De la mano de Bandai Namco, llega una nueva adaptación manga/anime a los videojuegos, The Seven Deadly Sins: Knights of Britannia recapitula lo mejor de la aclamada obra de Nakaba Suzuki.
Una historia que comenzó con su publicación mangaka allá por 2012 y que hoy en día reúne más de 25 volúmenes recopilatorios. The Seven Deadly Sins: Knights of Britannia es la nueva apuesta de Bandai Namco orientada al público seguidor de la obra creada por Nakaba Suzuki que nos trae un juego simple con los grandes personajes de la saga.
El juego está planteado para jugarse únicamente de dos formas, lo que tal vez acorta un poco la vida útil del mismo. Tenemos el modo aventura, en el que con los protagonistas del manga, encabezados por Meliodas, deberemos ir en búsqueda de los Seven Sins, un grupo de guerreros del submundo, a quienes necesitaremos para combatir a los Knights of Britannia, una serie de caballeros que a través de un golpe de estado han derrocado a la familia de la Princesa Elizabeth quién nos acompañará en esta corta pero entretenida aventura.
La idea de abrir el nicho
Si bien estamos ante una obra la cual ha vendido más de 5.115.573 ejemplares solamente en 2016, lo cual habla por sí solo de la popularidad que este manga en el mercado oriental, por más que haya pasado desapercibido en nuestras tierras, el público de occidente puede que no conozca tanto de que se traté esta historia.
Ya es una costumbre de Bandai Namco traernos varios de los anime o mangas más populares a las consolas del momento. Si bien los últimos desarrollos referencian a títulos que son más celebrados en esta parte del globo, como Dragon Ball FighterZ, One Piece Unlimited World Red Deluxe Edition y el más reciente Sword Art Online: The Final Bullet, la llegada de The Seven Deadly Sins: Knights of Britannia nos da la posibilidad de meternos de lleno en una de las series niponas del momento.
Si bien el juego es más entretenido y nos genera más empatía en caso de conocer la historia, trama y personajes, en nuestro particular caso desconocíamos completamente la existencia del show (shame, shame on us), y haber descubierto esta historia, las órdenes de caballeros, los cultos que hay detrás de la trama, nos han motivado para darle una oportunidad al anime que debutó en 2014.
Un juego chato, pero que entretiene
El menú principal del juego consta de dos únicas opciones: Aventura y Duelo. El primer modo, ese que narra un poco la historia creada por Suzuki, se divide en dos tipos de misiones las cuales son de recolección, en la cual debemos encontrar objetos diseminados por los distintos mapas que vamos recorriendo, y de combate, las cuales a su vez se dividen en dos subgéneros, que podríamos denominar hordas y boss.
Con una mecánica muy similar a la implementada en One Piece Unlimited World Red Deluxe Edition, también de la misma distribuidora, vamos a encontrarnos manejando a Meliodas, Elizabeth, Hawk, Diane y varios de los otros Sins (pecados) a lo largo de distintas misiones en la cual nos enfrentaremos no solo a los Holy Knights, sino también a esbirros varios que honestamente, no representan una dificultad avasallante.
A diferencia de lo que generalmente pasa cuando enfrentamos a jefes, que en este caso vendrían a ser los dictadores caballeros, el mapa generalmente no se reduce, sino que combatimos en el mismo entorno tridimensional a campo abierto, que nos permite atacar de distintos lados. El mayor reclamo que se le puede hacer al título pasa por lo repetitivo que puede volverse el combate contra esbirros, los cuales obviamente están puestos ahí para rellenar la vida útil del título, puesto que sino sería un juego de combate como el Dragon Ball FighterZ de luchas individuales contra los líderes.
A pesar que originalmente pensamos que íbamos a toparnos con un juego de combates sin modo historia, para desbloquear a los distintos personajes del modo duelo, que es básicamente como combate contra los boss pero con la chance de hacer un 1 vs 1, debíamos de avanzar con la historia.
La jugabilidad y el árbol mágico
Que complicado que es definir en un género a este título. No llega a ser un Hack n’ Slash pero ahí se queda. Es decir, un mapa semi abierto con una cantidad de 10, 20 enemigos que nos rodean y la posibilidad de ir derribando a varios, la verdad es que hace acordar bastante a las misiones secundarias de los juegos de Naruto o One Piece, y al igual que en ambos mencionados, aburre un poco.
Para el combate, contamos tanto con ataques comunes, como movimientos mágicos y ataques especiales, siendo estos últimos los mejores a la hora de ser llamativos, estéticos y eficaces. Por lo demás es todo más o menos lo mismo que cualquier juego del género en los que debemos de usar básicamente todos los botones del control y algunas combinaciones para realizar ataques mágicos, nada realmente innovador.
Tal vez lo más interesante sea el árbol de habilidades mágicas las cuales vamos a ir mejorando en base a crafteos con objetos que conseguiremos en las distintas misiones que hagamos. La verdad es que la inmensidad de variables, tanto de tipo o nivel, son el aspecto más interesante del juego, que no aporta nada nuevo, pero se puede calificar como aprobado.
Las gráficas aprueban, los detalles no
He aquí el punto más polémico del juego. No cabe duda que los personajes han sido recreados con una gran fidelidad al material original. Tampoco está mal decir que los gráficos están a la altura de una entrega que no ha llegado con bombos y platillos, y sin embargo no desentonan. Ahora, el tema del detalle de los personajes, es algo que en un juego de una distribuidora a la atura de Bandai Namco, no puede suceder.
Si bien cuando estamos en combate todo parece venir de maravilla, eso duda dicho momento: la lucha. Una vez que pasamos a las cinemáticas, que en realidad son transiciones con planos más cercanos, nos encontramos con que no importa si el personaje se ríe, sufre, se enoja o siente emoción alguna, el gesto va a ser siempre e inexorablemente el mismo.
El resumen final
The Seven Deadly Sins: Knights of Britannia está bien, es un título entretenido que te va a proporcionar algunas horas de juego en el modo aventura y por qué no un par de combates en los duelos. Se entiende que al no ser uno de los caballitos de batallas de Bandai, el juego no sea magnánimo en los detalles como el Dragon Ball FighterZ, pero hay cosas que realmente no deben descuidarse para no perder seriedad y mantener una linea, marcar una vara de calidad. Es un juego que los fanáticos o conocedores de la saga disfrutarán, pero también es una buena oportunidad para meterse de lleno en esta obra que desde el 2012 viene generando nada más que buenas impresiones.