Clásico de clásicos, uno de los juegos que nos acompañaron en jornadas enteras de vicio con amigos.
Hace 20 años Minh “Gooseman” Le y Jess Cliffe le daban forma a un mod de Half Life, probablemente sin imaginar en qué acabaría ese peculiar experimento. ¿El resultado? Tras algunos papeleos y adquisición de licencias, en noviembre de 2000 se lanzaba Counter Strike, un shooter en primera persona que llegaría para cambiar las reglas del juego.
¿Quién no jugó alguna partida? Si estás en esta nota seguramente más de una. Hoy los videojuegos han cambiado y todo está al alcance de nuestras manos (siempre que la billetera lo permita), pero por aquel entonces el CS representaba para todos aquellos gamers de la vieja escuela un mensaje de texto o de MSN con un “¿Vamos al cyber?”. Una vez todos reunidos en esos centros llenos de computadoras, olor a cigarrillo y una heladera con comida chatarra comenzaba la diversión.
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El que entraba primero al juego gritaba “¡Yo creo!” y la primera partida tenía lugar, entre amigos y algún conocido que siempre paraba en el lugar. Así empezaba la situación, una que casi siempre terminaba en una maratón de horas que por lo general se estiraba más de la cuenta y nos acercábamos al mostrador para decirle a quien atendía “¿me cargás una horas más?”. Probablemente terminaba siendo la primera de muchas recargas.
Hoy celebramos todo eso, recuerdos puros y aún frescos de nuestra infancia/adolescencia. Mientras tanto Valve se une a la celebración, aunque de una forma más modesta de la que nos gustaría, agregando a la lista de mapas de Counter Strike: Global Offensive el mítico Dust 2 y poniendo a la venta una cápsula llena con varios ítems inspirados en las famosas gallinas del videojuego.