Square Enix mima a los fans de los rpg con The DioField Chronicle, un título que tapa sus baches narrativos con un sistema de combate a la altura de las expectativas.
2022 es un año cargado de lanzamientos y Square Enix es una de las marcas responsables de estos. Triangle Strategy, Valkyrie Elysium, Stranger of Paradise son solo algunos ejemplos de los títulos que la publicadora desplegó en los últimos meses y el futuro cercano también viene bastante robusto: Harvestella, Star Ocean o Forspoken, por solo mencionar algunas IP que están por desembarcar. Es por eso que algunos títulos puedan pasar fuera de la órbita del jugador que no está en el día a día de los que sucede en la industria y juegos como The DioField Chronicle pasen por alto.
Desarrollado por Lancarse y anunciado en marzo de este mismo año y, se trata de un rpg estratégico en tiempo real, atravesado por dos elementos clave: una historia tanto política como bélica y el despliegue de un sistema de combate con grandes dosis de personalización sumado a una libertad no solo en la toma de decisiones, sino en el despliegue de nuestros personajes y cómo encaramos los objetivos.
En la premisa, era la puerta de entrada a posicionarse como uno de los grandes juegos de 2022, pero con el paso de las misiones y principalmente el desarrollo de la narrativa, The DioField Chronicle no logra sostener el golpe de efecto de sus primeras horas.
La codicia en medio de una guerra y un territorio clave para la victoria
La política y la guerra son dos tópicos que Square Enix nos tiene acostumbrados desde hace muchos años, incluso cuando conocíamos a la empresa como Squaresoft – previo a su fusión con Enix -. The DioField Chronicle sin tapujos nos introduce de lleno en este cocktail y te atrapa en sus primeros compases.
Dos imperios atraviesan una guerra sin cuartel por la dominación del otro, y en este conflicto que no tiene fecha de culminación, entra en juego la isla de DioField, un territorio que había permanecido completamente neutral a esta guerra pero en su geografía se halla el Jade, un recurso valioso para la generación de “magia” y ambas facciones posan sus ojos para conquistarlo.
En la teoría, parece una aventura bastante simplificada, pero sus dos primeros capítulos abren la narrativa a otros matices, liderados por el grupo de protagonistas de turno, los Blue Foxes, una suerte de cazarrecompensas que se involucran en la guerra principalmente para defender a los ciudadanos de la isla, pero que poco a poco sus interés personales también influirán en el conflicto.
Por desgracia, todo el potencial de esas primeras horas no logra sostenerse en todo su desarrollo, principalmente porque The DioField Chronicle no logra mantener el foco del conflicto en el epicentro de las acciones. Los personajes pierden profundidad e interés, limitándose a aceptar la misión que les toca, celebrar alguna victoria o shockearse por algún plot-twist inesperado. Las misiones secundarias tampoco hacen lo suyo como para aumentar el lore de este universo ni el avance de la trama principal intente jugársela un poco. Lancarse toma elementos ya probados argumental en otros juegos y los adapta a esta guerra. No podemos definir su historia como “mala”, pero esa escasez en la innovación o golpes de efecto reiterativos hace que la trama se diluya misión a misión.
Un detalle no menor, y una rareza en 2022, es que el juego no viene con subtítulos en español. Algo común para los jugadores del siglo pasado, pero que cada vez hay menos exponentes que no tengan una localización idiomática.
En el campo de batalla, sin embargo, The DioField Chronicle saca a relucir todo su atractivo. Cada misión, principal o secundaria, nos introducirá en un mapa de libre movimiento con acción en tiempo real, en el que tenemos una serie de objetivos a cumplir y condiciones para lograr la victoria. El tiempo en el combate corre en todo momento, salvo cuando pausamos la acción por ajustes en la configuración y tenemos el control total de los personajes.
Por batalla, podemos elegir hasta 4 héroes y cada uno de ellos puede sumar uno más, que funciona como “soporte” usando sus habilidades para complementar la táctica que utilicemos. Con el desafío que representa controlar personajes en un juego táctico en tiempo real, The DioField Chronicle sostiene muy bien la experiencia de usuario con comando ágiles para agrupar a los personajes o elegir acciones de forma individual. De esta forma, hay una libertad casi absoluta de emplear el tipo de tácticas que más se adecúe a los personaje que llevemos al campo de batalla, con clases que están divididas en 4 tipos de unidades: soldados, arqueros, magos y caballeros, cada uno obviamente con sus ventajas y debilidades.
Por ejemplo, podemos dividir a los personajes en grupos de dos, para ir con un guerrero que utilice daño a corta distancia y un mago que utilice técnicas de largo alcance; o ir con el grupo de 4 personajes en bloque, para suprimir rápidamente las defensas enemigas y ganar en el menor tiempo posible, algo que sumará recompensas adicionales.
Pero también las misiones y los entornos irán modificándose, haciendo que algunas estrategias no apliquen de forma eficiente, y es el caso de misiones en donde tenemos que defender algún punto estratégico y nos atacan desde diferentes flancos en simultáneo.
Cada personaje cuenta con sus propias habilidades únicas y también iremos equipando nuevos objetos, sumado a que también tendremos a disposición una “invocación”, una arista más que valiosa ya que despliega un poderosísimo ataque que puede funcionar muy bien cuando estemos en apuros. Además, cada una de las clases tiene su propio árbol de habilidades, para ir perfeccionando pasivamente a nuestro ejército.
El juego ya cuenta por sí con un buen puñado de misiones principales, haciendo que la aventura principal dure poco más de 20 horas; algo que va a ser todo un desafío ya que indirectamente hay una invitación a completar las sidequest que aparecen aquí y allá, con la posibilidad de rejugar cualquier misión que hayamos ganados, para mejorar tanto su rango como seguir entrenando.
Y, dentro de todas las libertades jugables y la experiencia táctica que ofrece el juego, hay un planteo que surgió durante la campaña que me llevó a replantear las habilidades tácticas que desarrollé durante la aventura. En determinados momentos de la aventura, la sensación que transmite The DioField Chronicle es que a veces no impacta tanto el ingenio que apliquemos en la batalla sino la diferencia de nivel que tengamos con los enemigos, dejando la estrategia a un segundo plano. En determinadas misiones principales, el instinto ante la adversidad terminó derivando en jugar algunas sidequest para aumentar el nivel, farmear la progresión de algunos personajes y tomar revancha, ahora con una simplificación más clara por la diferencia de stats.
No es una versión reduccionista ni que se trate de un juego sencillo, pero para una propuesta donde la estrategia es el eje centrar de su jugabilidad, en varias ocasiones no es un factor determinante para inclinar la balanza a nuestro favor.
Entre misiones, vamos a estar deambulando en el cuarte general, punto neurálgico para interactuar con los npc, personajes de nuestro squad, comprar y vender tanto items como armaduras, así como también desarrollar los árboles de habilidades de clases y tomando nuevas misiones secundarias.
Además de los niveles, tenemos un sistema de rangos que irá habilitando bonificaciones y recompensas mientras a medida que vayamos escalando posiciones. El peso de las misiones secundarias vuele a ser rutilante, ya que allanará de forma más ágil camino hasta el final de la aventura y por consecuencia el farmeo tanto de los personajes como del clan de cazarrecompensas.
Entre tanta libertad de acción, desarrollo de personajes y personalización al momento de librar las batallas, llama la atención que The DioField Chronicle no tenga una variedad más amplia en los objetivos de las misiones así como también es los elementos para interactuar en el mapa. En niveles de objetivos ofensivos tendremos que tomar x posición o derrotar a un enemigo en particular, mientras que tendremos niveles en los que hay que tomar posturas defensivas, proteger estructuras o resistir las oleadas enemigas. Esa falta de versatilidad puede dar señales claras de monotonía y repetición en amplios trechos del juego, algo que no se ve acompañado por la rápida repetición de enemigos a enfrentar.
A nivel audiovisual, Lancarse sabe ocultar sus costuras de forma muy elegante. Estamos ante un título de desarrollo sin alto presupuesto, pero que cuenta con un trabajo de diseño y dibujos conceptuales muy bien plasmados, para aprovechar cinemáticas artísticamente atractivas y un bonito diseño de mapas que, gracias a la vista isométrica del juego, funciona como una vivida maqueta. El modelado de los personajes tiene ese cierto toque de falta de inspiración con clásico croquis de personaje de Square, pero tampoco es algo que termina desentonando con el bestiario y la geografía de los escenarios, que se repite con bastante frecuencia.
En esta oportunidad, la reseña se realizó en la versión de PlayStation 5 y el primer gran interrogante era cómo iba a funcionar la dinámica de los controles en una propuesta de estrategia en tiempo real donde el mouse y el teclado son un plus en comodidad. Por suerte, con algunas misiones en el hombro entendés cómo aprovechar al máximo los atajos que ofrecen los controles y cómo seleccionar con celeridad a la cantidad de personajes que queremos y, principalmente, ejecutar las técnicas con velocidad.
Conclusión
Con sus fallas visibles y una historia que se desinfla con rapidez, The DioField Chronicle es un exponente más que digno dentro de los rpg de estrategia y una variante más que considerable para los que buscan una aventura exigente pero con licencias para desarrollar nuestro propio camino.
Hay más de 40 misiones, entre principales y secundarias, para sumergirnos en este caótico mundo en donde las traiciones y la magia están a la orden del día, pero también un grupo de héroes que dejará de lado sus diferencias por el bien común.
Está lejos de ser una obra imprescindible dentro del género ni muchos menos un baluarte dentro de las IP de Square Enix, pero eso no quita que The DioField Chronicle entretiene y propone algunos encuentros memorables, siempre con el poder de decisión en nuestras manos.