Estuvimos probando Disintegration, lo nuevo de Private Division, y entre tanto caos, hay una luz de esperanza en estas primeras impresiones.
Gracias a los muchachos de Private Division tuve la posibilidad de probar la beta cerrada de Disintegration, la nueva IP desarrollada por V1 Interactive, una reciente desarrolladora que reúne a grandes mentes dentro de la industria, responsables de títulos com Halo, SOCOM, Destiny, entre otros.
Después de su anuncio en la Gamescom 2019, con un tráiler cargado de esa venta cinematográfica siempre tan convincente, pudimos ver algunos compases de su gameplay durante los últimos meses con una premisa jugable clara desde el comienzo: nosotros controlamos una especie de nave voladora armada con diferentes chiches, mientras tenemos la capacidad de controlar a 3 unidades terrestres diferentes, que además de ofrecer support pueden ir cumpliendo las órdenes que les damos.
La beta cerrada de Disintegration (que será abierta a todo el público durante el fin de semana), nos propone primero atravesar un breve tutorial que indica los cuestiones básicas del movimiento y la gestión de tropas, para luego soltarnos a algunos de los 3 modos de juego multiplayer que están disponibles: Zone Control, Retrieval y Collector. El juego no permite especificar una sino que es el algo random, por lo que mis primeras 10 partidas fueron siempre Zone Control, y recién después pude probar las otras aristas.
Antes de que continuar, quiero dejar en claro que Disintegration va a contar con una campaña single player, de la cual no sabemos nada pero desde Private Division aseguraron en reiteradas oportunidades que será “espectacular”. Que haya gente muy grosa involucrada en este proyecto nos da esperanzas de tener un Modo Historia interesante, pero en esta nota es la última de nuestras preocupaciones.
Lo primero e importante que quiero resaltar de lo que me dejó la beta es que, antes de inmiscuirnos en estos combates 5vs5 hay que dominar la cuestión de los controles, un tema no menor en este fps. Por un lado tendremos que manejar la nave por nuestros propios medios. Jugué la versión de PS4, así que mientras te movés con el stick izquierdo, el L1 y el L2 funcionan para subir y bajar la altitud, una situación bastante clave que se complementa con la X, que ofrece un boost en la dirección que nos estemos moviendo.
La dinámica de nuestro avatar/nave es fundamental dentro de lo que propone Disintegration, ya sea por la estrategia ofensiva que realicemos con el equipo así como también mantenerse vivo dentro de la batalla. Quedarse quiero en medio de un fuego cruzado es una muerte más que probable y el juego (al menos en esta beta) no tiene un respawneo rápido, sino que estos 15 segundos aproximadamente funcionan, además de ver el combate desde diferentes perspectivas, cambiar de clase si lo requerimos.
Y hablando de la variedad en los personaje, la beta de Disintegration nos permitió jugar con 7 clanes diferentes: Lost Ronin, Neon Dreams, Tech Noit, Warhedz, The Bussiness, The Sideshow y King’s Guard. Cada una de estos equipos cuenta no solo con una estética bien diferenciada, con un nivel de diseño para los soldados que manejamos bastate copada, sino que también se destacan por tener un poderío armaméntistico diverso.
Cadencia de fuego y potencia son los principales conceptos que manejan las armas principales de las naves, ademas del equipamiento secundario disponible. Algunas de las clases apelan a ametralladoras, pero también habrá espacio para rifles y misiles de gran impacto. Obviamente, el estilo de cada jugador al momento de meterse en el combate definirá que variedad de escuadrón preferimos.
Particularmente, noté un desbalanceo claro en el poder de estas armas y clases como Lost Ronin tenían notoria ventaja en comparación a otras. Queda claro que esto se irá modificando en la versión definitiva del juego.
El gameplay es dinámico y los combates son dentro de todo parejos, pero hay muchos momentos en donde no tenemos el control de lo que vemos en pantalla. Los esbirros que controlamos se pierden en el maremoto de disparos y bombarderos, al mismo tiempo que tenemos que lidiar con lo variado de los controles para manejar la nave. Las órdenes de nuestras tropas son claras y sencillas con el joystick (un solo botón en suficiente para marcar el destino o el objetivo a atacar) pero no los sentí como un factor determinante dentro de las batallas sino como un blanco movil para dispararles.
Los gráficos son ambiguos. Al tratarse de una beta, muchas de las texturas de los escenarios necesitaban un pulido importante, aún así los diseños eran bastante genéricos y poco llamativos. Todo lo contrario para los escuadrones: las naves son un tanto repetitivas, pero el diseño de las tropas es majestuoso, y con una marcada diferencia entre una y otra.
La beta de Disintegration me dejó sensaciones ambiguas. Como propuesta es interesante, el gunplay es correcto y los controles, una vez que logramos manejarlos, responden de forma precisa a cada una de nuestras indicaciones. Por otro lado, le falta bastante en cuanto al concepto de balanceo de fuerzas, el diseño de los niveles y una respuesta un poco más activa respecto a los soldados que van por tierra. Esta debe ser una versión muy diferente a la que finalmente recibamos cuando el juego se lance, pero todavía hay mucho en lo que V1 Interactive debe trabajar.