Devolver Digital lanzó finalmente Trek to Yomi, una aventura samurái marcada por la influencia del cine clásico japonés de los ’50.
Desde el momento que vimos el primer avance de Trek to Yomi la expectativa por el título de Devolver Digital progresó hasta convertirse en hype. Un poco en parte porque veníamos muy extasiados por otra aventura del género como lo fue Ghost of Tsushima, y otro tanto porque al estudio texano le tenemos una confianza desmesurada en base a éxitos recientes como Inscryption o Death’s Door.
La apuesta llega como una aventura de tintes cinematográficos que homenajean a las icónicas películas japoneas de Akira Kurosawa. Los Siete Samuráis, Rashomon o Yojimbo se nos cruzaban instantáneamente por la cabeza al ver los avances de Trek to Yomi, y con ello todo lo que aquel cine representó.
Tras haber recorrido los caminos de Hiroki, el protagonista de esta historia, podemos decir que el homenaje está más que logrado, ya que el juego presenta una colección de secuencias dignas de ser vistas en la pantalla grande. Por desgracia, esto no se trata de una película y la jugabilidad no termina de acompañar la puesta en escena que luce formidable.
Una película poco jugable
Desde la composición de planos hasta la duración misma del juego (entre 4 y 6 horas), todo lo que se sucede en Trek to Yomi está hecho y pensado en pos de lograr esa sensación de estar recorriendo los fotogramas de una película de samuráis.
Primero tenemos el marco en el que se encuadra este título y es nada menos que una estructura clásica cross-media como El camino del héroe. En el postulado escrito por Joseph Campbell se plantea el recorrido tradicional de un buen personaje protagonista en el que se destaca la introducción del héroe, el llamado a la aventura, la partida y los obstáculos, la presencia de un antagonista muy marcado, la prueba final, las tentaciones y obviamente el retorno a casa. Ah, no dejemos de lado el componente místico del título, algo que se tenían más que guardado en los avances.
Pese a todo este marco, lo cierto es que estamos únicamente ante una gran historia acompañada por una fenomenal puesta en escena, pero un pobre gameplay. Desde el comienzo sentimos que Devolver se enfocó tanto en presentarnos un homenaje a Kurosawa que decidieron que eso sea el alma del título relegando a la jugabilidad a un lugar de acompañante.
Trek to Yomi combina un sistema 3D de recorrido para las locaciones el cual nos permite explorar las aldeas, caminos y templos en la medida que la historia lo permita, con una apuesta en 2D para el sistema de duelos. Si bien el combate se ve muy bien ya que se asemeja, y de gran forma, a una secuencia cinematográfica, la evolución de los duelos y la dificultad de los mismos no presenta un desafío mayor, o una curva de aprendizaje o la necesidad de desarrollar una estrategia.
Más allá del intento por generar una cierta profundidad con el desbloqueo paulatino de combos y movimientos, para combatir solo se requieren de dos mecánicas: parry y golpe. Después podés tener combos, golpe duro, incluso la adquisición de kunais y arco y flecha, pero lo cierto es que el juego lo podemos superar a base de desvíos y facazos limpios. Volviendo al tema del parry, acertar este movimiento genera una secuencia de slow motion, como si el juego sintiera que te tiene que mostrar “ok, ahora te toca golpear a vos”, lo cual desnaturaliza por completo el combate, ya que cuando realizas tres o cuatro desvíos seguidos básicamente terminas siendo parte de La Liga de la Justicia de Zack Snyder con tanta cámara lenta.
Otro detalle que llama mucho la atención es la poca variedad de enemigos. Más allá de dos o tres bosses que presentan una mecánica diferente, los adversarios que enfrentamos de forma habitual en el campo de batalla son los mismos personajes con skins distintos, y en el mejor de los casos con una mínima habilidad nueva. Esto sumado a que nuestro estilo de lucha no muta a lo largo de la historia, nos lleva a que el interés por terminar el juego pase por ver el desarrollo del personaje más que por superar a nuestros adversarios.
Kurosawa estaría orgulloso
Con lo difícil que va a ser decir esto, SOBRE TODO PORQUE ES UN VIDEOJUEGO, si nos alejamos de todas las fallas con respecto a la apuesta jugable, la idea de Devolver de meternos en una película de samuráis de los ’50 se cumple a la perfección. Desde el estilo blanco y negro con grises gastados a las transiciones con títulos orientales o los “glitches” de la cámara antigua previos a los duelos, lo cierto es que la historia de Hiroki remite en todo momento a largometrajes de esa época, donde el corazón de la historia estaba en cómo se filmaban los duelos y los planos amplios y abiertos mostrando lo vasto de las locaciones.
Claramente la estética es el punto más alto de esta aventura y eso se da porque la misma se pensó para ser el eje principal: es una propuesta que te entra por los ojos más que por el joystick.
La historia, por su parte, se divide en tres actos muy marcados. Uno introductorio que nos lleva hasta el conflicto principal de la aventura, un segundo acto cargado de misticismo y aspectos sobrenaturales… sí, Joseph Campbell no podría haber aplicado mejor su Camino del Héroe ni aunque lo hubiese querido. Y luego tenemos un desenlace final, bah tres desenlaces ya que el juego presenta la posibilidad de avanzar en tres direcciones que nos presentan un cierre alternativo a la historia de Hiroki.
Conclusión
Resulta muy difícil hacer un análisis de Trek to Yomi. Por un lado falla como juego de acción ya que sus combates son toscos, planos y nunca evolucionan por lo que luego de la primera media hora de juego, salvo algún que otro boss, el jugador ya lo ha visto todo. Por otro lado, está claro que la intención de Devolver era la de hacer casi que una película jugable sintiéndose en todo momento que el orden jerárquico para ellos era: estética, historia y luego gameplay, por lo que ante sus ojos la aventura cumple con lo que se habían propuesto de antemano.
Si sos un fanático del cine oriental y en particular de las películas de Akira Kurosawa, sin lugar a dudas Trek to Yomi es un must play. Ahora, si lo que estabas buscando era un juego profundo dentro del género de samurái como lo pudo haber llegado a ser Ghost of Tsushima, definitivamente no vas a encontrar acá eso que estás necesitando.