La experiencia de la saga bélica vuelve con toda su efectividad, pero empañada por un sistema de búsqueda basado en la habilidad que resulta demasiado frustrante.
Call of Duty: Black Ops Cold War ha gozado de su primera fase de pruebas beta, que inició el jueves de forma cerrada y se abrió para todo el mundo el sábado, y a lo largo de los cuatro días nos hemos sumergido en esta nueva propuesta de la icónica saga bélica encabezada por Activision con esta nueva entrega a cargo de Treyarch y Raven Software. A continuación les dejamos con nuestras primeras impresiones marcadas por el sabor agridulce que resulta de una base jugable sólida opacada por el Skill Based Matchmaking (SBMM).
Hace algunas semanas pudimos probar la alpha de Call of Duty: Black Ops Cold War y preferimos guardarnos las opiniones debido a que el juego se encontraba en una fase muy preliminar, por lo que decidimos esperar para darle una segunda oportunidad y así poder dar unas impresiones basadas en una experiencia más acabada. Sin embargo, ahora que hemos pasado todo un fin de semana sumergidos en la batalla nos damos cuenta de que parece que desde Treyarch y Raven Software se mantendrán firmes en sus decisiones, tanto en las que consideramos acertadas como las que no.
Durante esta nueva prueba pudimos conocer un total de cuatro mapas (uno más que en la alpha), con diseños que se alejan un poco del clásico estilo del estudio padre de la saga Black Ops, pero que igualmente tienen todos los componentes que suelen agradar a los fanáticos. El frenetismo sigue caracterizando a los enfrentamientos, pudiendo recorrer los escenarios en cuestión de segundos y estando en constante movimiento para así intentar hacerse con la mayor cantidad de bajas antes de que termine la ronda. Un desplazamiento fluido de los soldados y un gunplay extraordinario favorecen siempre a quienes decidan estar activos.
El arsenal de Call of Duty: Black Ops Cold War claramente traerá todas aquellas armas que han caracterizado a las entregas de Treyarch, mientras que encontramos un buen equilibrio entre las que hasta ahora se nos han presentado sobre todo si las comparamos con la alpha en donde sí había alguna que otra demasiado por encima de las demás. También vuelven los operadores, sin habilidades especiales como pudimos ver con los especialistas, pero sí con su personalidad y seguramente, en un futuro, con todo tipo de objetos cosméticos desbloqueables.
Lo cierto es que la experiencia en lo que a gameplay se refiere es todo lo que cabría esperar, con todos los rasgos que caracterizan a una saga a la que le sobra experiencia en el universo de los shooters en primera persona. Sin embargo, pasada la primera tanda de partidas comienza a aparecer el elemento que podría arruinar la propuesta del multijugador en caso de mantenerse el día del lanzamiento del juego: el sistema de búsqueda por habilidad o también conocido como Skill Based Matchmaking (SBMM).
¿Qué es el SBMM? Bueno es el sistema que usa el juego para emparejar a los diferentes usuarios en las partidas, que en lugar de hacerlo por ping lo hace por las estadísticas de cada uno. Esto solo puede traer resultados negativos: en primer lugar provoca que la conexión de las partidas no sea todo lo buena que debería y en segundo, lo que es peor, genera que cada una se sienta como si estuviésemos jugando en competitivo. Esto es porque quienes están en frente son iguales a nosotros en habilidad, por lo que las partidas siempre son demasiado parejas y obligan a dar lo mejor de cada uno cuando en modo casual todo debería ser mucho más relajado. Además, el aprendizaje se hace mucho más lento por lo que muchos terminarán yéndose antes de tiempo.
Conclusiones de la beta
Call of Duty: Black Ops Cold War trae de vuelta la fórmula que tanto aman los fanáticos de la veterana saga bélica, con combates frenéticos y la personalidad que la caracteriza, entre armas y operadores. En principio desde lo jugable poco se le puede reclamar a esta nueva entrega de Treyarch y Raven Software, pero aparece un sistema de búsqueda por habilidad que acaba por generar partidas frustrantes con las que es difícil divertirse a largo plazo. Nos es difícil comprender por qué a esta altura a los desarrolladores les cuesta tanto escuchar a la comunidad y esperamos que lo cambien de cara al lanzamiento del juego, para que no termine pasando lo mismo que con el multijugador del último Modern Warfare.