De la mano de OverBorder Studio llega una de las grandes y gratas sorpresas del año, un nuevo souls-like que encantará a los amantes de From Software.
Empezar por hablar de un estudio que no es el que nos compete en esta ocasión quizás no sea lo más apropiado, pero sí que me sirve para dar contexto. From Software es, a esta altura, el indiscutido padre de un género que año tras año suma decenas de exponentes y que son, realmente muy pocos, los que están a la altura de sus predecesores. Por eso es que me complace hablar, ahora, de Thymesia, un juego que claramente toma la fórmula de la franquicia Dark Souls con todas sus bondades y que suma una cuota justa de innovación como para conseguir tener su propia personalidad y, además, convertirse en una propuesta más que atractiva para todos aquellos que quieran embarcarse en una experiencia hardcore.
La infección de Hermes
Cuando digo que el equipo de OverBorder Studio se inspiró en la obra de From Software no es en vano. Thymesia empieza enfrentándonos contra un jefe imposible, llevándonos así al borde de la muerte y dándonos una segunda oportunidad. El juego nos traslada al reino de Hermes, un mundo de fantasía medieval que está sufriendo las consecuencias del uso desmedido de la alquimia, que no solo desató una mortal infección entre los humanos, sino que además sembró el territorio de unas hostiles criaturas que amenazan con acabar con los pocos que consiguen mantenerse sanos. En este contexto nos toca encarnar a Corvus, el único capaz de hacer frente a estos engendros y conseguir, a través de la exploración de sus propios recuerdos, la cura.
El juego, fiel a la línea que elige seguir, no nos pone la historia de forma lineal. Apenas algunas cinemáticas se suceden en momentos específicos de la aventura y se limita a dejar que nosotros mismos elijamos cuánto queremos saber sobre la realidad que nos rodea. Lo interesante es, además de los propios recursos de una narrativa que se cuenta entre recuerdos, que las notas que encontramos son testimonios de los habitantes del lugar, quienes buscan advertir y servir como ayuda para quienes estén allí en busca de una solución a esta pandemia que amenaza con terminar con la humanidad.
La enfermedad puede ser la única cura
Ahora vamos a la acción, en donde verdaderamente encontramos la identidad de Thymesia. Si bien el juego producido por Team17 toma la base del género con todos sus atributos, tiene espíritu propio y eso es algo que se agradece en una época en la que abundan los clones sin personalidad. El poder de ataque de Corvus se divide en tres vertientes: el daño cuerpo a cuerpo, los ataques con armas y, el más distintivo, el daño por infección. Este último nos permite hacer uso de la propia enfermedad que aqueja a la humanidad para mermar la salud de los enemigos pero, lo interesante, es que dicho daño se traduce en una línea amarilla temporal que aparece en la barra enemiga y que debemos “confirmar” mediante un ataque extra, en un tiempo determinado. Un detalle que realmente le da frescura a la fórmula y gran dinamismo a las batallas.
Pero el sistema de combate no solo se nutre de innovaciones dentro del ataque, sino también de la defensa. Además de una mecánica de esquiva compleja, que dependiendo de la rama que elijamos nos obliga a dominar diferentes cooldowns para poder usarla con precisión, sino también de un sistema de cobertura que bonifica la exactitud haciéndole una cuota de daño de infección extra al enemigo cuando la timeamos de forma perfecta. Todos estos pequeños detalles se nutren, además, de una progresión tangible del personaje: derrotando enemigos ganamos experiencia, la cual podemos gastar en mejorar las cualidades básicas (daño y salud) o bien en desbloquear talentos dentro de un árbol que ofrece más de cincuenta, la gran mayoría de ellos bien distintos entre sí, y que van desde diferentes formas de esquiva hasta la posibilidad de lanzar plumas para stunear a los enemigos.

Y mechando, toca hablar de los enemigos, quizás uno de los puntos menos sólidos de la experiencia. Es que a lo largo de toda la aventura que propone Thymesia, que ronda las 10 horas de misiones principales (más un puñado extra para los exploradores y completistas), apenas toca enfrentarse a una variedad de unos ocho enemigos, que simplemente se limitan a cambiar de skin según el escenario en el que combatamos. Los jefes finales, sin embargo, sí que están a la altura y además de subir considerablemente la dificultad, a un juego que ya de por sí es bastante desafiante, aportan gran dinámica, sobre todo algunos especiales que proponen una suerte de minijuego de plataformas antes de poder dar la estocada final. Eso sí, no me gustó para nada la decisión de reciclarlos paras las actividades secundarias, pero es un detalle anecdótico que incluso puede llegar a gustar a quienes busquen un desafío extra antes de terminar el juego.
El poder de la alquimia – Apartado técnico
Vuelvo a las referencias, pero es que es inevitable hacerlo, porque a primera vista Thymesia podría perfectamente pasar por una nueva obra de From Software. Su parecido es enorme, pero a su vez único, ya que si bien podría compararse a la rápida con Bloodborne, lo cierto es que cada escenario tiene su propia personalidad y la ambientación en general es digna de admirar. Con la música pasa lo mismo, está claro que hay una inspiración ahí, pero aún así no podemos quitarle mérito a una excelente elección de temas. Entonces puedo concluir diciendo que sin ser extremadamente original, a nivel audiovisual hace todo bien.
Y en rendimiento también, porque es sorprendente lo fluido que va el juego incluso tratándose de su fase beta (a la que pude acceder) y seguramente el ligero retraso que sufrió esté mayormente destinado a pulir algún que otro bug visual con el que me encontré. Hablamos de un juego realmente bien optimizado y al que si tengo que reprocharle algo a nivel programación, sería la inteligencia artificial de algunos enemigos ante ciertos ataques muy específicos, aunque nada que merme una experiencia general más que gratificante.
Thymesia, el veredicto final
Fanático de los souls-like, si estás leyendo este análisis esperanzado en la búsqueda de tu próxima aventura, me agrada contarte que llegaste al lugar correcto. Te contentará saber que el equipo de OverBorder Studio supo tomar la base de la extensa obra de From Software, a un nivel mucho más discreto, y sumarle suficientes novedades por acá y por allá como para nutrir a la propuesta de una atractiva personalidad.
Thymesia es una desafiante experiencia que nos lleva a un mundo medieval de fantasía para combatir una infección que amenaza con destruir a la humanidad. Su sistema de combate, nutrido por un gran árbol de talentos que hace buen uso de la temática de la enfermedad, es el principal atractivo de un juego bien ambientado, con buenos jefes finales y varios detalles originales que sin dudas valen la pena ser probados. Directo a la lista de las gratas sorpresas del año.