Después de su paso por Early Access, They Are Billions ya está para todas las plataformas y les contamos de qué se trata este particular título de estrategia.
En una era donde todo (o casi todo) ya ha sido inventado, uno de los conceptos más atractivos en los videojuegos resulta cuando diversas temáticas, estilos o géneros convergen en una sola idea. Numantian Games logra esta premisa con They Are Billions, un juego de estrategia en tiempo real con matices de tower defense, con un estilo steampunk muy bien logrado y que, por si eso no fuera poco, tiene a un pandemia de zombies como principal antagonista.
¿Cuál es el objetivo central del juego? Sobrevivir a oleadas y oleadas de no muertos que querrán destruir nuestra ciudad. Para impedir esto, tendremos a disposición una nutrida gestión de recursos para hacer una fortaleza impenetrable armada hasta los dientes, aunque They Are Billions es un título en el que los errores se pagan caro.
Antes de continuar con el análisis, vamos a resaltar que lo hicimos con la versión de consolas que solo trae el Survival Mode más los desafíos semanales y no la campaña, por lo que haremos énfasis en las cuestiones técnicas y de jugabilidad. En cuanto haya una actualización de contenidos, agregaremos ese apartado en esta nota.
Sobreviviendo al apocalípsis zombie
Lo atractivo de They Are Billions es que nuestro crecimiento como urbe no es para combatir a posteriori contra otras civilizaciones sino que la prioridad es fortificarnos lo mejor posible y expandir las fronteras para resistir ante la inevitable marea de zombies que irán cayendo en oleadas. Si bien maneja conceptos aleatorios, el juego nos irá avisando cuándo llegará la invasión (acá es donde toma esas aristas de Tower Defense tan ricas), momentos completamente tensionantes en los que no tendremos que dejar ningún cabo suelto porque un zombie que cruce las lineas defensivas y comience a infestar, los problemas comenzarán a crecer cuál efecto domino.
El tiempo, entonces, termina convirtiéndose en un recurso más, y de los más valiosos. Porque no saldremos vivos por acumular bienes o hacer crecer nuestras fuerzas armadas, sino que el éxito se le atribuye en gran parte a cómo aprovechamos cada minuto en gestionar correctamente las opciones que se barajan durante las distintas situaciones y tomar la decisión correcta. Es que si hay algo que te hace pagar They Are Billions son los pasos en falso: una ambiciosa expansión, una muralla no cerrada a tiempo, o una lentitud en poner fortificaciones se traducen rápidamente en un game over. Si bien podremos pausar la partida para pensar el siguiente movimiento, es muy complicado salir a flote de los errores o las malas decisiones tomadas.
La dificultad no es un tema menor. La versión para consolas, que solo trae el Modo Supervivencia, nos permite al comienzo de la partida configurar la cantidad de días que tenemos que sobrevivir y el nivel de infección que se propaga en la zona, esto no solo influirá en la cantidad de zombies que aparecerán sino su agresividad y la velocidad con la que contagian a nuestra población, haciendo que nuestro éxito sea menos probable pero a su vez con mayor bonificaciones, que permitirán desbloquear otros escenarios.
En cuanto al mapeado, que se genera de manera aleatoria, es otro de los elementos a tener en cuenta. El territorio es una moneda de doble filo dependiendo nuestras intenciones. Podemos empezar en una zona con varias zonas rocosas a nuestro alrededor o una buena porción de bosque que, además de servir para recolectar madera, funcionar como barricanda indirecta contra los zombies, pero que al mismo tiempo nos limita de otros recursos y nos obliga a expandirnos, quizás de manera muy arriesgada.
La evolución de la ciudad y los contenidos que tendremos para gestionar van de la mano con la cantidad de recursos que vamos obteniendo y el caudal de zombies que irán llegando, por lo que una vez que aprendamos las mecánicas y cómo ir obteniendo las diferentes materias primas, es cuestión de ir afinando el lápiz en las cuestiones estratégicas. Porque las primeras partidas, todo será prueba y error: desde cómo ir expandiéndonos a qué tipo de soldados y estructuras funcionan mejor para explorar o para defender determinadas zonas.
¿They Are Billions es muy difícil? Incluso en sus dificultad más baja, no es una propuesta para cualquiera. Los más deleitados con el género tendrán horas y horas de diversión aseguradas, yendo al detalle en muchas de las variedad que ofrece el Survival Mode. Sin embargo, para los más novatos en la materia puede resultar un tanto frustrante.
Es sabido que los juegos de este género porteados a consolas carecen de la comodidad de usar un mouse y teclado. Por suerte, They Are Billions dentro de esta incomodidad presenta algunos atajos bastante útiles para hacer de nuestra gestión una dinámica más amena. Congelar la partida es, al mismo tiempo, un relajante cuando los enemigos nos demandan una celeridad que los sticks no llegan a suplir.
Técnicamente estamos ante un juego bastante standard y no hay un gran empeño en diversificar a los enemigos o mostrar entornos completamente detallados, pero la estética steampunk le sienta muy bien a la dirección artística elegida. They Are Billions logra transmitir con esa mezcla entre industrial y futurismo, bajo un entorno apocalíptico. La banda sonora brilla por su ausencia pero los pocos efectos sonoros que están presentes durante las partidas son correctos.
Conclusión
They Are Billions no es un juego para novatos en el género y su justo rigor se hace sentir desde sus primeros compáces. Si logramos romper esa barrera y estar dispuestos a jugar bajo una constante tensión de asedio y descontrol, la propuesta de Numantian Games te garantiza horas de diversión. Estar en todos los detalles puede resultar muy satisfactorio, pero si no tenés paciencia la frustración no tardará en llegar.