horas, pero poco hace para que se justifique pagarlo (al precio elevado que tiene) en una consola o PC.