Yarny vuelve a embarcarse en una emocionante aventura, aunque esta vez no lo hará solo. Lee nuestro análisis de Unravel 2, otra de las interesantes propuestas de EA Originals.
Se le puede reprochar muchas cosas a los títulos que lanza, cada varios meses, EA Originals. Sin embargo, es indiscutible que intentan llegar desde otros rincones, con propuestas que buscan innovar ciertas mecánicas o profundizar otras ya vistas.
En este marco, y nuevamente bajo el desarrollo de Coldwood Interactive, llega Unravel 2, la secuela de la aventura plataformera con desplazamiento lateral que vuelve a ponernos a piel (o lana en este caso) del entrañable Yarny, aunque en esta oportunidad no estará solo en la travesía fantástica.
Unravel 2 fue anunciado por sorpresa durante la presentación de Electronic Arts en la E3 2018, y a pesar de que en cierta parte su lanzamiento estuvo tapado por la apabullante cantidad de anuncios que fueron saliendo en los días posteriores, tuvimos la oportunidad de jugarlo y las sensaciones finales luego de haber terminado la campaña principal son bastante satisfactorias.
Una historia que se teje bajo tu imaginación
Unravel 2 intenta tomar distancia de la primera entrega desde el vamos. En esta ocasión, Yarny no estará atado a su ovillo sino que tendrá un compañero homónimo de aventuras, con el cual estaremos unidos a partir del inicio, teniendo que congeniar y fusionar fuerzas para ir sorteando todos los obstáculos que vayan surgiendo.
La historia de esta secuela no tiene conexión con la primera entrega y se toma demasiadas libertades. Es un canto a la amistad, al amor fraternal, a la esperanza, a la lucha contra los miedos, una metáfora constante al animarse a más, pero eso es lo que me generó a mi, y ahí ahonda la riqueza argumental de la que se nutre Unravel 2. Su casi nula explicación de los eventos que vamos viendo (de la que intervienen Yarny y cia.) no termina siendo explicada en ningún momento, y eso puede ser una moneda de doble filo, ya que la narrativa en Unravel era mucho más solida y no tan subjetiva.
Esta imposición metafórica en su historia le juega en contra si hablamos de inmersión, ya que el contexto de cada nivel pierde solvencia sino estamos realmente inmiscuidos en el trasfondo de los sucesos.
La unión hace la fuerza
Si hablamos de cambios radicales, Unravel 2 pregona la aventura en cooperativo. Esta secuela puede jugarse completamente en solitario, porque podemos controlar a Yarny y su nuevo amigo e incluso poder fusionarlos cuando nos toca desplazarnos por el escenarios, pero la magia del juego se esconde en poder jugarlo con alguien, de manera local.
La aventura principal está compuesta por 7 niveles, en donde vamos recorriendo diversas locaciones con una curva de dificultad bien representada. La complejidad no tiene comparación entre el principio y el final del juego y eso es un punto a favor para Coldwood. No estamos ante un título imposible de superar, pero la dinámica de las complicaciones está bien planteada para no generar frustración sino desafío (aunque también contamos con la posibilidad de recibir pistas si no sabemos cómo avanzar).
Ya sea jugando solo o en cooperativo, los dos Yarnys responden de manera impecable a los comandos que les indicamos y la sensación plataformera está más presente que nunca. El trabajo en equipo es excluyente para avanzar en Unravel 2 y luego de pasar el tutorial aprendemos las 4 o 5 mecánicas nuevas que se agregan a las ya conocidas.
Y en este punto me quiero detener, porque en materia jugable no se percibe como una segunda entrega sino como una profundización de lo visto en el título original, una especie de Unravel 1.5 que viene a explotar la arista cooperativa. La principal diferencia entre ambos juegos de la franquicia está en eso: Unravel 2 se puede jugar más que bien en solitario, pero las virtudes y feedback que transmite jugarlo con alguien es el toque que lo distingue.
Nuestra primera pasada por la aventura principal puede llevarnos unas 4 o 5 horas, pero hay un importante concepto de rejugabilidad y contenidos extras, que le aumenta la vida util a más del doble. Además de los coleccionables y pruebas contrarreloj, Unravel 2 cuenta con más de 20 misiones extras, más cortoas pero con un elevado nivel de dificultad, especial para aquellos jugadores que quieren un desafío mayor.
Completar los niveles extras y los coleccionables nos abren la posibilidad de customizar a los Yarnys, tanto en su color, tamaño de cabeza, ojos y cuerpo.
Una aventura que entra por los ojos
Unravel 2 es sencillamente hermoso. A nivel visual, supera con creces lo mostrado en la entrega del 2016 (y eso ya es mucho decir), presentando un diseño artístico impresionante. Una variedad escénica en cada fase que jugamos, y un nivel de detalle fotorrealista alucinante.
El trabajo de Coldwood en esta arista denota que es un juego hecho con mucho amor, con una sentida precisión de cada objeto colocado y hasta en el movimiento natural de los escenarios, que tienen una vida inmensa.
El factor lumínico también es superlativo y los niveles nocturnos son muy llamativos. El sonido, por su parte, pasa de manera intrascendente, para bien o para mal, y no aporta mucho en la propuesta inmersiva que si logra el plano visual.
Conclusión
Unravel 2 no tiene el mismo impacto que generó su primera entrega, ya que las innovaciones no son las suficientemente fuertes para hablar de un título que logre innovar en sus mecánicas. Es una secuela que agrega el factor cooperativo, que le sienta demasiado bien y sigue valorando de manera positiva su puesta en escena.
Como propuesta indie, es un título más que aprobado en un año donde los juegos de esta índole se están llevando toda nuestra atención. Unravel 2 es un bello desafío para jugar con un amigo, pero que si lo comparamos con su antecesor puede resultar más de lo mismo.