DualSense es una fiesta, pero necesita de invitados para que valga la pena.
Desde el anuncio de PlayStation 5 y a posteriori su intensa promoción – que continúa al día de hoy a pesar de su escasez de oferta en el mercado mundial -, uno de los principales atractivos al que Sony hizo fuerte hincapié fue y es DualSense. Esta nueva versión del joystick tradicional de PS es un verdadero cambio rutilante en comparación de sus predecesores.
Ya no hablamos de un panel táctil o mayor sensibilidad de los sticks, opciones que se fueron añadiendo en las anteriores generaciones de la franquicia; DualSense es un verdadero game changer dentro de su rubro.
Sus características, en mayor o menor medida, son de público conocimiento: vibración háptica, mic incorporado, gatillos que responden a la sensibilidad dependiendo del juego en cuestión, mayor vida útil de la batería, una respuesta más intuitiva de los botones -y una mayor sensibilidad en el proceso-, o incluso soplar al joystick para activar comandos in game.
Las sensaciones que transmite desde los juegos también se perciben cuando lo tenemos en nuestras manos. Los grips son más cómodos y la sensación de comodidad es notoria, con una firmeza que no te da ganas de volver a tocar un joystíck de PlayStation 4.
Astro’s Playroom como punto de partida
Astro’s Playroom, el juego/demo técnica que viene incorporado con PlayStation 5, es la prueba tangible del potencial que tiene el DualSense de cara al futuro. Una aventura corta, compacta y directa al hueso en el que cada área que exploramos funciona para darle visibilidad a todas las características del joystick.
Y acá se me presenta un interrogante que debe ser resuelto en el mediano plazo, ¿cuántos títulos como Astro’s Playroom disfrutaremos en PlayStation 5 durante los próximos años?
Los juegos que ya cuentan con actualización para PlayStation 5 se han nutrido de algunas de estas características, como la vibración localizada (en casos como FIFA, Assassin’s Creed: Valhalla o Demon’s Souls, entre otros), pero ninguna ha englobado todas las aristas intrínsecas del DualSense.
No queda duda que las IP que mayor sacarán rédito del control serán los exclusivos de PlayStation 5, pero de hecho ni Spider-Man: Miles Morales o Demon’s Souls tienen grandes cambios significativos con su uso. Si Sony buscó patear el tablero con este joystick, no tiene que descuidar el mercado ni las posibilidades que pueden surgirle desde títulos Third Party.
A no dormirse en los laureles
PS5 recién está dando sus primeros pasos en el mercado y tampoco cuenta con un catálogo muy abultado como para tomarle lección a todas las ventajas que ofrece DualSense, pero es un buen momento para hacer un llamado de atención antes de lamentarnos por no haberle podido sacar jugo a un periférico que llegó para ser un game changer.
Después de la vendida de humo que fue el DualShock 4, Sony tiene la posibilidad de apostar a la calidad con un joystick que tiene un user experience completamente positivo.
Todos los que han probado la nueva consola han hecho mención del cambio de percepción y tacto que ofrece el DualSense, y cómo cambia la forma de jugar una vez que los características hápticas se apoderan de nuestras manos, imprimiéndole peso propio a los objetos y tacto diferenciado a cada una de las superficies que abordamos.
No pretendo que todos los títulos sean una copia de Astro’s Playroom, pero queda claro que las herramientas están dadas para aprovecharlas al máximo y DualSense puede ser un diferencial para que Sony continúe con su liderazgo en un mercado cada vez más competitivo.