El simulador de MMA por excelencia del mercado llega con su cuarta entrega, una con tantos aciertos como defectos que alcanza para satisfacer pero no para sobresalir.
EA Sports está de regreso con la que en estos momentos es su única incursión dentro de los deportes de contacto, tras haber dejado de lado la saga Fight Night. Hablamos de UFC 4, la cuarta entrega de su simulador de MMA que se convierte en la última antes de la siguiente generación de consolas y está claro que, como ha pasado en FIFA y otras de sus franquicias, llega más para hacer de transición que para buscar superarse respecto a sus predecesores.
Electronic Arts, actualmente única acreedora de los derechos de explotación de la Ultimate Fighting Championship dentro de la industria de los videojuegos, vuelve a hacer gala de todas sus licencias, mejorando ciertos apartados como el abanico de golpes y animaciones, pero descuidando otros tantos como bien detallaremos en el análisis que podés leer a continuación.
El camino de una leyenda
Una de las novedades en UFC 4 es el Modo Carrera, que nos pone en la piel de un joven luchador callejero al que podremos poner toda nuestra impronta en un decente editor de personaje. Apenas comenzada la historia un caza talentos nos descubre y asegura ver en nuestro desempeño algo especial, por lo que sin dudarlo nos ofrece entrenar en su gimnasio y prepararnos para alcanzar el mayor nivel de competencia. Poco tardamos en conseguir un contrato con Dana White y a partir de ahí los límites nos lo pondremos nosotros, pudiendo conformarnos con un par de campeonatos o pelear para convertirnos en los mejores de la historia del deporte.
Este modo historia hace bien de tutorial, enseñándonos las bases de un juego muy complejo que puede ser muy abrumador para los jugadores más novatos. Además los ejercicios se van mechando dinámicamente con la parte argumental, por lo que no hace tedioso el ir aprendiendo cosas nuevas mientras vemos cómo nos ganamos el respeto de quienes nos rodean. Sin embargo, conforme avanzamos vemos como este costado narrativo va perdiendo fuerzas y al final terminamos por ir de pelea en pelea, sin cinemáticas que acompañen nuestro progreso y resultando en un avance bastante repetitivo más allá del propio desafío de los combates.
Lo que sí resulta más interesante de este progreso dentro del Modo Carrera de UFC 4 es lo que podremos hacer entre cada fecha de la franquicia. Podemos asignar una cantidad de semanas para prepararnos para cada pelea, con un mínimo de una y un máximo de cinco, que podemos aprovechar para diferentes actividades como entrenarnos, conocer mejor al rival, provocarlo a través de las redes sociales para generar una rivalidad o promocionar la pelea con el fin de acrecentar nuestra popularidad. Detalles que nos dan cierta sensación de control y que suman realismo, para que así podamos sentirnos como una verdadera estrella en crecimiento de las MMA.
El octágono
Ahora vamos al epicentro de UFC 4, el octágono. Lo que pasa en la jaula es lo mejor que tiene el título de EA Sports. Pese a que está claro que a la franquicia aún le queda un largo camino por recorrer si quiere estar a la altura de los mejores simuladores deportivos de la compañía, está claro que van por buen camino. Más allá de que les falta algo de velocidad y fluidez, las peleas realmente se sienten muy similares a lo que podemos ver en la televisión, sobre todo por el salvajismo que a veces presenta el deporte y por la cantidad de variables de los diferentes estilos de luchadores que están bien representadas en líneas generales.
Eso sí, para poder disfrutar de los combates vamos a tener que aprender a luchar y deben creernos cuando les decimos que no es tarea fácil. El juego no es para nada amigable con los jugadores novatos y su tutorial, volcado principalmente en el Modo Carrera, apenas se limita a enseñar lo básico. Entonces nos toca a nosotros, por nuestra propia cuenta, aprender las miles de combinaciones que hay para ejecutar los diferentes tipos de ataques y defensas que se pueden llevar a cabo tanto de pie como contra la lona. Con decir que, por ejemplo, para hacer un Superman punch se necesitan apretar cuatro botones a la vez queda más que claro a que nos referimos.
Claro que para los jugadores veteranos esto supone un amplío abanico de posibilidades a la hora de encarar cada combate y para los que busquen desafíos la misión está cumplida, porque UFC 4 llega con una más que amplia curva de aprendizaje y un sinfín de horas de práctica para quienes quieran dominar el octágono al cien por cien. Todas estas habilidades aprendidas podrán volcarlas además en un aceptable puñado de modos, algunos más profesionales y otros más arcade, con los que es fácil perderse durante varias horas.
Pero si hablamos de modos de juego hay uno que ciertamente no nos ha convencido: el Modo Online. Todos estas modalidades, que van desde las reglas estándar de las MMA hasta un duelo a Knock Out que nos recuerda a Mortal Kombat, también se ven reflejados en el apartado multijugador. Sin embargo este tiene dos grandes problemas: el primero es la falta de un modo competitivo, como el Ultimate Team, y el segundo es el pésimo matchmaking que no tiene ninguna lógica a la hora de emparejar y lleva a jugadores que recién entran a enfrentarse contra experimentados, creando una experiencia frustrante que alejará a los usuarios casuales.
Mataleón – Apartado técnico
Claro está que no podemos decir que UFC 4 se ve mal, sino todo lo contrario. La verdad es que como en las últimas entregas de la saga Fight Night, el nuevo juego de EA Sports roza lo realista. Aún así sentimos que en varios aspectos empieza a sentirse como el límite de la generación y de cara a la próxima vamos a exigirle más. Independientemente del realismo que está a la vista, destacamos la fiel recreación de los diferentes luchadores tanto en sus rostros como en sus cuerpos, una características que se potencia gracias a la enorme cantidad de nombres con los que la compañía se ha hecho.
A nivel sonoro el juego mantiene el nivel, con un gran reflejo de todo lo que se puede escuchar en cada una de las fechas de la mayor franquicia de artes marciales mixtas del mundo. Desde el estruendo que hacen los golpes al impactar de lleno contra el rival, hasta las voces de los presentadores y la locura de la afición, todo genera un combo altamente inmersivo. Lamentamos que sigan sin poner comentaristas en español y que la banda musical sea demasiado discreta, porque sino podríamos estar hablando de un título sobresaliente a nivel técnico. Eso sí, ya es marca registrada los larguísimos tiempos de carga de Electronic Arts, que cortan la fluidez de modos como la Carrera o las peleas online.
UFC 4, el veredicto final
EA Sports llega con la cuarta entrega de su simulador de artes marciales mixtas, uno que hace lo justo y necesario para convertirse en un título de transición entre la actual y la siguiente generación de consolas. Con la necesaria cantidad de novedades y algunas falencias que se hacen notar, al juego le alcanza para atraer a sus fanáticos de siempre pero no así para cautivar a un nuevo público.
UFC 4 sigue cargando aún con uno de los máximos pesares de la saga: no es nada amigable con los jugadores novatos o casuales. Sin embargo, quienes sean apasionados por el deporte o simplemente estén dispuestos a dedicar muchas horas a dominar su complejo combate, podrán disfrutar de los salvajes combates que tienen lugar en el octágono más popular del mundo con una lista enorme de los luchadores más conocidos del deporte.